El Secretario General del Foro de Países Exportadores de Gas realiza una evaluación sobre las perspectivas para la oferta y la demanda del energético en el mundo y destaca la importancia del uso del energético para reducir el cambio climático. A través de un traductor, el ejecutivo pondera también los logros alcanzados por Bolivia para desarrollar su industria hidrocarburífera y llamó a “reducir las restricciones” para que mayores inversiones lleguen al país.
Seyed Mohammad Hossein Adeli, secretario general del Foro de Países Exportadores de Gas, participó esta semana, y por segundo año consecutivo, en el Congreso Internacional de YPFB Gas & Petróleo. Adeli representa a una organización que tiene como miembros a Argelia, Azerbaiyán, Bolivia, Catar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Guinea Ecuatorial, Irán, Libia, Nigeria, Perú, Rusia, Trinidad y Tobago, y Venezuela, y como observadores a Irak, Holanda, Noruega y Omán. Estos países, según datos de la agencia internacional de noticias EFE, controlan el 42% del suministro mundial de gas, el 70% de las reservas probadas del energético, el 40% del suministro a través de gasoductos y el 65% del mercado mundial de gas natural licuado (GNL). “Como organización supervisamos y monitoreamos el desarrollo de la industria gasífera, la analizamos y hacemos recomendaciones”, dijo.
— ¿Cuáles son las perspectivas para la demanda mundial de gas de los próximos años?
— La demanda gasífera está creciendo especialmente por el tema de la conservación del medio ambiente. Hay un deseo general y mayor de usar este recurso como combustible limpio y para reducir las emisiones de CO2 (dióxido de carbono). Desde luego, al mismo tiempo, en los próximos años vamos a tener un suministro adecuado del energético, porque en el pasado —cuando los precios del gas eran muy altos— iniciamos muchas inversiones que en este momento todavía están vigentes, por lo que recién ahora se está empezando a producir más. Muchos de estos nuevos yacimientos vienen de Estados Unidos y Australia. Así que vamos a tener una mayor demanda y también un buen suministro.
— ¿Qué cambios se espera en el precio del combustible?
— El precio del gas mayormente sigue su propia tendencia, a pesar de que normalmente viene detrás del precio del crudo y de que hay una competencia de gas con gas y ciertos mecanismos para fijar precios. Esperamos que el precio del petróleo suba gradualmente un poco, pero para el gas se mantendrá más o menos con el mismo valor y rango que tiene hoy día. NdE. La cotización de cada 1.000 metros cúbicos de gas natural cerró el viernes en $us 2,91 en el mercado West Texas Intermediate (WTI), reportó AFP.
— ¿En qué rango se prevé se mantendrá el precio del hidrocarburo en la próxima década?
— Creo que los precios al igual que el mecanismo (de fijación de éstos) del mercado cambiarán después de algunos años. En temas de precios se buscará un nuevo equilibrio o balance, lo mismo que con la oferta y la demanda. Creo que vamos a encontrar un nuevo balance o equilibrio porque, en este momento, se están haciendo menores inversiones y si esto continúa podríamos tener después de 2022 un nuevo equilibrio entre la demanda y el suministro, lo que desde luego tendrá su propio impacto en los precios del combustible.
— ¿Existen posibilidades reales de que el precio del gas ya no esté indexado al del crudo?
— El mecanismo de indexación al precio del petróleo se mantendrá vigente. La mayor parte de los contratos en el futuro continuarían sobre la base del índice del petróleo. Al mismo tiempo esperamos que alguna nueva tendencia pueda emerger, incluyendo la competencia de precios de gas con gas y también los precios relacionados con los ejes troncales. En este (nuevo) mecanismo de precios híbrido, el valor del gas no solo se relaciona con el del crudo, sino también con los productos del petróleo. Entonces, creo que en los próximos años tendremos otro mecanismo para fijar los precios (del hidrocarburo).
— ¿Algunas cotizaciones podrían entonces independizarse del índice el petróleo?
— Sí, en algunos casos. Sería un mecanismo de fijación de precios más flexible que el anterior.
— En este contexto, ¿cuáles son las perspectivas para la industria gasífera en el mundo? ¿Cuál puede llegar a ser la situación en América Latina?
— En el ámbito global son prometedoras debido a dos cosas. Primero, la demanda por energía primaria (la disponible en la naturaleza) es cada vez mayor y en los próximos 25 años vamos a necesitar 30% más energía de la que tenemos hoy en día. En lo que se refiere al gas, en el ámbito mundial necesitaríamos 50% más gas y la tasa de crecimiento de la demanda del energético para los próximos 25 años es del 1,2%. NdE. Según los datos, la oferta del energético aumentará en 30% en el periodo mencionado, 20 puntos porcentuales por debajo de lo que se requerirá para cubrir la demanda global del combustible. Segundo, debido a los temas ambientales creemos que más países preferirán el gas para reducir las emisiones de C02. Ahora, en Latinoamérica, la demanda por energía primaria está por encima del promedio mundial y también en lo que refiere al gas está creciendo más que el promedio mundial. El crecimiento de gas en la región es del 1,4%, en cambio el promedio mundial es 1,2%.
— En otro tema, ¿cuál es la cantidad mínima de años de duración de reservas probadas de gas natural que un país exportador del combustible debe tener para que su industria gasífera sea sustentable?
— Creo que todos los países exportadores de este combustible hoy en día tienen suficientes reservas como para continuar con su industria gasífera. En Latinoamérica, Venezuela tiene las reservas de gas natural más grandes y después Bolivia. Desde luego que Argentina también es un país gasífero. Todas estas reservas se pueden justificar para la industria del gas. NdE. Un estudio del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad) sobre el crecimiento nacional durante los últimos 25 años hace notar que las “reservas probadas (de gas) de Bolivia alcanzan para 14 años más al nivel de producción actual” y que el tiempo de vigencia de los depósitos gasíferos probados del país es “mucho menor que el promedio mundial, de 54 años”. De acuerdo con el Ejecutivo, el país cuenta hoy con unos 10 trillones de pies cúbicos (TCF) del energético, que alcanzan hasta 2030.
— ¿Cuáles son los riesgos si la cantidad de años de duración de reservas probadas de un país es menor al promedio mínimo (en el mundo)?
— En realidad no hay ningún riesgo. Por ejemplo si hablamos de Bolivia, hay que hacer más inversiones en exploración, esto lo recalco porque existen los recursos, pero hay que invertir en perforación y en exploración.
— Los esfuerzos en Bolivia deben entonces centrarse en la exploración y la explotación...
— No necesariamente centrarse, pero hay que tener cuidado con lo que es la exploración y hay que incrementar también el desarrollo. Yo diría que (los bolivianos) están haciendo un buen trabajo en eso y como el ministro (de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez) anunció existen nuevos campos en los que se están haciendo inversiones (...). Esas son muy buenas noticias.
— ¿Cómo ve el negocio del gas natural en Bolivia?
— Creo que Bolivia es una historia de éxitos, lo digo honestamente. Viéndolo desde afuera, puedo decir que es un buen ejemplo. En una década ha podido desarrollar la industria y se ha convertido en un exportador sólido, confiable, por las ventas externas a dos grandes países como son Argentina y Brasil. Creo que hasta ahora lo están haciendo bien.
— ¿Existen en el país condiciones competitivas para que esta industria reciba mayores inversiones hidrocarburíferas?
— Creo que todos los países están en competencia para atraer mayores inversiones y esto lo hacen de manera que el ambiente doméstico sea más atractivo. Desde luego que hay que tener leyes. La reglamentación es importante para que les dé la garantía y la confianza a los inversionistas del extranjero y habría que reducir las restricciones para las actividades comerciales o de empresas. Espero que esto suceda y puedan tener mayores inversiones.
— ¿Hay acercamientos con Bolivia para nuevas inversiones o financiamiento?
— La mayor parte de la industria del gas recibe sus financiamientos de los mismos compradores, porque en este negocio primero se encuentra a los clientes, a los compradores y éstos financian los proyectos. Es una industria que se autofinancia. Pero hacer una buena gestión es lo importante y Bolivia ha sido un buen ejemplo de eso en los últimos 10 años. Entonces, no es necesario buscar dinero en alguna parte, (la actividad) es algo que se puede financiar, el problema es que hay que saber manejar esos recursos.
— ¿Qué análisis hace sobre el Congreso de YPFB?
— Este evento ha sido exitoso y lo digo porque es la segunda vez que participo, veo que más gente del extranjero está asistiendo y cuanto más extranjeros vengan más ideas nuevas se van a discutir. Tienen que mantener esa identidad internacional que se le da a este Congreso, cuanto más internacional sea más éxito tendrá.
8 actores globales se reunirán en Bolivia
Ocho organizaciones internacionales se reunirán por primera vez en Bolivia para recopilar datos sobre el negocio del gas natural en el mundo, anunció esta semana el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez.
El encuentro, denominado Joint Organisations Data Initiative (Join), se llevará a cabo el 21 de noviembre en Santa Cruz en el marco del IV Foro de Países Exportadores de Gas (FPEG).
Además del FPEG serán parte del evento la Organización de Países Exportadores de Petróleo, el Foro de Cooperación de Asia Pacífico, la Organización Latinoamericana de Energía, la Agencia Internacional de Energía, el Foro Internacional de Energía, el Departamento de Estadísticas de la ONU y la Unión Europea. El IV FPEG contempla entre sus actividades una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la organización —entre los que estarán el ruso Vladímir Putin y el iraní Hasán Rouhaní—, y un seminario internacional en el que los representantes de las grandes petroleras darán a conocer sus criterios sobre la coyuntura actual del sector y las perspectivas a corto y mediano plazo del mercado.
Perfil
Nombre: Seyed Mohammad Hossein Adeli
Profesión: Economista
Cargo: Secretario General del Foro de Países
Experto en temas energéticos e internacionales
El iraní es economista, diplomático y académico con amplia experiencia en la administración pública y los sectores privados de energía, economía y relaciones internacionales. Cuenta además con doctorados en Administración de Empresas y en Economía. En el Gobierno de Irán ocupó posiciones como asesor del Ministro de Petróleo en Asuntos Internacionales, viceministro de Relaciones Exteriores y Asuntos Económicos, gobernador del Banco Central de Energía, asesor del Presidente de Irán y embajador de la República Islámica en Japón, Canadá y Reino Unido. También fue presidente de la Junta Directiva de la Empresa Nacional Iraní de Exportación de Gas. Después del servicio en el Gobierno iraní estableció en 2005 un Instituto de Economía y Estudios Internacionales No Gubernamental, el cual fue el primer grupo privado de expertos en Irán centrado en economía, energía, estudios internacionales y medio ambiente.
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