En cuatro meses, se decomisaron 2.000 garrafas.
“En el caso de las tiendas, ninguna está autorizada ni para almacenar, ni para la reventa de combustible porque esa conducta podría configurar un tipo penal previsto por la Ley 100”, aseguró Jaime Cuéllar, director de operaciones de Interdicción de Hidrocarburos de la ANH.
También hay cárcel para el comprador. “La persona que adquiera diesel oíl, gasolinas o gas licuado de petróleo de personas no autorizadas para comercializarlos, será sancionada con privación de libertad de dos a cuatro años y la confiscación de los instrumentos para la comisión del delito”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario