La fuga en un gabinete (caja) domiciliario de medición y regulación de presión de gas natural en una instalación de la zona de Alto Miraflores Norte pone en duda la calidad y certificación de los equipos utilizados por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y alerta de posibles riesgos.
Esto se desprende de una evaluación llevada a cabo por el Colegio de Ingenieros Mecánicos de La Paz, perteneciente a la Sociedad de Ingenieros de Bolivia, y el Instituto de Investigaciones Mecánicas de la Carrera de Ingeniería Mecánica de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
En respuesta, la estatal petrolera aseguró que no recibió nunca un reclamo de mal funcionamiento y que sus equipos están plenamente garantizados.
En junio de 2008, a raíz de una denuncia de seis vecinos sobre una supuesta fuga, el presidente de la Junta de Vecinos de Alto Miraflores Norte, Wálter Herrera Barrios, expresó sus reparos sobre la seguridad de los gabinetes de gas natural instalados en la zona.
Éstos son las cajas o armarios que contienen los medidores de consumo y los reductores de presión del energético que fluye a los domicilios.
En atención a esa preocupación, la junta vecinal decidió someter a revisión técnica una de estas cajas y encomendó el trabajo al Colegio de Ingenieros Mecánicos de La Paz y a la Carrera de Ingeniería Mecánica de la UMSA.
El presidente del Colegio, Alejandro Mayori, explicó que una vez efectuado el diagnóstico en el gabinete, se comprobó que éste presentaba una fisura en una unión enroscada que daba lugar a fugas. La fisura pudo deberse a un ajuste excesivo, a un mal alineado, a deficiencias en la fabricación, en el ensamblado o fallas de fabricación.
Además, no se pudo establecer dónde se ensamblan los gabinetes ni se pudo verificar la marca, modelo, serie y certificación de calidad. Por otra parte, en algunas tuberías se evidenció una soldadura manual.
Mayori explicó que al no existir en Bolivia una normativa sobre gabinetes, la Superintendencia de Hidrocarburos adoptó la norma argentina denominada NGA-235, la que exige que los gabinetes fabricados o importados deben tener obligatoriamente una certificación de calidad emitida por una entidad competente. Certificado que no se pudo encontrar en el gabinete objeto de análisis.
La certificación es una garantía de que los gabinetes son óptimos y seguros para su instalación y funcionamiento sin riesgo alguno para el usuario. Dicha certificación es el criterio especializado de una tercera entidad, la que en Bolivia debería ser emitida por el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca), única institución autorizada en el país para realizar esta labor.
La Unidad de Comunicación de YPFB, en respuesta al informe del Colegio de Ingenieros Mecánicos de La Paz, informó que en su momento en la zona de Alto Miraflores Norte se hizo una inspección conjunta con la presencia de un notario de fe pública y ocho técnicos de empresas instaladoras.
Esto para consultar “vecino por vecino” en el barrio Señor de Malta si habían tenido algún problema o peligro de fuga a raíz de la instalación de gas natural o si tenían conocimiento de que algunos de sus vecinos tuvieron algún inconveniente.
Según YPFB, la respuesta que se recibió fue “que no han tenido ningún problema y que más bien habían sido inducidos y atemorizados por el presidente de su Junta de Vecinos, Wálter Herrera, para que exista una desconfianza entre los usuarios, creando con tal actitud una cortina de humo para tapar los abusos y cobros indebidos que el señor Herrera realizó”.
La estatal petrolera recordó que hasta el momento efectuó 60.000 conexiones de gas en todo el país en los anteriores cinco años y en ningún punto de la red hubo un accidente como el que se vaticina y tampoco se constituye “en una bomba de tiempo”, porque no está sometida a presión, como puede ocurrir con una garrafa si el energético no circula libremente.
Agrega que del tipo de gabinetes que observa el Colegio de Ingenieros Mecánicos se tienen habilitados y en perfecto estado más de 22.000, no habiéndose recibido ningún reclamo de mal funcionamiento. “Por lo que suponemos que la muestra analizada ha sido intencionalmente seleccionada de los que fueron rechazados por nuestro personal técnico”.
“Cuando se mencionan las características del gabinete, se anota que no llevan marca ni identificación, porque tienen marca de fabricante, además del sello de YPFB”.
Añade que “las citadas cajas son sólo un soporte y se han colocado siguiendo las especificaciones técnicas correspondientes, de manera que si por una mala instalación en la manipulación se podría ocasionar una rajadura y por ende se produciría una fuga, en tal caso corresponde colocar otra caja de gabinete que no sea sometida a tanta presión o mal armada como señala la nota”.
Esto se desprende de una evaluación llevada a cabo por el Colegio de Ingenieros Mecánicos de La Paz, perteneciente a la Sociedad de Ingenieros de Bolivia, y el Instituto de Investigaciones Mecánicas de la Carrera de Ingeniería Mecánica de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
En respuesta, la estatal petrolera aseguró que no recibió nunca un reclamo de mal funcionamiento y que sus equipos están plenamente garantizados.
En junio de 2008, a raíz de una denuncia de seis vecinos sobre una supuesta fuga, el presidente de la Junta de Vecinos de Alto Miraflores Norte, Wálter Herrera Barrios, expresó sus reparos sobre la seguridad de los gabinetes de gas natural instalados en la zona.
Éstos son las cajas o armarios que contienen los medidores de consumo y los reductores de presión del energético que fluye a los domicilios.
En atención a esa preocupación, la junta vecinal decidió someter a revisión técnica una de estas cajas y encomendó el trabajo al Colegio de Ingenieros Mecánicos de La Paz y a la Carrera de Ingeniería Mecánica de la UMSA.
El presidente del Colegio, Alejandro Mayori, explicó que una vez efectuado el diagnóstico en el gabinete, se comprobó que éste presentaba una fisura en una unión enroscada que daba lugar a fugas. La fisura pudo deberse a un ajuste excesivo, a un mal alineado, a deficiencias en la fabricación, en el ensamblado o fallas de fabricación.
Además, no se pudo establecer dónde se ensamblan los gabinetes ni se pudo verificar la marca, modelo, serie y certificación de calidad. Por otra parte, en algunas tuberías se evidenció una soldadura manual.
Mayori explicó que al no existir en Bolivia una normativa sobre gabinetes, la Superintendencia de Hidrocarburos adoptó la norma argentina denominada NGA-235, la que exige que los gabinetes fabricados o importados deben tener obligatoriamente una certificación de calidad emitida por una entidad competente. Certificado que no se pudo encontrar en el gabinete objeto de análisis.
La certificación es una garantía de que los gabinetes son óptimos y seguros para su instalación y funcionamiento sin riesgo alguno para el usuario. Dicha certificación es el criterio especializado de una tercera entidad, la que en Bolivia debería ser emitida por el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca), única institución autorizada en el país para realizar esta labor.
La Unidad de Comunicación de YPFB, en respuesta al informe del Colegio de Ingenieros Mecánicos de La Paz, informó que en su momento en la zona de Alto Miraflores Norte se hizo una inspección conjunta con la presencia de un notario de fe pública y ocho técnicos de empresas instaladoras.
Esto para consultar “vecino por vecino” en el barrio Señor de Malta si habían tenido algún problema o peligro de fuga a raíz de la instalación de gas natural o si tenían conocimiento de que algunos de sus vecinos tuvieron algún inconveniente.
Según YPFB, la respuesta que se recibió fue “que no han tenido ningún problema y que más bien habían sido inducidos y atemorizados por el presidente de su Junta de Vecinos, Wálter Herrera, para que exista una desconfianza entre los usuarios, creando con tal actitud una cortina de humo para tapar los abusos y cobros indebidos que el señor Herrera realizó”.
La estatal petrolera recordó que hasta el momento efectuó 60.000 conexiones de gas en todo el país en los anteriores cinco años y en ningún punto de la red hubo un accidente como el que se vaticina y tampoco se constituye “en una bomba de tiempo”, porque no está sometida a presión, como puede ocurrir con una garrafa si el energético no circula libremente.
Agrega que del tipo de gabinetes que observa el Colegio de Ingenieros Mecánicos se tienen habilitados y en perfecto estado más de 22.000, no habiéndose recibido ningún reclamo de mal funcionamiento. “Por lo que suponemos que la muestra analizada ha sido intencionalmente seleccionada de los que fueron rechazados por nuestro personal técnico”.
“Cuando se mencionan las características del gabinete, se anota que no llevan marca ni identificación, porque tienen marca de fabricante, además del sello de YPFB”.
Añade que “las citadas cajas son sólo un soporte y se han colocado siguiendo las especificaciones técnicas correspondientes, de manera que si por una mala instalación en la manipulación se podría ocasionar una rajadura y por ende se produciría una fuga, en tal caso corresponde colocar otra caja de gabinete que no sea sometida a tanta presión o mal armada como señala la nota”.
El plan estratégico de YPFB pretendía hacer en la gestión anterior más de 100.000 conexiones domiciliarias. El bajo costo es el principal beneficio para la población, porque por 897 pies cúbicos de gas natural al mes, que es un requerimiento promedio, cancelará 20 bolivianos en lugar de los 45 bolivianos que eroga por dos garrafas de gas licuado de petróleo (GLP) en el mismo periodo. La instalación de la red y equipo cuesta 300 dólares.
Las fallas se corrigen
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) aclaró que en caso de fallas en los equipos de instalación de redes de gas domiciliario, se los cambia inmediatamente.
En consecuencia, y cumpliendo su labor de servicio a la sociedad, la estatal petrolera informó que el gas natural domiciliario se seguirá instalando en todas las regiones del país, tomando como base la seguridad y el buen uso del material como elementos fundamentales.
De acuerdo con la nueva Constitución Política del Estado, Yacimientos debe hacerse cargo de toda la cadena productiva de los hidrocarburos y de la instalación de las redes de gas domiciliario.
Este proceso se llevará adelante desde marzo, cuando las empresa privadas que están a cargo de este servicio concluyan sus contratos, como Sergas, en Santa Cruz; Emcogas, en Cochabamba, Emcogas y Emdigas, en Sucre; Emtagas, en Tarija, y Cosermo, en Monteagudo.
No hay norma nacional
El Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca) informó que en Bolivia no existe una norma que vigile la calidad de las cajas de regulación y medición de gas natural. Además, considera que la utilización de una normativa del exterior debería pasar por una certificación interna.
El responsable de comunicación del Ibnorca, Rolando Mendoza, explicó que la información de la norma vigente en Argentina puede ser utilizada para algunos elementos.
Sin embargo, esa normativa fue elaborada para medir equipos de redes de gas natural que se instalarán en una región geográficamente distinta a la de Bolivia.
“En el caso de La Paz, estamos en una región con altura y algunos elementos deberían someterse al análisis o certificación de una tercera entidad”. El Ibnorca, por decreto supremo, tiene la misión de elaborar normas bolivianas, pero en el caso de las redes de gas natural, no ha recibido un orden expresa para trabajar en ello.
Más datos
La estatal petrolera está a cargo de las redes de gas en la mayor parte del territorio nacional.
Hay empresas privadas en Cochabamba y Tarija que están a punto de cumplir su contrato.
El Gobierno quiere masificar en cinco años el servicio de gas domiciliario en el país.
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