El Gobierno afirmó ayer que la eliminación del subsidio a los carburantes, que para el próximo año llegará a 900 millones de dólares, debe partir del "pueblo boliviano”.
"Nosotros les hemos dejado la tarea a la gente, les hemos dicho que si quieren que modifiquemos (la subvención) que parta del pueblo boliviano”, afirmó el ministro de Economía, Luis Arce, según un reporte de ABI.
El lunes, la autoridad aseguró que los recursos que se erogan para el subsidio de los combustibles están garantizados para el próximo año, cuando se prevé que llegará a 900 millones de dólares, de acuerdo con las estimaciones del Presupuesto General del Estado (PGE) 2014.
El monto es inferior en 160 millones de dólares si es comparado con el de 2013 y según el Gobierno la rebaja se debe al funcionamiento de la planta separadora de líquidos de Río Grande, en Santa Cruz, a la instalación de gas domiciliario y a la reconversión de vehículos a gas natural vehicular (GNV).
Arce aseguró que el Gobierno en 2010 ya planteó la eliminación del subsidio a los combustibles, propuesta que fue rechazada por la población con "una ceguera política”.
"Era difícil de que acepte la población, pero como gobernantes tomamos la decisión porque era el camino correcto”, dijo.
La autoridad agregó que el Ejecutivo quiere un Estado "fuerte”, que contribuya a la población y "no subvencione a los brasileños, paraguayos, peruanos y chilenos”, que contrabandean carburantes bolivianos baratos en las fronteras.
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