EEUU va camino de la autosuficiencia energética gracias al fracking, la fracturación hidráulica que permite obtener gas y petróleo. Ha pasado de importador a exportador de combustible. Con el fracking obtiene el gas de esquisto, conocido como ‘shale gas’ o no convencional. Para Bolivia esta situación genera desafíos, porque Brasil y Argentina, principales importadores del gas boliviano, siguen los pasos de EEUU.
El analista energético Francesco Zaratti afirma que sobre los boyantes precios de exportación del gas boliviano a Brasil y Argentina se ciernen algunos peligros. “Existe una amenaza latente, aunque no inmediata, pero que debería ser motivo suficiente para pensar en diversificar los mercados de exportación, después de garantizar la existencia de suficientes reservas de hidrocarburos”, precisó.
Las exportaciones de gas y petróleo son el principal ingreso del país. A marzo sumaron los $us 1.655 millones (eran el 55% del total de las ventas externas).
Además, mientras el precio de exportación a Argentina es 10,17 $us/MMBTU, y a Brasil 8,64 $us/MMBTU, en el mercado internacional hoy se cotiza en 4,53 $us/MMBTU.
Mirar la competencia
La competencia del gas producido de yacimientos de esquisto (‘shale gas’) se debe tomar en cuenta. En este caso es Argentina la potencia continental que, en el momento que llegara a explotar su inmensa riqueza (más de 700 TCF versus los 10 TCF de Bolivia en gas convencional), se volvería un productor mundial y podría muy bien renunciar primero al gas que hoy importa y luego exigir una nivelación del precio del gas boliviano al precio interno de su shale gas.
El exministro de Hidrocarburos, Alvaro Ríos, confirma que si hay condiciones de inversión masiva el yacimiento en Argentina (Vaca Muerta) puede autoabastecer al vecino país, pero que bajo el esquema actual y la coyuntura, no podrá darse rápidamente esto en Argentina.
“Brasil está más lejos que Argentina en el desarrollo de su gas de esquisto por la poca información geológica y porque el programa Prongas no fue exitoso. En el corto a mediano plazo podemos respirar tranquilos, pero más adelante, si las inversiones se asientan fuertemente en ambos países la ecuación se puede revertir”, advirtió
Para Carlos Miranda, ex super -intendente de Hidrocarburos, todavía no se conocen operaciones de exportación de shale gas por algún productor a otro país. Por tanto, no se tiene antecedentes de precios que compitan con el gas convencional.
Posiciones divergentes
Saúl Escalera, experto en petroquímica del gas natural, explicó que la producción de shale gas es muy costosa y por ello no debiera preocupar al país por lo menos en los próximos 10 años.
Sin embargo, para el analista Carlos Delius el escenario de precios es difícil de predecir, porque depende de cómo se desarrolla Vaca Muerta para el caso del mercado argentino, si se consigue producir petróleo además de gas (buena probabilidad) el precio del gas puede ser presionado y si el éxito es proporcional al tamaño del recurso, entonces es probable que se tenga una cantidad de gas capaz de presionar los precios regionales.
El ex ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, señaló que se debe estar atento a lo que sucede en Brasil y en Argentina, ya que son los únicos mercados de corto plazo de gran tamaño. “Determinados movimientos sociales y la llamada "Guerra del gas" lastimaron profundamente al sector hidrocarburos boliviano, dado que se perdió la oportunidad de vender LNG, ello nos resta competitividad”, cuestionó.
Se hicieron las consulta sobre el tema al Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia, la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía y a las empresas petroleras que operan en el país Repsol y Petrobras, pero no contestaron hasta el cierre de edición. Fuentes de las petroleras indicaron que es ‘un tema delicado’ y prefieren no emitir una opinión que se malinterprete
No hay comentarios:
Publicar un comentario