Serpetbol y Gerimex son las dos empresas bolivianas subcontratadas por la coreana Samsung Engineering que analizan hacerse cargo de las obras civiles en la planta de urea de Bulo Bulo, abandonadas por la coreana TAIN, empresa también subcontratada que en diciembre se declaró en quiebra, que abandonó la obra y dejó desempleados a unos 350 trabajadores.
En una visita a la zona, realizada ayer por este medio, la relacionadora comunitaria de Samsung Engineering, Nayeli Cejas, explicó que Serpetbol y Gerimex estudian para incluir en sus planillas a los extrabajadores, pero sólo a los que sean de la zona porque “ésa es su prioridad”, en función a la norma que obliga a las empresas a cargo de proyectos estatales a dar preferencia a los obreros locales.
“Dejamos los trabajos con un avance del 60 por ciento, están a medias”, informó a este medio el extrabajador de TAIN, Freddy Camacho. Testimonio que corroboraron obreros de las otras empresas que realizan las obras civiles.
La información proporcionada por la Samsung Engineering fue muy escueta, pero en la visita se pudo conocer que son al menos 15 empresas las que están a cargo de las obras civiles de la planta de producción de fertilizantes, que se ejecuta con un presupuesto de 862,5 millones de dólares y es uno de los más importantes proyectos de industrialización de gas natural de Bolivia.
Sobre las razones por las que TAIN abandonó la obra, Cejas dijo que fue por cuestiones económicas. Trabajadores de otras constructoras subcontratadas comentaron que la causa fue la mala administración de la empresa.
Mientras tanto, parte de las obras civiles de la planta continúan paralizadas.
La semana pasada, alrededor de 50 trabajadores bloquearon la carretera Cochabamba-Santa Cruz y luego la entrada a la planta de Bulo Bulo pidiendo el pago de su salario y beneficios sociales. Samsung se comprometió a asumir la deuda laboral, pagar sueldos a las 14:00 de ayer y gestionar la recontratación con la nueva empresa adjudicataria.
Ayer cumplió con el pago pero sólo a los 108 obreros de la zona, el resto, que son de Santa Cruz, deben cobrar en esa ciudad.
El gerente general de Plantas, Proyectos y Petroquímica de YPFB, Mario Salazar, informó ayer a Erbol que las obras civiles de la planta tienen un avance de 32 por ciento y global del 62 por ciento. Debe entrar en operaciones el primer trimestre de 2016.
Inestabilidad del terreno y lluvias retrasan las obras
“La lluvia y la inestabilidad de la tierra siempre perjudican”, comentó un obrero de la empresa coreana Samsung que prefirió guardar su nombre en reserva y contó que trabaja hace más de dos años en la planta de urea y amoniaco de Bulo Bulo.
En una visita al lugar se pudo verificar que durante el día hasta 10 volquetas con relleno ingresaron a la planta. Según explicó el obrero, cuando llueve no se trabaja porque la excesiva humedad en los suelos perjudica a los obreros, algo que fue corroborado por trabajadores de otras empresas subcontratadas.
“Cuando las empresas vinieron a ver los terrenos dijeron: está bien el lugar. Pero al trabajar se dieron cuenta de que el terreno era inestable y peor con las lluvias. No sé si hicieron un buen estudio de suelos”, cuestionó un exejecutivo de la Federación de Mamoré – Bulo Bulo del trópico de Cochabamba, que también pidió no ser identificado.
A mediados de mayo de 2014, tras realizar una inspección a la obra, el presidente Evo Morales informó que la construcción de la planta tenía un retraso del 5 por ciento debido a las constantes lluvias en la región y a la inestabilidad del terreno.
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