martes, 20 de mayo de 2014

Obras en planta de urea y amoniaco, sin avance

El inicio del funcionamiento de la planta estaba previsto para octubre de 2015, fecha diferida para principios de 2016. Según YPFB, los terrenos en Bulo Bulo, donde se construye la planta, no son los apropiado.

Estrictas medidas de seguridad y excesivo hermetismo rodean la construcción de la planta de amoniaco y urea, en Bulo Bulo, que ya lleva retraso y cuya puesta en marcha fue diferida de octubre de 2015 a los primeros meses de 2016.

La excesiva humedad del suelo, sumada a una prolongada temporada de lluvias y demasiado tiempo invertido en el saneamiento de tierras son algunas de las causas para el retraso en las obras, según datos oficiales y conversaciones con vecinos del lugar.

Semanas atrás, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, en una visita a esta ciudad, declaró que el avance era de 5 a 10 por ciento debido a que los estudios iniciales señalaban que el terreno de Bulo Bulo era apropiado; pero ya en campo, resultó que no era así y que la empresa coreana Samsung, a cargo de la obra, realizaba nuevos estudios para ver qué tipo de materiales podría emplear.

“Esperamos que en el transcurso de las próximas semanas ya subsanemos (el problema) y vamos a continuar trabajando en el compromiso que tenemos con Samsung, que es entregar ya en plena operación los primeros meses del 2016”, comentó en esa ocasión.

En una visita al lugar, se pudo verificar que, a pesar de la seguridad y de las instrucciones superiores de no brindar información a nadie, el retraso de la obra es conocido por el pueblo y por las autoridades de los municipios de Entre Ríos y Bulo Bulo.

“Nadie pude ingresar a la planta, totalmente cerrado está, nadie sabe lo que se están haciendo, sólo vemos ingresar equipo pesado. Hay mucha seguridad. Cuando hay día soleado nos llega una polvareda fatal y no sabemos dónde quejarnos, no nos escucha nadie”, sostuvo María Elena Tapia, afiliada al Sindicato 23 de Marzo, que el año pasado cedió terrenos para la construcción del proyecto.

El representante del Comité de Control Social del Proyecto Amoniaco y Urea, Elmer Rojas; el alcalde de Entre Ríos, Aurelio Rojas; y el de Bulo Bulo, Marcelo Condori, coincidieron en que los trabajos en el campamento se realizan con mucho hermetismo y cuando solicitan información sólo reciben datos generales.

Carlos Figueroa, un vecino dedicado a la producción lechera, comentó que al margen de la socialización del impacto socioeconómico de la ferrovía Bulo Bulo-Montero, “los vecinos no conocen nada del proyecto, porque todo lo que hacen los de Samsung y YPFB es secreto de Estado”.

Debido a una confusión en el sistema de seguridad, el equipo de Los Tiempos ingresó el pasado miércoles al área de operaciones y en un breve recorrido verificó gran movimiento de tierras, la instalación de campamentos y oficinas de Samsung y YPFB, la nivelación de suelos, levantamiento de estructuras metálicas y se pudo observar que las excavaciones para las fundaciones están anegadas.

Algunos técnicos de YPFB y de la contratista Samsung informaron, extraoficialmente, que desde el 12 de septiembre de 2013 a la fecha las obras civiles tienen un avance del 25 por ciento con la movilización de 400 trabajadores y más de 60 unidades de maquinaria pesada.

Más de una decena de técnicos e ingenieros de YPFB y de la contratista Samsung se excusaron de brindar información sobre los trabajos en la planta, señalando que no tienen autorización y que solamente pueden hacerlo Villegas o el gerente de construcciones de Samsung, Park Scong Kook. Puesto que ninguno de los dos vive en Cochabamba, este medio envió un cuestionario a Villegas; pero no hubo respuesta hasta el cierre de esta edición.

Rojas y los alcaldes de Entre Ríos y Bulo Bulo coincidieron en señalar que la primera causa del retraso en las obras fue la demora en el saneamiento de tierras y la segunda fue la lluvia.

“Todas las empresas que se han adjudicado las obras no pueden avanzar. Las lluvias están ocasionando grandes perjuicios, nada se puede avanzar desde noviembre. Hay que reajustar el contrato de construcción”, opinó Elmer Rojas.

Tanto Condori como su par de Entre Ríos, demandaron de YPFB redoblar esfuerzos para recuperar el tiempo perdido, si es posible subcontratando a varias empresas internacionales que están especializadas en la fabricación de equipos y montaje electromecánico de las plantas de Urea y Amoniaco.

Con la experiencia se haber trabajado en empresas extranjeras, el dirigente del Comité de Control Social del Proyecto, señaló que la empresa Samsung debería trabajar hasta tres turnos diarios para cumplir el contrato, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan.

Según el proyecto, la planta debía comenzar a producir 2.100 toneladas métricas diarias de urea antes de concluir el 2015.

La urea granulada, derivada del gas natural, aporta nitrógeno a los suelos cultivables y es uno de los mejores fertilizantes. Actualmente, ya es considerada un commodity en el mercado mundial.

ANÁLISIS

Bernardo Prado Liévana, Director de Hidrocarburos, Bolivia.com

Inconvenientes que impiden su desarrollo

La planta de amoniaco y urea de Bulo Bulo, que se construye en la provincia Carrasco de Cochabamba, ha venido encarando una serie de inconvenientes que impiden su desarrollo, desde problemas legales relacionados a los derechos propietarios de los terrenos donde se construye, pasando por retrasos en la contratación de la supervisión de la obra, estudios geotécnicos poco precisos sobre la estabilidad de los terrenos y factores climáticos, principalmente lluvias.

Pese a todo eso, según autoridades gubernamentales que estuvieron hace poco supervisando la obra in situ, el avance global del proyecto tiene un retraso del 5 por ciento y existe el compromiso de recuperar el tiempo perdido por parte de la empresa encargada de ejecutar el proyecto, recurriendo a horas extraordinarias o contratación de empresas especializadas.

Los proyectos de esta magnitud requieren que todas las piezas que lo hacen viable se encuentren sincronizadas para poder operar en condiciones técnicas y económicas favorables.

¿De qué serviría tener la planta lista para producir si no se tienen también listas las vías y la logística para sacar esa producción hacia las fronteras (Brasil o Argentina) o puntos de comercialización internacional?

Supongamos por un momento que tendremos la planta y la vía férrea Bulo Bullo-Montero, en proceso de consulta con los afectados, listas a tiempo; ¿tenemos el mercado para comercializar esa producción?

Los bolivianos debemos tener muy en cuenta que exportar urea no es lo mismo que exportar gas, las complejidades en este tipo de mercados son mayores y son esas complejidades las que pueden opacar el panorama y los resultados de la industrialización. Lo ideal, aunque difícil, sería buscar compradores a largo plazo para la urea que se produzca en Bulo Bulo. Existen empresas de talla mundial como Samsung o Marubeni que bien podrían demandar la producción que generen los procesos de industrialización del gas que Bolivia tiene.

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