Entre enero y marzo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) planeaba invertir 800.000 dólares para supervisar el montaje de la planta de extracción de licuables de gas natural de Río Grande (Santa Cruz), cuando se sabe que este equipo aún está en construcción.
Así lo refleja el resumen de inversión de la estatal petrolera para el primer trimestre del año, al que tuvo acceso La Razón.
El contrato para la provisión e instalación de la planta, de donde se extraerá gas licuado de petróleo y gasolina, fue suscrito con la sociedad accidental Catler-Uniservice el 14 de julio del 2008. Según el documento, la planta debería ser entregada en 340 días, es decir, en julio de este año.
Sin embargo, de acuerdo con información de YPFB, se conoce que la obra recién se inició en noviembre del 2008, por lo que se calcula su conclusión para el mismo mes de esta gestión. No obstante, en la estatal petrolera ya se previó gastar los 800.000 dólares hasta marzo del 2009 para supervisar el montaje de la planta.
Los equipos que conformarán la separadora son construidos por tres empresas subcontratistas, una de EEUU y dos de Argentina. Gulsby de Houston, Texas, está encargada de fabricar el Turboexpander, que significa el 80% de la obra. Los tanques y otros accesorios de la planta están a cargo de las empresas argentinas Gonella y SICA.
La construcción e instalación de la obra tendrá un costo de 86,3 millones de dólares, de acuerdo con el contrato suscrito entre YPFB y Catler-Uniservice.
Ayer, el ministro de Defensa Legal, Héctor Arce, indicó que, según el reporte de la comisión gubernamental que la semana pasada estuvo en Houston para verificar el avance de la obra, Gulsby estaría cumpliendo. Aunque, aclaró que el informe aún está en elaboración y será entregado al presidente Evo Morales.
“Aparentemente la empresa Gulsby (...) ha estado cumpliendo las especificaciones que tenía que cumplir para la construcción de la planta (...) pero será valorada técnicamente por YPFB”, indicó el ministro Héctor Arce.
Conforme al resumen de inversiones del primer trimestre de YPFB, hasta marzo se preveía invertir 289,7 millones de dólares, bajo la modalidad de contratación directa establecida en el Decreto 29506, sistema que fue empleado para la adjudicación de la obra a Catler-Uniservice y que hoy es cuestionado porque habría dado paso a los hechos de corrupción en la petrolera.
Además de lo presupuestado para la supervisión del montaje de la planta de Río Grande, se prevé una inversión de $us 400.000 para supervisar el estudio de ingeniería conceptual y básica de una segunda planta de extracción de líquidos, pero en el Chaco.
Los montos más elevados que figuran en el resumen de inversiones de YPFB son para la adquisición de equipos de perforación petrolera ($us 198 millones); para la readecuación y modernización de 32 estaciones de servicio a nivel nacional, por $us 18,8 millones; para la adquisición de 10 camiones cisternas para gas licuado de petróleo y 50 camiones para hidrocarburos líquidos, por $us 14,3 millones.
Además figuran, entre otros, los gabinetes de regulación y medición para la instalación de gas domiciliario, por $us 16,4 millones.
Datos
Razonable • El ex superintendente de Hidrocarburos, Carlos Miranda, consideró que los 800 mil dólares para la supervisión de la planta separadora son razonables, ya que equivalen aproximadamente al uno por ciento del costo de la obra.
Desembolsos • Para la construcción de la planta, el Gobierno abrió un primer fideicomiso por 45 millones de dólares. De ellos, 35 millones se emplearon para abrir una carta de crédito para Gulsby. A la fecha, se ha desembolsado $us 13 millones.
Así lo refleja el resumen de inversión de la estatal petrolera para el primer trimestre del año, al que tuvo acceso La Razón.
El contrato para la provisión e instalación de la planta, de donde se extraerá gas licuado de petróleo y gasolina, fue suscrito con la sociedad accidental Catler-Uniservice el 14 de julio del 2008. Según el documento, la planta debería ser entregada en 340 días, es decir, en julio de este año.
Sin embargo, de acuerdo con información de YPFB, se conoce que la obra recién se inició en noviembre del 2008, por lo que se calcula su conclusión para el mismo mes de esta gestión. No obstante, en la estatal petrolera ya se previó gastar los 800.000 dólares hasta marzo del 2009 para supervisar el montaje de la planta.
Los equipos que conformarán la separadora son construidos por tres empresas subcontratistas, una de EEUU y dos de Argentina. Gulsby de Houston, Texas, está encargada de fabricar el Turboexpander, que significa el 80% de la obra. Los tanques y otros accesorios de la planta están a cargo de las empresas argentinas Gonella y SICA.
La construcción e instalación de la obra tendrá un costo de 86,3 millones de dólares, de acuerdo con el contrato suscrito entre YPFB y Catler-Uniservice.
Ayer, el ministro de Defensa Legal, Héctor Arce, indicó que, según el reporte de la comisión gubernamental que la semana pasada estuvo en Houston para verificar el avance de la obra, Gulsby estaría cumpliendo. Aunque, aclaró que el informe aún está en elaboración y será entregado al presidente Evo Morales.
“Aparentemente la empresa Gulsby (...) ha estado cumpliendo las especificaciones que tenía que cumplir para la construcción de la planta (...) pero será valorada técnicamente por YPFB”, indicó el ministro Héctor Arce.
Conforme al resumen de inversiones del primer trimestre de YPFB, hasta marzo se preveía invertir 289,7 millones de dólares, bajo la modalidad de contratación directa establecida en el Decreto 29506, sistema que fue empleado para la adjudicación de la obra a Catler-Uniservice y que hoy es cuestionado porque habría dado paso a los hechos de corrupción en la petrolera.
Además de lo presupuestado para la supervisión del montaje de la planta de Río Grande, se prevé una inversión de $us 400.000 para supervisar el estudio de ingeniería conceptual y básica de una segunda planta de extracción de líquidos, pero en el Chaco.
Los montos más elevados que figuran en el resumen de inversiones de YPFB son para la adquisición de equipos de perforación petrolera ($us 198 millones); para la readecuación y modernización de 32 estaciones de servicio a nivel nacional, por $us 18,8 millones; para la adquisición de 10 camiones cisternas para gas licuado de petróleo y 50 camiones para hidrocarburos líquidos, por $us 14,3 millones.
Además figuran, entre otros, los gabinetes de regulación y medición para la instalación de gas domiciliario, por $us 16,4 millones.
Datos
Razonable • El ex superintendente de Hidrocarburos, Carlos Miranda, consideró que los 800 mil dólares para la supervisión de la planta separadora son razonables, ya que equivalen aproximadamente al uno por ciento del costo de la obra.
Desembolsos • Para la construcción de la planta, el Gobierno abrió un primer fideicomiso por 45 millones de dólares. De ellos, 35 millones se emplearon para abrir una carta de crédito para Gulsby. A la fecha, se ha desembolsado $us 13 millones.
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