Cinco factores provocaron el nuevo descenso del precio internacional del petróleo de los últimos meses. El valor más bajo en 12 años se registró el 20 de enero, cuando el WTI (referencia para Bolivia) tocó 26,55 dólares.
El Gobierno afirma que el país puede soportar precios de hasta 10 dólares el barril.
Según la página web de CNN Español, la fuerte caída en los precios del crudo continúa acentuándose debido a que desde junio de 2014, cuando alcanzó los 108 dólares el barril, comenzó un descenso y durante el pasado año se registraron precios de entre 50 y 60 dólares.
Pero desde agosto pasado, la cotización del petróleo intermedio de Texas (WTI) no sube de los 40 dólares, por el contrario, superó la barrera de los 30 dólares hasta llegar a los 26,55 dólares por primera vez desde 2003 (ver gráfica).
La última ola de ventas deja al crudo con una baja de 19% sólo este año. Eso representa un "increíble” descenso de 72% con respecto al precio de junio de 2014.
Entre las causas que se identificaron están la estrategia de largo plazo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para minimizar la sustitución de su petróleo y permitir mayor mercado para la producción de los integrantes del cartel.
Esto quiere decir el desplazamiento de otros productores y de combustibles alternativos (de fuentes renovables) para copar el vacío con producción propia.
En segundo lugar está China; existe el temor de que si la economía asiática se desacelera más de lo que se espera, eso significa que necesitará menos petróleo para alimentar sus industrias.
También está la desafiante producción estadounidense. La caída del petróleo en mayor medida estuvo impulsada por el exceso de oferta. Ésta fue originada principalmente por el auge del petróleo de esquisto de EEUU.
El cuarto factor es el regreso de Irán. El mercado del crudo se prepara para que ese país profundice pronto la sobreoferta. El análisis señala que es un gran misterio cuánto crudo podrá aportar Irán, pero es poco probable que el país dé marcha atrás a pesar de la crisis de los precios.
Y por último está el riesgo de la fortaleza del dólar estadounidense, con el que se negocia el energético.
Eso significa que cuando el dólar se fortalece, el petróleo se vuelve más caro para los compradores extranjeros.
Debido a ese factor, la financiera Morgan Stanley advirtió la semana pasada que el dólar fuerte puede llevar al oro negro a una cotización de 20 dólares el barril.
El panorama en Bolivia
El 17 de enero, el ministro de Economía, Luis Arce, afirmó que Bolivia puede resistir un barril de petróleo de hasta 10 o 15 dólares, debido que el país tiene un alto crecimiento económico y una menor tasa de inflación en 2015.
El miércoles 20, el vicepresidente Álvaro García Linera aseguró que pese a que el precio del crudo cayó a 29 dólares, no es que el modelo económico recién sufrirá los embates de las crisis.
"La crisis comenzó en agosto de 2014 y de esa fecha a enero de 2016 son 18 meses, 18 meses de una terrible crisis económica. Hay países que están con decrecimiento, pero Bolivia después de 18 meses de crisis económica tiene un crecimiento que bordea el 5%”, enfatizó.
Para este año, el Ejecutivo proyectó los ingresos de Bolivia, en el Presupuesto General del Estado, sobre la base de 45 dólares el barril de petróleo.
El exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos mencionó que es la primera vez que la economía boliviana es tan dependiente de los hidrocarburos y el gas, debido a que cerca del 50% de las exportaciones son de gas natural.
"Antes se dependía de la goma, del estaño y otras materias primas. Tal vez el impacto más fuerte en la economía del petróleo fue entre 2008 y 2009, cuando el precio se derrumbó de 140 dólares el barril a 30 dólares, pero la caída duró cuatro meses y luego recuperó niveles de 100 dólares”, dijo.
Por lo tanto, el efecto fue de corto plazo y no se sintió.
Mientras que ahora la caída es estructural, porque ya son 24 meses de precios bajos y "parece que continuarán algún tiempo más”, advirtió Ríos.
"Lo que debemos hacer es ajustarnos los cinturones y reducir ciertos gastos superfluos, y diversificar exportaciones y mantener la exploración porque no podemos incumplir los contratos de exportación de gas natural, ya que eso sería estrepitoso”, agregó.
La dependencia de Bolivia de la cotización del crudo y gas natural
Proyección Este año, el precio de venta de gas natural para el mercado de Brasil caerá hasta 3,7 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica) y para el de Argentina hasta 4,2 dólares, según las proyecciones del Presupuesto General del Estado (PGE) 2016.
Precio El Gobierno calculó los ingresos de este año en el PGE con un precio del petróleo de 45 dólares. Los precios del gas se calculan cada tres meses de acuerdo con contrato.
Error En el Presupuesto 2015 se pronosticó un valor promedio de 9,71 dólares por el gas exportado a Argentina y de 8,31 dólares a Brasil. Sin embargo, en el último trimestre los precios ya habían disminuido a 4,8 dólares y 4,3 dólares, respectivamente.
Exportación Las ventas de gas natural a noviembre del año pasado disminuyeron en 37% y alcanzaron 3.524 millones de dólares.
Recursos Los ingresos por hidrocarburos bajarán de 20.276 millones de bolivianos, fijados para esta gestión, a 11.555 millones de bolivianos, es decir un 43% menos que en la gestión pasada.
Punto de vista
Hugo del granado
Experto en hidrocarburos
La nueva crisis del petróleo impactará en PIB
En el curso de las dos últimas crisis (las de 1999 y de 2009), el crecimiento del PIB nacional bajó; el primer caso de 5,03% el año 1998 a 0,43% el año 1999. En la segunda (2009), el PIB bajó de 6,1% el año 2008 a 3,4% el año 2009.
Históricamente está demostrado que la bajada de precios del petróleo en el mercado internacional afecta directamente la economía nacional.
Por eso es un contrasentido que ahora el Gobierno en su Plan de Desarrollo Económico y Social proyecte un crecimiento anual del 5,8% hasta 2020, mayor al que se tuvo cuando los precios estaban por encima de 100 dólares.
Las causas del nuevo descenso tienen que ver con la estrategia de largo plazo de la OPEP para minimizar la sustitución de su petróleo y permitir mayor mercado para la producción de los integrantes del cartel. También, la elevada resistencia a precios bajos de los productores fuera de la OPEP, especialmente de petróleo no convencional en EEUU.
Por el lado de la demanda se observa el bajo crecimiento de la economía mundial en el mediano plazo, la próxima elevación de tasas de interés en EEUU y la transición a modelos de inversión menos intensivos en capital. Además de las políticas dirigidas a bajar los subsidios a los combustibles fósiles, que se tornan (viables) políticamente tanto para importadores como para exportadores, debido a los precios bajos.
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