lunes, 16 de febrero de 2009

El caso Catler-Uniservice aleja a proveedores serios

La bullada adjudicación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) a la empresa Catler-Uniservice, por la construcción de una planta separadora de licuables en el sector de Río Grande (Santa Cruz), aleja a proveedores serios y pone en riesgo el suministro de gas licuado de petróleo y gasolinas, aseguraron profesionales del área petrolera a la agencia ANF.

A ello se suma el descubrimiento de actos ilícitos como el presunto soborno por parte de Catler-Uniservice al presidente destituido de YPFB, Santos Ramírez, que podría incluso afectar a la estadounidense Gulsby Process Systems, que recibe millones de dólares de cuentas fiscales bolivianas, a pesar de no tener contrato directo con YPFB, afirmaron los especialistas a la agencia.

“Los proveedores serios de bienes y servicios no quieren participar, pues tienen la sensación de que el concurso o licitación está ya arreglado", señaló el ex vicepresidente de Administración, Contratos y Fiscalización de YPFB, José Kreidler.

La adjudicación de la planta generó “dudas razonables” en el sector que provee servicios a las petroleras, por lo que no participaron constructoras nacionales con experiencia. Es el caso de los proponentes como Tecna, Exterran y Propak, que “salieron corriendo cuando se dieron cuenta del manejo del proceso”, indicaron en fuentes petroleras que pidieron guardar reserva. ANF

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