Arabia Saudita, el mayor exportador mundial de crudo, podría eliminar el uso de combustibles fósiles para mediados de este siglo, dijo Ali al-Naimi, ministro de Petróleo del reino, el jueves pasado.
La declaración representa una confesión impactante por parte de una nación cuya riqueza, poder y enorme influencia en el mundo se basan en sus vastas reservas de petróleo crudo.
Naimi, cuyos comentarios sobre el suministro de petróleo rutinariamente afectan los mercados, dijo en una conferencia en París sobre negocios y cambio climático: "En Arabia Saudita, reconocemos que con el tiempo, uno de estos días, no vamos a necesitar combustibles fósiles. No sé cuándo, en 2040, 2050 o después".
Por esa razón, dijo, el reino planea convertirse en una "potencia mundial en energía solar y eólica" y podría comenzar a exportar electricidad en lugar de combustibles fósiles en los próximos años.
Muchos en la industria energética podrían considerar demasiado ambicioso su objetivo de la eliminación para el 2040. Arabia Saudita es el mayor consumidor de petróleo en el Medio Oriente, y más del 25 por ciento de su producción total de crudo (más de 10 millones de barriles al día) se utiliza en el país.
Un informe de Citigroup del 2012 planteaba que si la demanda de petróleo del reino seguía creciendo al ritmo actual, el país podría ser un importador neto de petróleo para el 2030.
Pero aunque reconoció que algún día Arabia Saudita dejaría de usar petróleo, gas y carbón, Naimi manifestó que los llamados a dejar la mayor parte de los combustibles fósiles conocidos en el suelo para evitar niveles peligrosos de cambio climático necesitan ser "postergados por un tiempo".
Al existir más de mil millones de personas en todo el mundo que aún carecen de acceso a la electricidad, habría una fuerte demanda de combustibles fósiles en los años venideros, explicó, y agregó que se necesitaba trabajar más para encontrar formas de quemar petróleo, carbón y gas sin liberar dióxido de carbono que contribuye al calentamiento.
Arabia Saudita, al igual que otros estados del Golfo que queman mucho petróleo a nivel doméstico, ha dicho durante mucho tiempo que planea utilizar más energía renovable.
Funcionarios del reino declararon hace tres años que tenían planes para construir tantas plantas solares que serían capaces de exportar electricidad solar. Pero la reciente caída del precio del petróleo ha aumentado las dudas sobre la suerte de dichos planes.
Naimi aseveró que no creía que los bajos precios del crudo harían de la energía solar algo poco rentable. "Creo que la energía solar será aún más rentable que los combustibles fósiles", enfatizó.
Los comentarios del Ministro llegan en momentos en que París se prepara para acoger las conversaciones de la ONU en diciembre, donde cerca de 200 países deben acordar un pacto climático global.
Antes de esa reunión, los líderes de Alemania y Francia han pedido que se ponga fin a las emisiones de carbono durante este siglo.
Los líderes mundiales ya se han puesto de acuerdo en conversaciones previas en la ONU para frenar las emisiones lo suficiente como para evitar que las temperaturas globales suban más de dos grados centígrados en comparación con la época preindustrial.
Pero Nick Stern, economista británico y experto en cambio climático, aclaró que las medidas que los países se habían comprometido a tomar en el periodo previo a la reunión de París hasta el momento no serían suficientes para cumplir el objetivo de evitar el aumento de la temperatura en dos grados. Por lo tanto, era crucial que cualquier acuerdo firmado en París incluyera medidas que obligaran a los países a intensificar sus medidas contra el cambio climático en el futuro, resaltó.
Presidentes y directores ejecutivos de casi 60 grandes compañías representadas en la reunión de negocios de esta semana en París apoyaron una declaración instando a los gobiernos a lograr un acuerdo climático robusto y previsible para finales del año.
Las compañías, incluyendo a Airbus, Nestlé y Siemens, dijeron que la tarificación del carbono era "esencial" para tomar las decisiones comerciales y debe ir acompañada de un fin a los subsidios de los combustibles fósiles.
Christiana Figueres, la principal autoridad sobre el cambio climático de la ONU, mencionó que la cantidad y el tamaño de las compañías que asisten a la reunión de París representan un "momento decisivo" en el debate sobre el calentamiento global.
Sin embargo, algunos de los ejecutivos de compañías energéticas en el evento, incluyendo al presidente de Glencore, Tony Hayward, se hicieron eco de la advertencia de Naimi sobre la necesidad a largo plazo de combustibles fósiles en muchos países.
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