El país deja de percibir al menos 443 mil dólares por día debido a que sigue enviando gas rico a Brasil y no pone en marcha la planta de separación de líquidos de Río Grande, un proyecto que por segunda vez es observado por supuestos hechos de corrupción.
El director del Proyecto Planta de Separación de Líquidos de Río Grande, Edward Gutiérrez, explica que el contrato firmado con Brasil exige que Bolivia mande gas natural con un poder calorífico mínimo de 1.035 unidades térmicas británicas (BTU) por cada millar de pies cúbicos, pero por falta de una separadora de licuables envía el energético con 1.076.
Gutiérrez señala que “precisamente de ese sobrante (41 BTU por cada millar de pies cúbicos) se pueden extraer 361 toneladas métricas (TM) de Gas Licuado de Petróleo (GLP), 350 barriles (Bbl) diarios de gasolina especial y 195 Bbl de isopentano útil para fabricar gasolina en las refinerías”.
Hoy en día, cada TM de GLP tiene un precio promedio de 1.200 dólares y el barril de gasolina especial en el mercado interno está en cerca de 85 dólares.
Si bien Brasil procesa el gas boliviano en sus separadoras de líquidos de Campo Grande, en junio de 2009 los presidentes Evo Morales e Inácio Lula da Silva firmaron una adenda al contrato GSA de compraventa de gas, que permitirá que Bolivia reciba hasta 2019 al menos 1.200 millones de dólares adicionales por ese gas rico.
Sin embargo, el valor de la producción de GLP de Río Grande en 10 años -al precio actual de ese carburante- alcanzará a 1.600 millones de dólares.
Corrupción trae perjuicios
El proyecto de una planta de separación en Río Grande se echó a andar en 2008, cuando Santos Ramírez era presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Catler-Uniservice debía empezar su construcción en agosto de 2008 y concluir en junio de 2009 , pero las obras ni siquiera pudieron comenzar porque se detectó que Ramírez había recibido coimas a cambio de conceder el contrato a dicha empresa.
Ahora, YPFB asegura que Astra Evangelista (AESA) entregará la industria antes del 13 de junio de 2013, aunque en estos días el Ministerio Público investiga a funcionarios de la estatal que habrían recibido sobornos a cambio de la adjudicación de la obra.
En una visita realizada el martes a Río Grande, Página Siete pudo observar que ya llegaron los principales equipos de la planta y las obras civiles tienen más de un 90% de avance.
Retraso y precios
Catler Uniservice La empresa debía iniciar obras de la planta separadora de Río Grande en agosto de 2008 y entregarla en junio de 2009 por un costo de $us 86,4 millones.
Juicio Un año y medio después, en enero de 2010 se anunció el inicio de las obras con otra contratista, la argentina Astra Evangelista (AESA), por $us 160 millones.
Cronograma La separadora operará el 13 de junio de 2013; suman cuatro años de retraso en el proyecto.
Cubrirán demanda interna de GLP
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) estima que la planta de separación de líquidos de Río Grande podrá proveer cada día al mercado interno unas 36.100 garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP) de diez kilos.
Las estadísticas de la estatal petrolera indican que entre enero y marzo de este año, el promedio de GLP vendido en el mercado nacional fue de 83.100 garrafas diarias y la producción total de GLP de plantas y refinerías llegó a 925,53 toneladas métricas (TM) al día (92.500 garrafas).
Si bien hay un sobrante, YPFB importó en el primer trimestre de este año 5.581 garrafas de GLP.
La producción de Río Grande se sumará a la actual y se prevé q ue garantizará el autoabastecimiento de GLP, incluso tomando en cuenta las proyecciones de crecimiento de la demanda interna.
El proyecto de la planta separadora prevé que el gas licuado producido por ésta sea transportado de tres maneras: por bombeo a través del propanoducto que llega a la refinería Guillermo Elder Bell (donde será engarrafado) y por camiones, si fallara el ducto.
La tercera forma se usará si no funcionan los otros dos sistemas y consiste en almacenar el GLP en seis tanques para la producción de siete días.
Estos tanques fueron inspeccionados el martes por el presidente de YPFB, Carlos Villegas; son construidos por primera vez en Bolivia por la empresa Carlos Caballero y pueden albergar el volumen equivalente a 245.000 garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP).
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