Por el momento, el mercado a productos derivados de la petroquímica está abierto, y Bolivia puede ser un actor importante en esta materia, debido a que América Latina tiene una demanda insatisfecha, en especial de urea. La planta de urea y amoniaco que se construye en Bulo Bulo, trópico de Cochabamba, podría satisfacer las necesidades crecientes de la región.
COMPETENCIA
Sin embargo, la producción de gas no convencional que impulsó Estados Unidos, es una fuerte competencia para los futuros proyectos que puedan implementar países de la región en etileno; la capacidad de producción podría llegar a 10 millones de toneladas en el corto plazo, y una competencia que hay que tomar en cuenta.
POLIETILENO
Bolivia apunta a desarrollar plantas de etileno y polietileno, con una inversión de 2.600 millones de dólares, entre 2022 y 2023, sería la segunda planta de industrialización del gas, ya que la primera, de acuerdo a estimaciones del gobierno, arrancaría el 2020, si es que la convocatoria la lanzan en esta gestión, cuyo presupuesto alcanza a 1.800 millones de dólares.
Dentro de las conclusiones de su disertación: Urea y petroquímica: oportunidades comerciales, expuesto en el Congreso de Internacional Bolivia Gas & Energía, el director del Instituto Petroquímico Argentino (IPA), Fredy Friedlander, señala que un proyecto de un craker de etileno en Bolivia, difícilmente será competitivo, al informar del potencial que tiene Estados Unidos en esta materia.
OFERTA
El experto mostró que ocho empresas estadounidenses apuntan a incrementar la capacidad de etileno hasta el 2017, cuyo año fija la puesta en marcha de los proyectos. La capacidad total alcanza a 9,3 millones de toneladas año.
PETROQUÍMICA
En Sudamérica cinco países no tienen plantas de petroquímica, entre ellos están Perú, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Ecuador, aunque este último tiene un proyecto similar adelantado, pero los bajos precios del crudo frenaron la inversión debido a la falta de recursos.
En ese contexto, al ingresar Bolivia a la era de la industrialización del gas, tiene mercados cercanos y oportunidades en otras partes de la región, en especial para la urea; la planta de amoniaco y urea, en Bulo Bulo es destacada por el experto argentino.
Al respecto, el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, resaltó las palabras del experto argentino, al indicar que la iniciativa boliviana va por buen camino, y que la inversión realizada no estaba equivocada.
Los recursos destinados a la fecha a la planta de Bulo Bulo llegan a $us 840 millones; aunque los trabajos sufrieron retrasos, la obra continua.
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