Luego de más de dos semanas de escasez de diésel, YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos decidieron actuar y sellaron sendos acuerdos con varias empresas extranjeras para proveer del combustible tanto al oriente como al occidente del país y, de esta forma, dar solución al problema del desabastecimiento.
En ese sentido, alista la importación de 57 millones de litros en los próximos días con el objetivo de garantizar la provisión del carburante hasta diciembre.
Para el caso concreto del occidente y del norte de Bolivia se decidió importar el carburante vía puerto de Arica, para ello se compró 6 millones de litros a la empresa chilena Copec; de Shell 2 millones de litros, volúmenes que serán transportados por Tambo Quemado; de Pdvsa se adquirió 11 millones de litros que serán transportados por Desaguadero, haciendo un total de 19 millones de litros en forma mensual.
En el caso del oriente, YPFB adquirirá 14 millones de litros de Pdvsa, para ello se contratará camiones cisternas que permitan transportar el diésel desde Paraguay. Asimismo, se compró otros 6 millones de litros de Pdvsa para que ingrese vía Yacuiba, Argentina. Por otro lado, se suscribió contratos con Argentina por 5 millones de litros; con Refinor por 6,4 millones de litros y Repsol YPF 7 millones de litros, todo ello será destinado al oriente.
"En total hemos logrado comprar 57 millones de litros de diésel, de tal manera que subsane la sobredemanda existente en el departamento de Santa Cruz. En esta región ha aumentado considerablemente la demanda, ya que mientras en enero se consumía 1,2 millones de litros, ahora subió a 2 millones por las actividades del sector agropecuario", explicó Villegas.
Cabe recordar que la hidrovía Paraguay-Paraná, atraviesa dificultades para la navegabilidad debido a la falta de lluvias, por lo tanto el diésel que se encuentra en ese puerto (13 millones de litros) será transportado vía terrestre en los próximos cuatro días. A su vez, efectivos policiales dejaron expedita la madrugada de ayer la carretera La Paz-Desaguadero, que se mantenía bloqueada a la altura de la localidad de Guaqui, por demandas regionales y que contribuyó al desabastecimiento de diésel en la sede de Gobierno.
Villegas anunció la eliminación gradual de la subvención del diésel para el próximo año, caso que es analizado por el equipo de Hacienda.
Añadió que a partir de 2008, el Gobierno aprobó realizar inversiones por $us 44 millones en las refinerías Guillermo Elder Bell de Santa Cruz, y Gualberto Villarroel, de Cochabamba, con el objetivo de duplicar la producción hasta el 2011. Adicionalmente, informó que se proyecta instalar una nueva refinería en el departamento cruceño.
En la actualidad, el subsidio que asume el TGN supera los $us 160 millones. Según Villegas, por ello se va a sustituir la importación de diésel, por las inversiones en las plantas de refinación.
El vocero de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos, Yussef Akly, desnudó la política de YPFB y del Gobierno, ya que a su criterio el problema pasa por el tema de logística y una adecuada planificación.
En Bolivia se consume 3,5 millones de litros diarios y si el Gobierno pretende aumentar la producción de diésel, debe necesariamente incrementar la producción de crudo, y para ello se requieren de grandes inversiones de las petroleras, recordó Akly.
Mientras tanto, la situación se mantiene invariable en la capital cruceña y las ciudades de La Paz, Cochabamba, Potosí y Tarija, donde la escasez del carburante persiste.
EL DEBER constató ayer en las oficinas de YPFB Comercial Oriente que la estatal petrolera volvió a recortar el cupo de asignación a los surtidores. La molestia de los dueños de las estaciones no se dejó esperar y advirtieron que el combustible (1,3 millones de litros) apenas durará cinco horas.
Martha Parada, gerente general de la Asociación de Surtidores, dijo que los recortes persisten en el orden de un 20 hasta 50%. “A los surtidores del segundo anillo se les ha recortado un 50%, a los del tercer anillo un 33% y a los del cuarto anillo un 20%. El volumen para la capital disminuyó de 1,6 millones de litros a 1,3 millones de litros día. Dudo que esta semana se normalice el abastecimiento”, agregó.
Los problemas también agobian al personal de YPFB que fue desplazado desde La Paz para controlar conjuntamente con la Superintendencia de Hidrocarburos y los militares, la entrega y recepción de combusible en los diferentes surtidores. Los funcionarios de la estatal petrolera emitieron duras críticas contra la entidad reguladora, ya que no hace un control riguroso.
La ‘Súper’ negó tal situación, aunque reconoció que no tiene suficiente personal.
Entre tanto, el transporte pesado también sufre, puesto que más de 600 camiones se encuentran varados en distintos puntos del país. La próxima semana adoptarán medidas.