Entre septiembre y diciembre de este año se iniciará la era de la petroquímica en el país. Las plantas de urea y amoniaco y la de tuberías y accesorios para redes de gas son los proyectos de industrialización del gas impulsados por el Estado.
El documento Memoria de la Economía Boliviana 2016, del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, explica que la industrialización del gas natural se encuentra subdividida en dos fases: la primera fue concluida con la construcción y funcionamiento de las plantas separadoras de líquidos Río Grande en Santa Cruz y Gran Chaco de Tarija que iniciaron operaciones en 2013 y 2015.
Ambos proyectos permitieron a Bolivia dejar de exportar el gas rico —o gas enriquecido— a Brasil y Argentina, pero principalmente permitió incrementar los volúmenes de gas licuado de petróleo (GLP) para el mercado interno con la planta de Río Grande y la exportación con Gran Chaco que además permitirá suministrar la materia prima a la industria petroquímica que se construye en el país.
Precisamente, según la Memoria Económica 2016, la segunda fase del proceso de industrialización del gas se focaliza en la industria petroquímica. Esta etapa, considerada la más trascendental, comenzó con la edificación de la Planta de Urea y Amoniaco en Bulo Bulo, Cochabamba, que según confirmó el presidente Evo Morales, comenzará a comercializar fertilizantes agrícolas desde septiembre, el 80% para el mercado brasileño.
El segundo proyecto petroquímico es la planta de propileno y polipropileno para la producción de plásticos duros que será instalado en el municipio Yacuiba, Tarija. Esta obra demandará $us 2.200 millones.
Asimismo, está en construcción la planta de producción de tuberías y accesorios de redes de gas en El Alto, el cual tiene un avance del 72%. El proyecto está a cargo de la compañía coreana Consorcio Wonil Eng-Cosmo I&D Co, que firmó un contrato con la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH) en octubre de 2016.
De acuerdo con un acuerdo, la firma coreana deberá realizar la ingeniería, construcción y puesta en marcha de la obra hasta diciembre del presente año.
Según el Ministerio de Hidrocarburos, este proyecto tendrá una capacidad de producción de tuberías de 3.882 toneladas al año y 251.000 piezas año de accesorios que coadyuvarán en el montaje de 100.000 instalaciones de gas domiciliario.
Su operación cooperará en la ejecución del Plan de Desarrollo Económico Social 2016 –2020, fundamentalmente en programas sociales y aportará a la diversificación de la matriz productiva.
“La universalización del servicio de gas domiciliario se constituye en una de las principales y prioritarias acciones que lleva adelante el Ministerio de Hidrocarburos a través de YPFB, para dar seguridad, comodidad y cuidar la economía de las familias bolivianas (...)”, dijo la viceministra de Industrialización, Comercialización, Transporte y Almacenaje de Hidrocarburos, Margot Ayala.
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