- ¿Cuál fue el punto de quiebre para el giro en la actitud del presidente Lula respecto a la política energética de su país con Bolivia?
- Yo diría que son dos puntos centrales: primero, las conversaciones entre el presidente Evo y el presidente Lula, en diferentes reuniones y países. Y segundo, el trabajo que hicimos conjuntamente con el presidente de YPFB con todas las empresas e iniciar una nueva etapa de inversiones a partir de 2008. Con Petrobras hablamos claramente que las inversiones no pueden ser bajas, tiene que asegurar nueva producción, y hubo una disposición de cambio. Por otro lado, también es importante señalar que hay una emergencia energética en los países de la región. No es de fácil ni de corto plazo su solución. Brasil ha tenido descubrimientos importantes esta última temporada, pero no quiere decir que la solución ya se viene al día siguiente. Necesita inversiones, los costos son muy altos. Entonces, son todos esos factores que convergen y generan este espacio positivo para iniciar una nueva fase en nuestras relaciones.
- El presidente de Petrobras, Sergio Gabrielli, afirmó que se invertirá en Bolivia sin resentimientos. Sin embargo, horas previas a la firma del acuerdo había tensiones...
- Cualquier negociación y cualquier acuerdo es una realidad y uno puede estar seguro de que el acuerdo se dio cuando uno firma. Hasta antes de la firma, puede pasar cualquier cosa. Una negociación también significa que cada parte va en defensa de los intereses propios. La negociación es llegar a puntos intermedios, de tal manera que Brasil y Bolivia quedemos satisfechos. Hemos demorado algo para la suscripción de los contratos, fundamentalmente por la lectura de los documentos que debían expresar con precisión lo que queríamos. No era un tema de discusión de contenidos. Entonces ése fue el motivo principal de ver lo acordado.
- ¿Cuáles eran los puntos que se siguieron negociando hasta el último momento en Bolivia?
- Los temas y acuerdos fueron consensuados hace varias semanas con el presidente de Petrobras, Sergio Gabrielli. Acordamos que íbamos a conversar sobre el tema de nuevas inversiones, áreas reservadas, capacitación y licuables. A partir de ahí, los diferentes equipos técnicos se reunieron para ir afinando los acuerdos y documentos. El sábado (dos días antes del acuerdo) nos dedicamos mucho tiempo a recibir el informe de los equipos y ver algunos temas para hacer algunos ajustes. Ésos fueron los motivos centrales, prácticamente, el pago de licuables por ejemplo, llegamos al acuerdo de que Brasil iba a pagar en el rango de 100 y 180 millones de dólares.
- Pero Petrobras no quería pagar el retroactivo de los licuables...
- No, en el retroactivo nunca hubo problema. La discusión estuvo en términos de llegar a ese rango de pago.
- ¿Cuándo se habla de un piso y un techo?
- Los licuables ya fueron un acuerdo de febrero de 2007, donde Brasil aceptó el pago, a partir de una fórmula que contempla los precios de GLP y gasolina natural. Por otro lado, existe un factor que asegura que nunca Bolivia va a recibir por debajo de 100 millones y el límite máximo es de 180 millones de dólares.
- ¿Cuándo el país recibirá el primer cheque por el pago de los licuables?
- Con todos estos acuerdos, la primera semana de enero de 2008 se reunirán los equipos para elaborar una adenda al contrato GSA y eso legaliza todo el pago que van a realizar, y se va a pagar una vez que se apruebe el contrato de GSA. El planteamiento nuestro es que inmediatamente se pague de todo el retroactivo. Es decir, mayo, junio, julio, agosto, septiembre y octubre. A partir de ahí, van a incorporar a la factura que entrega YPFB cada mes, de tal manera que entregando la factura pagan a los 45 días. Ese pago de 100 millones o 180 millones de dólares será anual.
- ¿Cuándo va a estar instalada la planta de separación?
- La planta de extracción demora entre dos y tres años. Procesará 30 millones de metros cúbicos por día. Los técnicos están haciendo un estudio para ver si es posible técnicamente introducir todo el gas en la planta del Chaco, de tal manera de hacer la separación y volver sólo con el gas a Brasil, cumpliendo todos los requisitos del contrato GSA.
- El Gobierno de Brasil ha ofrecido una inversión que oscilará entre $us 750 y $us 1.000 millones. ¿Es la más grande del año?
- Este monto será invertido en cuatro años. Eso quiere decir que más o menos será una inversión de 250 millones de dólares anuales. Por el momento es la más importante inversión de 2007. Estamos negociando hace varias semanas con todas las empresas que han suscrito contratos, para que hagan inversiones en el país. Ya tenemos San Alberto y San Antonio. Ahora es Margarita e Itaú.
- Con el nuevo descubrimiento de gas en el pozo Huacaya, de Repsol y con el compromiso de Petrobras de invertir unos 60 millones de dólares en los campos San Alberto y San Antonio, ¿En 2008 Bolivia seguirá asfixiada por la demanda?
- Voy a estar en posibilidad de darles esa información más precisa hasta fines de mes. A partir de 2008, habrá una nueva era de inversiones y por otro lado, vamos a revertir gradualmente los volúmenes de producción, de tal manera que vayamos aumentando hasta tener una holgura importante.
- En qué tuvo que ceder Bolivia y en qué tuvo que ceder Brasil para llegar a estos acuerdos energéticos.
- En ningún momento cedimos. Lo único que en el proceso de negociación, en el tema del pago de los licuables, el punto máximo no era ni el que planteaba Bolivia ni el que planteaba Petrobras (Brasil). Llegamos a un punto intermedio donde ambos estamos satisfechos. Pero no hubo actitudes de ceder en principios. Bolivia señaló que la nacionalización generó un marco jurídico, una estabilidad jurídica, de tal manera que asegura todas las inversiones que puedan venir a Bolivia. En el caso concreto de Petrobras, están los contratos de operación para San Alberto, San Antonio e Ingre; hay las tablas económicas que se acordaron en octubre de 2006, de tal manera que ésas son las reglas que continúan en los contratos de operación. Para nuevas áreas, en la medida en que se constituya una sociedad anónima mixta, van a haber otros contratos.
- ¿No se le dio concesiones preferenciales a Petrobras?
- Nada, nada. Todos los acuerdos con Petrobras respetan las leyes, las normas jurídicas existentes en materia de hidrocarburos. No ha habido absolutamente ninguna concesión de otra naturaleza.
- ¿Qué compromisos asumió Petrobras en los campos San Alberto y San Antonio?
- El grueso de las inversiones que señalamos, se van a realizar en el campo gasífero San Alberto por una parte; van a hacer entre tres y cuatro pozos entre 2008 y 2009. En el otro campo, también gasífero, San Alberto también harán inversiones para aumentar la producción, hasta marzo de 2008 presentarán su proyecto de inversiones. En los dos pozos, más o menos van a invertir unos 650 millones de dólares. Esto tiene que darse en el transcurso de 2008 y 2009 para asegurar el aumento de producción.
- ¿Qué pasará con Ingre?
- Es un campo que está en proceso de exploración. Van a perforar más de un pozo el año 2008. Una vez que haya resultados, por lo menos los estudios dan indicios positivos, esperemos que no haya problemas. El remanente se invertiría en Ingre para desarrollar el campo y obtener nueva producción. La inversión corre a cuenta y riesgo de la empresa Petrobras. Sólo si los resultados son positivos, habrá una sociedad entre Petrobras e YPFB, y se va a firmar un contrato.
- ¿Bajo qué condiciones se trabajará con la empresa brasileña Braskem para instalar el polo petroquímico?
- Si Braskem quiere restablecer el proyecto de petroquímica sería en condiciones totalmente diferentes. Ya no sería entre privados, sino que tendría una participación importante YPFB por el momento y más adelante la empresa de industrialización del gas.
- Un gran jugador como Petrobras ya puso sus cartas sobre la mesa. Sin embargo, hay otros grandes como Repsol y Pdvsa. ¿Qué se está haciendo con estas empresas?
- Con el consorcio Repsol (Repsol, Panamerican Energy y British Gas), que está en los campos Margarita y Huacaya, hay una amplia disposición de sus ejecutivos para hacer la inversión a partir de 2008. En el caso de Margarita, se ampliará la planta de procesamiento de dos millones de metros cúbicos día, hay un compromiso de aumentar esa capacidad de procesamiento gradualmente a 6, 8 y 10 millones de metros cúbicos. Por otro lado tienen cuatro pozos perforados en Margarita, tres están con problemas de corrosión, por lo que cambiarán todos los tubos en 2008 para que ya comiencen a producir conforme vayan aumentando en la capacidad de procesamiento. Entonces, simultáneamente se va a ampliar el procesamiento de la planta, se van a hacer esos arreglos en los pozos para aumentar la producción.
- ¿A cuánto aumentará?
- Gradualmente entre dos y tres millones de metros cúbicos por año. En 2008, van a hacer un estudio para ver si hay conexión entre Margarita y Huacaya. Dependiendo de la forma de la conexión, van a presentar un plan de desarrollo para ambas.
- ¿Se enfrió el proyecto con Pdvsa?
- No. Yo espero que antes de la finalización de 2007 tengamos un anuncio de los acuerdos con Pdvsa.
- ¿Cuándo Bolivia va a estar en condiciones de decir tenemos gas de sobra?
- Después de cubrir todas las necesidades, estaremos en condiciones de decir hay producción excedentaria de gas entre 2011 y 2012.
- Bolivia ha tenido sobresaltos en la provisión de diésel. ¿Cómo se explica este tema? ¿En qué se falló?
- Tenemos que reconocer primero que hubo escasez de diésel. Nosotros lamentamos muchísimo que se haya dado ese tema del diésel especialmente en el momento donde Santa Cruz demanda una mayor cantidad por el ciclo agrícola. Quiero desmentir categóricamente que el problema de desabastecimiento sea resultado de una mala administración de YPFB. Aquí ha habido un fenómeno que se presentó en Bolivia después de 27 años. El principal medio de transporte a través del cual se trae diésel importado es la hidrovía Paraguay-Paraná, cuyo nivel de aguas sufrió una disminución significativa que un buen tiempo no era operable. Eso nos puso en emergencia porque había que traer el carburante por vía terrestre y no existía infraestructura y no solo en Bolivia, en todos los países no hay la infraestructura de contar inmediatamente con los camiones cisterna, de tal manera de ‘alimentar’ al país. En ningún momento fue por falta de diésel importado. Teníamos en Buenos Aires, Asunción, Ilo, Arica. Inclusive por toda esta nueva fase de relación que hemos empezado con Brasil, ellos han tomado la decisión de enviar diésel. Quiero señalar la gran solidaridad de muchos países como Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y Chile de ayudarnos para solucionar la emergencia. Sinceramente no fue por la negligencia o la mala administración de YPFB, fueron estas circunstancias.
- ¿No se tenía un plan B?
- No, no había. Un plan B no había porque recién aparece cuando nos notifica Paraguay, a principios de septiembre, el problema del río Paraguay. Sin embargo, ahora estamos tomando todas las previsiones del caso, se están haciendo planes opcionales, de tal manera que nunca más se presente una situación de desabastecimiento de diésel.