El Gobierno está en carrera por volver atractivo el panorama para las inversiones en hidrocarburos y promocionar a Bolivia como "centro energético de Sudamérica”. En esa urgencia, no sólo prevé la construcción de un parque de termoeléctricas, sino que además promete pagar precios internacionales por el gas a aquellas compañías que produzcan excedentes destinados a la generación eléctrica.
Esta semana, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, aseguró: "El Estado va a seguir comprando (gas), y vamos a comprar a precio de exportación, no es que vamos a comprar a precio de mercado interno, es insostenible de esa manera, sino a precio de mercado externo. Y si compramos gas a precio de mercado externo para generar electricidad, el Estado aún (así) gana dos dólares más por cada millón de unidades térmicas británicas (MMBTU)”.
Según cálculos del Gobierno, si se utiliza el gas para generar energía termoeléctrica para exportar, el Estado tendría un ingreso de ocho dólares por millón de BTU, dos dólares más de lo que paga Argentina por el gas (seis dólares por MMBTU).
El Mandatario discursó de esta manera ante centenares de ejecutivos de compañías petroleras que operan en Bolivia y en otros países, además de líderes de organismos mundiales del sector del gas y la energía. "Tenemos que producir más gas, no tenemos que reducir la producción de gas, tenemos que vender más gas, tenemos que llevar gas a las petroquímicas, a las termoeléctricas. Tenemos que llevar gas y sus derivados a los países hermanos, tenemos que llevar nuestra petroquímica al resto del mundo”, urgió el Vicepresidente.
Termoeléctrica para exportar
De acuerdo con los planes del Gobierno, hasta 2025 se espera cambiar la matriz de la energía eléctrica del país y pasar de la actual mayor presencia de la termoeléctrica a la hidroeléctrica y, en menor grado, de ciclos combinados (termoeléctrica e hidroeléctrica).
Según datos de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), en la actualidad el 69% de la energía que el país consume proviene de plantas termoeléctricas, las cuales funcionan con gas. Mientras que el 25% procede de las centrales hidroeléctricas. El resto viene de otras fuentes, como las energías alternativas.
Cabe señalar que la energía termoeléctrica que se consume en el Sistema Interconectado Nacional (SIN) y en otros sistemas pequeños del país es subvencionada por el Estado, puesto que los precios del gas para producir energía eléctrica son más bajos de lo que podría obtenerse si se lo vende al exterior.
Tal parece que por ello el Gobierno proyecta que en 2025 el 74% de la energía eléctrica para el mercado interno sea más bien producida por las hidroeléctricas y sólo el 10% por las termoeléctricas. Además, se prevé la compra de más generadores termoeléctricos para la instalación de un parque que opere cuando haya excedentes del gas. Su destino: la exportación.
"En tanto se pongan en marcha las hidroeléctricas, que tardan en construirse siete, ocho, nueve años, la producción de gas que podamos generar al siguiente año con nuevos pozos o con los que ya están en desarrollo (irá) inmediatamente hacia energía eléctrica. La idea será tener un parque de termos a la espera de que venga gas; en los siguientes años vamos a invertir en más termoeléctricas”, anunció García Linera.
Urge más gas
A nombre del Gobierno, García Linera sostuvo: "Necesitamos más gas y ése es el mensaje a las empresas petroleras, a YPFB, en estos tiempos necesitamos más gas. Uno diría que en estos tiempos no debería producirse más gas; al contrario, estamos necesitados de más gas, porque el mercado no sólo es Argentina y Brasil, sino que es petroquímica y energía eléctrica”.
Para el Ejecutivo es importante que el sector petrolero no pare, al contrario, acelere e invierta más. "Entonces si Total, Repsol, la empresa que sea necesario nos da otros 10 o 15 millones de BTU en los siguientes cuatro a cinco años, eso vamos a consumirlo, lo vamos a utilizar. Ya hemos abierto la ruta de la venta de energía eléctrica. El Estado boliviano gana, gana YPFB, ganan las empresas que prestan servicios a Bolivia”, invocó García Linera.
Se espera que en 2020, el país produzca 4.300 megavatios (MW), de los cuales 2.500 MW serán exportados.
8 dólares por millón de BTU se prevé que sea el ingreso para el país si vende energía eléctrica a mercados externos como Argentina y Brasil.
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