viernes, 12 de diciembre de 2014

Bolivia y el petróleo

El precio del petróleo sigue de bajada y la OPEP ha reducido su predicción sobre la demanda de 2015, lo que significa que el precio caerá aún más.
 
El precio del petróleo WTI de EEUU cayó en 9% en esta semana y se cotiza por debajo de su minimo de 5 años. Los anuncios de la OPEP sobre una reducción en el consumo mundial han puesto en alerta a los mercados que esperan caídas aún más fuertes. El mercado de EEUU sugie aumentando sus reservas por la mayor producción de petróleo no convencional en sus yaciminetos shale. Por su lado el Brent en europa perdió más de 8% en la semana.
La última vez que el precio del petróleo llego a rondar los US$ 60 el barril fue en el segundo trimestre de 2009. Entonces, Bolivia recibía US$4,6 por MM de BTU que exportaba a Argentina y US$4,5/MMBtu por el gas a Brasil. Actualmente Bolivia recibe US$10/MMBtu de Argentina y US$8,5/MMBtu por el gas que vendemos a Brasil. Esto es casi el doble de del precio de 2009 que fue la última vez que el precio del petróleo alcanzó los niveles actuales.
Las autoridades desde el ministró de economía hasta el presidente del Banco Central aseguran que el efecto no será muy fuerte sobre la economía boliviana. El argumento más reciente es que el precio del gas para Argentina se calcula en base a un promedio de combustibles de 6 meses. El hecho es que el precio de todos los combustibles está relacionado de una forma u otra al precio del petróleo.
Lo que se espera para 2015 y el siguiente año en el mercado internacional es una reducción sostenida del precio. El presupuesto del Estado para 2015 fue calculado con un precio promedio del WT de US$80/barril; con ese precio, el promedio del gas que vendemos a Argentina sería de US$9,7/MMBtu y a Brasil de US$8,3/MMBtu.
Algunos expertos creen ahora que el promedio del petróleo WTI que se usa como referente llegue hasta US$35/ el barril y mantenga un promedio de US$50/el barril en 2015. Con este escenario la situación para Bolivia podría ser más seria de lo que las autoridades esperan y ni se imaginan.

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