Noticias de la prensa en la que se mencionan a los hidrocarburos y todo lo relacionado a ello.
domingo, 31 de mayo de 2020
Encapsulan la planta Gran Chaco por caso de coronavirus
Las autoridades de YPFB declararon cuarentena de estas instalaciones con el encapsulamiento total de la planta en Yacuiba. El paciente se encuentra aislado. Se toman medidas de bioseguridad en la separadora.
Luego de confirmarse un caso positivo de coronavirus en un trabajador de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en las instalaciones de la Planta de Separación de Líquidos “Carlos Villegas” en Yacuiba (Tarija), la empresa estatal comunicó que intensificó las medidas de prevención y de bioseguridad para sus funcionarios.
“De acuerdo a procedimientos internos de la Operadora de la planta, YPFB Chaco S.A., y a protocolos internacionales adoptados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud, se ha procedido a la declaratoria de cuarentena de estas instalaciones con el encapsulamiento total de la planta”, anunció Julio César Díaz, director de la Planta Gran Chaco.
El trabajador que dio positivo, señaló que ya fue reubicado de forma preventiva y se sometió al aislamiento. Dijo que una vez que el trabajador ingresó en el cambio de turno, el 18 de mayo, a los dos días fue desmovilizado a la ciudad de Santa Cruz (lugar de residencia), situación que sucedió inmediatamente después de que se enterara que en su entorno familiar había una sospecha de coronavirus.
El obrero se encontraba sin ningún síntoma y fue sometido a evaluación y pruebas médicas. El 26 de mayo, el laboratorio acreditado informó que el resultado de Covid-19 resultó positivo. El paciente está completamente aislado en su domicilio, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, cumpliendo el protocolo establecido para estos casos.
Bioseguridad
Díaz agregó que en aplicación de los procedimientos, se han intensificado las medidas preventivas, como desinfección de ambientes de manera más agresiva y minuciosa, continuidad en la utilización de barbijos, uso más frecuente de alcohol en gel en oficinas y planta, mayor distanciamiento social en todos los ambientes de estas instalaciones, uso de trajes especiales (mamelucos) en el área de carguío de Gas Licuado de Petróleo (GLP) y la aplicación de pruebas de detección de Covid-19 a todo el personal sin excepción.
Garantía en las operaciones
En lo que respecta a las operaciones que se realizan en la Planta de Separación de Líquidos “Carlos Villegas”, Julio Díaz declaró que sus actividades están totalmente garantizadas.
“Las operaciones de la Planta están totalmente garantizadas y no se tiene previsto suspender operaciones. Garantizamos el abastecimiento de GLP para el mercado interno y la exportación”, aseguró Díaz.
sábado, 30 de mayo de 2020
Ingresos por venta de gas caen 8,3% entre enero y abril
Como resultado de la reducción de demanda del mercado brasileño por la pandemia del coronavirus, los ingresos por las exportaciones de gas natural en Bolivia cayeron en 8,3 por ciento entre enero y abril de 2020 en comparación con similar periodo del año pasado, según el reporte mensual de comercio exterior del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Un experto en el tema añade que lo peor aún está por venir.
El analista y exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos afirma que el precio de venta del gas cayó en casi 50 por ciento en comparación con los dos últimos años y entre tres y cuatro veces con relación al 2015. Además, prevé una disminución de precio aún mayor en el segundo semestre de la presente gestión.
Los datos del INE refieren que las ventas de gas al mes de abril de 2019 alcanzaron un valor de 814,6 millones de dólares, mientras que a abril de 2020 solamente llegaron a 747,2 millones, es decir, una reducción del 8,3 por ciento.
En opinión de Ríos, es poco probable que el precio del barril de petróleo se eleve a 50 o 60 dólares en la presente gestión, de modo que los ingresos por la venta de gas serán en al menos 800 millones de dólares por debajo de lo que se había presupuestado para este año.
Ríos añade que durante el tercer y cuarto trimestre de 2020 el precio del gas que exporta Bolivia caerá aún más debido a que tomará la referencia del precio del petróleo correspondiente a los meses de marzo, abril y mayo.
“Vamos a tener precios muy cercanos a los 3 y 3,50 dólares por millón de BTU para los dos trimestres que faltan del año”, dijo Ríos y agregó que, ojalá, el mercado brasileño incremente su demanda para compensar en alguna medida la caída de precios.
No obstante, la caída del precio del petróleo y la paralización de actividades durante el periodo de emergencia en Bolivia repercuten en una disminución del 62,3 por ciento de las importaciones de combustibles.
Según el reporte del INE, entre enero y abril de 2019, las compras de combustibles alcanzaron un valor de 523,1 millones de dólares, mientras que en similar periodo de 2020 el valor llegó a 197,3 millones.
MOODY’S PROYECTA LA MÁS DURA CAÍDA
El pasado 27 de mayo, la calificadora internacional de riesgos Moody’s divulgó un informe en el que proyecta la mayor caída en la demanda de gas boliviano de parte de los mercados de Brasil y Argentina y una caída en el precio internacional del petróleo, como no se había visto en los últimos años.
Según expertos, el impacto podría llegar a 30 por ciento menos en la demanda y 50 por ciento menos en el precio.
Menciona que los precios del gas natural han caído bruscamente desde principios de este año y que ha reducido a la mitad los niveles registrados en 2016.
miércoles, 20 de mayo de 2020
YPFB no renovó contrato por etanol debido a la emergencia y debe $us 15 millones a ingenios
Hay malestar entre los cañeros porque además la estatal no retiró 25 millones de litros del producto desde marzo. Solo para producir el aditivo se sembraron 41.000 hectáreas.
La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debe $us 15 millones a las ingenios azucareros por el etanol que retiró el año pasado. A esto se suma que en marzo, abril y mayo la petrolera no retiró 25 millones de litros del producto. Lo peor, según los productores y fuentes del sector, es que a la fecha la compañía no renovó el contrato para 2020.
Óscar Arnez, presidente de la Confederación Nacional de Cañeros de Bolivia (Concabol), explicó que la situación genera incertidumbre debido a que la zafra comenzará en junio y no cuentan con la liquidez necesaria para comenzar la campaña ni para realizar la siembra para el próximo año.
“Desde el 15 de marzo no han retirado (el alcohol), a eso se suma que (YPFB) tampoco pagó por el producto entregado. Se avecina la zafra y esperamos que (los desembolsos) se puedan regularizar para tener algo de efectivo y comenzar el trabajo”, señaló el productor.
Sobre el tema, desde YPFB indicaron que, debido a la emergencia sanitaria nacional y cuarentena total dictadas por el Gobierno central a fin de evitar la propagación del coronavirus, la demanda de gasolina en el país se redujo en 73% y la de diésel oil disminuyó en 52% con respecto al Plan Operativo Anual (POA) del 2020.
"Esta situación afectó de manera directa al requerimiento de etanol anhidro para su dosificación con gasolina base", señalaron a EL DEBER. Así, al ser los requerimientos mínimos los saldos que se tiene de alcohol en plantas de YPFB son suficientes para poder satisfacer la necesidad de este producto durante la emergencia sanitaria.
El cañero reprochó que la estatal hubiera importado diésel, pero no cumpla con el contrato que tiene con los ingenios. Recordó que incluso la nueva administración de la petrolera estatal firmó una adenda al contrato suscrito el año pasado por el anterior Gobierno, en la que se comprometía a comprar entre 10 y 12 millones de litros de alcohol.
“Esto se cumplió hasta febrero. En marzo se llevó 6 millones de litros. Es mayo y estamos muy preocupados. Ojalá se pueda tener un acercamiento con YPFB o el Ministerio de Hidrocarburos”, dijo.
Recordó que existía la promesa de renovar el contrato con un requerimiento de más de 200 millones de litros de etanol. “Sin embargo, ni siquiera hemos firmando un nuevo contrato”, explicó.
Fuentes del sector indicaron que existe mucha preocupación tanto en las industrias como entre los productores.
Solo para la producción de etanol se habilitaron 41.000 hectáreas de caña, de las 172.000 que se tiene previsto moler en la zafra 2020.
Una fuente del sector, que pidió la reserva de su nombre, dijo que los ingenios se quedaron con 25 millones litros que YPFB no retiró desde el mes de marzo.
Además, indicó que la empresa estatal mantiene una deuda con los ingenios de $us 15 millones.“No sabemos qué vamos a hacer de aquí en adelante”, dijo.
Desde el 2018 Bolivia ingresó la llamada era del etanol, pero hasta el momento el proyecto no termina de consolidarse.
¿Cuándo se reanudará la compra?
Desde Yacimiento adelantaron que, a la fecha, se encuentra en curso el nuevo proceso de contratación de Suministro de Aditivo de Origen Vegetal (etanol), mismo que se lleva a cabo con los productores de etanol dentro del marco legal correspondiente y considerando la demanda nacional de combustibles impactada por el Covid-19. Esto sin brindar una fecha específica y generando todavía más incertidumbre en el sector que este mes debía empezar a zafra.
Reducir la importación de combustibles
Es importante mencionar que el programa de promoción de los biocombustibles es una política primordial de YPFB, del Ministerio de Hidrocarburos y por consiguiente del Estado boliviano, a fin de reducir el volumen de importación de combustibles y promover y potenciar la agroindustria nacional en conformidad con la Ley 1098 de Aditivos de Origen Vegetal.
En la administración del expresidente Evo Morales, en reiteradas oportunidades los cañeros y las industrias reclamaron el incumplimiento de contratos y retraso en los pagos realizado por la estatal YPFB.
Tras la caída de Morales el Gobierno de transición se comprometió a comprar más etanol e incluso prometió un contrato para que las industrias entreguen más alcohol a YPFB. Pero el proyecto sigue a tropezones.
El etanol es un aditivo de origen vegetal que usa para mezclar con gasolina. La idea de su producción era reducir la importación de combustibles líquidos.
La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debe $us 15 millones a las ingenios azucareros por el etanol que retiró el año pasado. A esto se suma que en marzo, abril y mayo la petrolera no retiró 25 millones de litros del producto. Lo peor, según los productores y fuentes del sector, es que a la fecha la compañía no renovó el contrato para 2020.
Óscar Arnez, presidente de la Confederación Nacional de Cañeros de Bolivia (Concabol), explicó que la situación genera incertidumbre debido a que la zafra comenzará en junio y no cuentan con la liquidez necesaria para comenzar la campaña ni para realizar la siembra para el próximo año.
“Desde el 15 de marzo no han retirado (el alcohol), a eso se suma que (YPFB) tampoco pagó por el producto entregado. Se avecina la zafra y esperamos que (los desembolsos) se puedan regularizar para tener algo de efectivo y comenzar el trabajo”, señaló el productor.
Sobre el tema, desde YPFB indicaron que, debido a la emergencia sanitaria nacional y cuarentena total dictadas por el Gobierno central a fin de evitar la propagación del coronavirus, la demanda de gasolina en el país se redujo en 73% y la de diésel oil disminuyó en 52% con respecto al Plan Operativo Anual (POA) del 2020.
"Esta situación afectó de manera directa al requerimiento de etanol anhidro para su dosificación con gasolina base", señalaron a EL DEBER. Así, al ser los requerimientos mínimos los saldos que se tiene de alcohol en plantas de YPFB son suficientes para poder satisfacer la necesidad de este producto durante la emergencia sanitaria.
El cañero reprochó que la estatal hubiera importado diésel, pero no cumpla con el contrato que tiene con los ingenios. Recordó que incluso la nueva administración de la petrolera estatal firmó una adenda al contrato suscrito el año pasado por el anterior Gobierno, en la que se comprometía a comprar entre 10 y 12 millones de litros de alcohol.
“Esto se cumplió hasta febrero. En marzo se llevó 6 millones de litros. Es mayo y estamos muy preocupados. Ojalá se pueda tener un acercamiento con YPFB o el Ministerio de Hidrocarburos”, dijo.
Recordó que existía la promesa de renovar el contrato con un requerimiento de más de 200 millones de litros de etanol. “Sin embargo, ni siquiera hemos firmando un nuevo contrato”, explicó.
Fuentes del sector indicaron que existe mucha preocupación tanto en las industrias como entre los productores.
Solo para la producción de etanol se habilitaron 41.000 hectáreas de caña, de las 172.000 que se tiene previsto moler en la zafra 2020.
Una fuente del sector, que pidió la reserva de su nombre, dijo que los ingenios se quedaron con 25 millones litros que YPFB no retiró desde el mes de marzo.
Además, indicó que la empresa estatal mantiene una deuda con los ingenios de $us 15 millones.“No sabemos qué vamos a hacer de aquí en adelante”, dijo.
Desde el 2018 Bolivia ingresó la llamada era del etanol, pero hasta el momento el proyecto no termina de consolidarse.
¿Cuándo se reanudará la compra?
Desde Yacimiento adelantaron que, a la fecha, se encuentra en curso el nuevo proceso de contratación de Suministro de Aditivo de Origen Vegetal (etanol), mismo que se lleva a cabo con los productores de etanol dentro del marco legal correspondiente y considerando la demanda nacional de combustibles impactada por el Covid-19. Esto sin brindar una fecha específica y generando todavía más incertidumbre en el sector que este mes debía empezar a zafra.
Reducir la importación de combustibles
Es importante mencionar que el programa de promoción de los biocombustibles es una política primordial de YPFB, del Ministerio de Hidrocarburos y por consiguiente del Estado boliviano, a fin de reducir el volumen de importación de combustibles y promover y potenciar la agroindustria nacional en conformidad con la Ley 1098 de Aditivos de Origen Vegetal.
En la administración del expresidente Evo Morales, en reiteradas oportunidades los cañeros y las industrias reclamaron el incumplimiento de contratos y retraso en los pagos realizado por la estatal YPFB.
Tras la caída de Morales el Gobierno de transición se comprometió a comprar más etanol e incluso prometió un contrato para que las industrias entreguen más alcohol a YPFB. Pero el proyecto sigue a tropezones.
El etanol es un aditivo de origen vegetal que usa para mezclar con gasolina. La idea de su producción era reducir la importación de combustibles líquidos.
miércoles, 13 de mayo de 2020
Asosur se declara en crisis; sus ventas se redujeron hasta un 95% en el mercado cruceño
La emergencia sanitaria y el confinamiento afectan a otro sector económico. La venta de combustibles ha disminuido entre un 80 y 95%, según reveló Sussy Dorado, gerenta nacional de la Asociación Nacional de Comercializadores Privados de Hidrocarburos (Asosur), en Santa Cruz.
Dorado explicó que los más golpeados son los surtidores que comercializan Gas Natural Vehicular (GNV) debido a que sus principales clientes, como el transporte público, no está trabajando.
"Hay informes de que en las estaciones de servicio que ofrecen GNV solo se está vendiendo un 10%, mientras las que ofrecen líquidos apenas llegan a un 20%. La situación es insostenible", lamentó Dorado.
A manera de ejemplo, la ejecutiva indicó que hay surtidores de GNV que en abril apenas vendieron Bs 3.500 y que ese dinero no alcanza para cumplir con el salario del personal y otros costos administrativos.
"Para poder seguir, estamos pidiendo que la CRE no nos cobre por los Bs 17.574 por la potencia instalada, una energía que no usamos y que YPFB acepte el pago diferido de los Bs 3.500 por el consumo de GNV. Son pedidos que se deben tomar en cuenta", sostuvo Dorado.
Desde la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE) indicaron que de acuerdo con la ley vigente ellos no pueden dejar de cobrar por la potencia instalada y que en todo caso ese pedido debería ser realizado a las generadoras de electricidad.
Desde Asosur consideran que este el último pedido tiene el respaldo del Decreto Supremo 4196, por lo que consideran que el Estado debe brindar alguna ayuda al sector.
En Santa Cruz hay 137 surtidores que venden GNV y 160 dedicados a la comercialización de líquidos (gasolina y diésel).
Dorado explicó que los más golpeados son los surtidores que comercializan Gas Natural Vehicular (GNV) debido a que sus principales clientes, como el transporte público, no está trabajando.
"Hay informes de que en las estaciones de servicio que ofrecen GNV solo se está vendiendo un 10%, mientras las que ofrecen líquidos apenas llegan a un 20%. La situación es insostenible", lamentó Dorado.
A manera de ejemplo, la ejecutiva indicó que hay surtidores de GNV que en abril apenas vendieron Bs 3.500 y que ese dinero no alcanza para cumplir con el salario del personal y otros costos administrativos.
"Para poder seguir, estamos pidiendo que la CRE no nos cobre por los Bs 17.574 por la potencia instalada, una energía que no usamos y que YPFB acepte el pago diferido de los Bs 3.500 por el consumo de GNV. Son pedidos que se deben tomar en cuenta", sostuvo Dorado.
Desde la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE) indicaron que de acuerdo con la ley vigente ellos no pueden dejar de cobrar por la potencia instalada y que en todo caso ese pedido debería ser realizado a las generadoras de electricidad.
Desde Asosur consideran que este el último pedido tiene el respaldo del Decreto Supremo 4196, por lo que consideran que el Estado debe brindar alguna ayuda al sector.
En Santa Cruz hay 137 surtidores que venden GNV y 160 dedicados a la comercialización de líquidos (gasolina y diésel).
viernes, 8 de mayo de 2020
Por día, YPFB asignó Bs 416 para alimentación de cada trabajador
Para cubrir los servicios de alimentación, la petrolera estatal destinó Bs 6,7 millones de bolivianos.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) firmó un contrato para la provisión de alimentación para sus trabajadores por 416 bolivianos diarios por funcionario.
La petrolera estatal firmó el contrato con la empresa Newrest y entró en vigencia el 15 de abril pasado, con un plazo de ejecución hasta el 31 de diciembre de 2020.
El documento precisa en su acápite de "Lote 1. Servicio de Alimentación", que Newrest servirá un "desayuno tipo A" valuado en 110,1 bolivianos; un "almuerzo tipo A" por 127,2 bolivianos; una "cena tipo A" por 110,2 bolivianos, y un "lunch" por 68,3 bolivianos.
La suma de los precios descritos por el servicio diario de alimentación corresponden a cada unidad alimenticia, que da como resultado un gasto para la empresa pública de 415.94 bolivianos por día, por cada trabajador.
En conjunto, para cubrir los servicios de alimentación, YPFB destinó la suma de 6,7 millones de bolivianos; la provisión de meriendas e insumos de cafetería ascendió a 806.574 bolivianos y los servicios de limpieza a 1.378.517 bolivianos, que hacen un total de 8.895.783 bolivianos.
"¿Cómo puede ser que 410 bolivianos por día se gasta una persona en alimentos? Realmente me cuesta entender que hay personas que ya son entendidas en la materia y no entienden qué significa un servicio de alimentación. Un servicio de alimentación no es solamente el desayuno, el almuerzo y la cena, es contratar a la persona, pagarle su seguro de vida, pagarle su material de limpieza, tener una gestión de residuos, realizar muchas, pero, muchas gestiones", declaró respecto a los cuestionamientos al contrato el ahora expresidente de YPFB, Herland Soliz.
El exfuncionario afirmó que "todo eso se llama servicio de alimentación" y que la banda de precios descritos en el contrato está regulada por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). "Nosotros no nos inventamos esos precios, esos precios ya están regulados, para que lo sepan todos los bolivianos, entonces nosotros actuamos bajo la ley", manifestó Soliz, quien fue desttuido este jueves de la presidencia de la petrolera.
Además de este millonario contrato, la gestión de Soliz fue observada por la contratación directa de una póliza de seguros a la empresa Credinform por 49 millones de bolivianos y la compra de combustibles por 78,5 millones de dólares en abril, cuando el país estaba en plena emergencia sanitaria por el coronavirus.
jueves, 7 de mayo de 2020
Posesionan a Richard Botello como presidente de YPFB
El ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora posesionó hoy a Richard Botello como el nuevo presidente interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en reemplazo de Herland Soliz.
"Hay algunos desafíos a corto, mediano y largo plazo que debemos asumirlos con mucha responsabilidad. Estamos viviendo un momento crítico sobre el cuestionamiento de la administración de los recursos técnicos y económicos de YPFB, transparentar la gestión es importante pero más es informar oportunamente sobre las actividades y acciones administrativas que está tomando YPFB", dijo Zamora en el acto.
Botello habla cuatro idiomas y trabajó en Schluberger, una entidad que ha desarrollado la cadena hidrocarburífera en Estados Unidos, México, Ecuador, Brasil y Francia.
Desde hace algunas semanas, la estatal petrolera se vio envuelta en polémica por unos supuestos contratos irregulares de combustible, seguros y alimentos.
Soliz aseguró, en su momento que no existían irregularidades y pidió auditorías internas y externas para esclarecer el asunto.
Sin embargo, tras el hecho circuló en redes sociales una carta de renuncia de Soliz al cargo de presidente de YPFB, mismo que desmintió en una entrevista.
La polémica se avivó y surgieron versiones sobre supuestas disputas entre Soliz y Zamora. El ministro descartó cualquier tipo de pugnas y pidió dejar de lado las especulaciones anunciando procesos investigativos a los contratos de YPFB.
"Hay algunos desafíos a corto, mediano y largo plazo que debemos asumirlos con mucha responsabilidad. Estamos viviendo un momento crítico sobre el cuestionamiento de la administración de los recursos técnicos y económicos de YPFB, transparentar la gestión es importante pero más es informar oportunamente sobre las actividades y acciones administrativas que está tomando YPFB", dijo Zamora en el acto.
Botello habla cuatro idiomas y trabajó en Schluberger, una entidad que ha desarrollado la cadena hidrocarburífera en Estados Unidos, México, Ecuador, Brasil y Francia.
Desde hace algunas semanas, la estatal petrolera se vio envuelta en polémica por unos supuestos contratos irregulares de combustible, seguros y alimentos.
Soliz aseguró, en su momento que no existían irregularidades y pidió auditorías internas y externas para esclarecer el asunto.
Sin embargo, tras el hecho circuló en redes sociales una carta de renuncia de Soliz al cargo de presidente de YPFB, mismo que desmintió en una entrevista.
La polémica se avivó y surgieron versiones sobre supuestas disputas entre Soliz y Zamora. El ministro descartó cualquier tipo de pugnas y pidió dejar de lado las especulaciones anunciando procesos investigativos a los contratos de YPFB.
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