El ministro de Economía, Luis Arce, anunció el retorno de los minigasolinazos como mecanismo permanente de ajuste de precios en función de la cotización internacional del petróleo. El precio puede subir o bajar, afirmó. Defendió la medida para evitar la salida de los carburantes.
El ministro de Economía, Luis Arce, informó que los precios de los carburantes fluctuarán en función del mercado internacional. Si el precio del barril de petróleo en el exterior sube, de igual manera ocurrirá en el país con los carburantes, y viceversa.
“Hemos modificado la alícuota, esa alícuota mueve el precio a estos niveles. No se descarta si sube, si sigue más, tal vez habrá un incremento (en los precios de carburantes). Pero también, por el otro lado, si el precio del petróleo, que hoy está en 91 dólares, baja mañana a 70, 60 (dólares), también habrá un ajuste hacia abajo y todos nos vamos a beneficiar”, apuntó.
Arce mencionó que con la medida se busca proteger al país de la indexación de precios al mercado internacional que realizan los países vecinos con sus carburantes. “Por lo tanto, si nosotros congeláramos el precio (de los carburantes) y si sigue subiendo afuera, igualito va a haber el desangramiento de diésel y gasolina en nuestro país”, agregó.
El Ministro explicó que si mañana baja el precio internacional del petróleo, bajan los precios en los países vecinos y habrá un beneficio para los bolivianos.
Arce argumentó que el mecanismo de ajuste es aplicado a través del Impuesto Especial a los Hidrocarburos (IEH). Así como el petróleo internacional sube también puede bajar y esa flexibilidad se tiene que dar a los hidrocarburos en la región, comentó.
El funcionario repitió el argumento de que con el aumento de los carburantes se combatirá el contrabando y se evitará que los recursos de la subvención se vayan al exterior.
El titular de Economía, luego de ratificar que no se revisará el Decreto 748, dijo que los 380 millones de dólares que se ahorrará por el gasolinazo decretado por el Gobierno se destinarán a supuestos planes de generación de 10.000 nuevos empleos, al seguro agrícola y a la conversión de vehículos que hacen uso de combustible a gas natural vehicular (GNV).
Arce aseguró que la medida aplicada era necesaria, como mencionaron “opinadores y opositores”, y que el Gobierno implantará medidas colaterales para paliar los efectos del alza de precios de carburantes en otros sectores.
Los minigasolinazos representaron inestabilidad
La adopción del precio internacional del barril de petróleo como referencia para fijar precios en el mercado interno de los hidrocarburos bolivianos fue presentada —en el pasado— como un signo de modernidad por economistas y cultores del mercado.
Es un ingreso al mundo internacional de las finanzas expresaban mientras promovían la capitalización de las empresas públicas, y entre ellas la de YPFB, pero en el fondo sólo se trataba de un anzuelo para atraer inversionistas en el área de hidrocarburos, el sector más sensible de la economía para el Gobierno de Evo Morales desde mayo de 2006.
El Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada capitalizó seis empresas estatales y con ello consiguió captar nuevos recursos para impulsar al sector energético, pero también tuvo que adoptar el mecanismo de minigasolinazos que durante el último mandato del presidente Hugo Banzer, entre 1997 y 2000, obligó a implantar periódicos ajustes denominados minigasolinazos.
La frecuencia de los cambios y las alteraciones en los precios de consumo masivo determinaron una modificación en la política de precios para los hidrocarburos.
Banzer resolvió crear un fondo de compensación de 100 millones de dólares para cubrir las diferencias en ascenso o a la baja, y este mecanismo se mantuvo como amortiguador para los precios internos.
De las lecciones que pueden extraerse, se concluye que los minigasolinazos en tiempos en que las cotizaciones del petróleo se mueven de manera arbitraria generan incertidumbre e inestabilidad para la economía y los actores económicos.
En 2004, el presidente Carlos Mesa aplicó un plan económico para aumentar las recaudaciones fiscales con nuevos impuestos a las transacciones financieras y sobre el patrimonio, además de los gasolinazos permanentes. El alza de los precios de la gasolina fue un factor que debilitó el vínculo entre el gobernante y los sectores sociales que lo habían encumbrado en el poder en octubre de 2003.
Mesa mantuvo una política que no precipitaba ningún cambio, mantenía el curso de los lineamientos heredados por Gonzalo Sánchez de Lozada y, desde entonces, el precio de la gasolina se mantuvo inalterable, hasta el domingo, cuando Evo Morales resolvió aplicar el gasolinazo.
Los nuevos precios de los carburantes
Combustible Antes Ahora % de incremento
Gasolina especial (litro) 3,74 6,47 72,99
Gasolina premium (litro) 4,79 7,51 56,78
Gasolina de aviación (litro) 4,57 7,29 59,51
Kerosén (litro) 2,72 5,30 94,85
Jet fuel internacional (litro) 2,77 5,50 98,55
Diésel oil nacional (litro) 3,72 6,80 82,79
Agrofuel (litro) 2,55 4,97 94,90
Fuel oil 2,78 5,42 94,96
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