Gracias a las fuertes inversiones en las plantas de refinación, Bolivia consolidará su autosuficiencia en la producción de gasolina hasta fines de año de la presente gestión.
Para concretar la autonomía en la producción de gasolina, se viene poniendo en marcha la nueva Unidad de Reformación Catalítica en Cochabamba y la Unidad de Isomerización en Santa Cruz.
“Estos proyectos tienen una tendencia para adelantarse y van a entregar 40 millones de litros de gasolina especial por mes al mercado interno (...) hasta finales de año somos totalmente autosuficientes, por lo menos por dos años”, informó el martes Guido Prudencio, gerente general de YPFB Refinación.
En los últimos cinco años, la inversión en las dos plantas de refinación superaron $us 450 millones para incrementar la producción de líquidos y cubrir la demanda interna.
La producción de líquidos se procesa en las refinerías Guillermo Elder Bell de Santa Cruz y Gualberto Villarroel de Cochabamba que contribuyen al mercado interno.
Las dos refinerías tienen la capacidad de producir 61.000 barriles de líquidos mes, es decir que todo el petróleo que se produce en Bolivia se procesa para convertirlo en combustible.
En ese contexto, Prudencio explicó que la unidad denominada “12.500 barriles de procesamiento de crudo” ya está funcionando y aporta con 20 millones de litros de diesel oil, reduce la importación de combustibles y genera un ahorro en la subvención de hidrocarburos.
Con la explotación comercial de la planta separadora de líquidos Río Grande, de Santa Cruz, Bolivia consolidó su autosuficiencia en el Gas Licuado de Petróleo (GLP) y se exporta el excedente.
Diesel, tema pendiente
Prudencio explicó que Bolivia seguirá importando diesel oil porque el petróleo nacional es muy liviano, lo que impide producir más diesel.
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