Hace una década que se empezó a destacar el desarrollo de hidrocarburos no convencionales (shales) en EEUU y que está gestando un nuevo paradigma en la industria energética mundial. Los altos precios de los hidrocarburos alentaron tecnología para fracturamiento hidráulico y perforación horizontal, que permitieron destrabar ingentes cantidades de recursos hidrocarburíferos atrapados de zonas geológicamente conocidas como lutitas (shales).
A continuación presentamos un análisis de los beneficios de estos desarrollos en EEUU y unas comparaciones y reflexiones sobre los impactos en nuestra región.
El impulso definitivo al ‘shale gas’ y posteriormente al ‘shale oil’ se originó en EEUU hace una década en la formación Barnett, cuando los precios de los hidrocarburos comenzaban su escalada mundial por efecto de la demanda.
El 2003 los precios del petróleo oscilaban entre 20 y 30 $us /Bbl, llegando a un pico el 2008 de 140 $us/Bbl para luego estabilizarse hasta nuestros días en algo más de 100 $us/Bbl.
Durante el periodo 2004-2013 (10 años), en EEUU se han perforado aproximadamente 120.000 pozos con fracturamiento hidráulico para desarrollar shales en 7 formaciones (Bakken, Barnett, Eagle Ford, Haynesville, Marcellus, Niobrara y Permian Basin).
Es decir, un promedio de 12.000 pozos por año.
El escenario en Argentina
Para efectos comparativos, en Argentina se han perforado, hasta la fecha, 170 pozos con fracturamiento hidráulico (tipo piloto) en la formación Vaca Muerta, una de las más prolíficas del mundo, por su alto contenido de hidrocarburos, líquidos y por el espesor de la formación.
La producción de ‘shale gas’ en Estados Unidos llegó el 2013 a 26 billones de pies cúbicos día (BPCD) y la de ‘shale oil’ a 3,5 millones de barriles por día (MMBPD).
Esta producción combinada de ‘shale oil’ y ‘shale gas’ representa aproximadamente 8,61 millones de barriles equivalentes por día (MMBEPD), que es ya superior a la producción combinada de Mexico y Venezuela de petróleo y gas natural convencional que esta en 7,6 (MMBEPD).
Beneficios económicos
Resulta importante analizar la cantidad de dólares que Estados Unidos ha evitado de mandar fuera para importar petróleo y gas natural, que ahora lo produce internamente de los ‘shales’.
Si integramos la producción de ‘shale gas’ de 2004 a 2013 y tomamos un precio de importación de 8 $us/MMBTU, se han ahorrado la módica suma de 340.000 millones de dólares.
Si valoramos el gas a 12 $us/MMBTU, el ahorro es cercano a los 508.000 millones de dólares.
Si hacemos lo mismo para petróleo y valoramos la producción de shale oil a 90 $us/Bbl, se estima un ahorro de 34.000 millones de dólares.
Un ahorro total estimado promedio de 458.000 millones de dólares en 10 años y un ahorro promedio anual aproximado de 46.000 millones de dólares (46 billones anuales de dólares) solo en importaciones de energía.
A esta exuberante cifra deberíamos añadirle otros beneficios económicos por las recaudaciones percibidas por regalías, así como la ampliación del empleo directo e indirecto por los servicios nacionales y por los que ahora viene exportando gradualmente al mundo.
En una entrega de septiembre de 2012 manifestábamos que el presidente estadounidense, Barack Obama, fue relegido gracias a la magia de los ‘shales’ que impactó en la economía de su país.
Impactos en la región
Por déficit en exploración, a pesar del enorme potencial, en América Latina los terminales de regasificación para importar gas natural de otras regiones del planeta continúan incrementándose, mientras que en EEUU los terminales de regasificación que se construyeron se revierten para exportar gas a varios lugares del planeta, incluyendo Latinoamérica.
De igual forma, Estados Unidos nos viene haciendo cada vez más adictos a sus derivados del petróleo, que produce en sus mejoradas refinerías a partir de ‘shale oils’, principalmente de diésel oil.
Más aún, viene complicando desarrollos petroquímicos que se venían proyectando.
Una frase para recordar en nuestra nostálgica Latinoamérica.
El mundo se mueve con tecnología y no con ideología
PERFIL
Experto en hidrocarburos
Es actual socio-director de Gas Energy Latin America y Drillinginfo. Lidera estudios y realiza asesoramiento en temas de hidrocarburos con foco en la cadena de gas natural, energía eléctrica y petroquímica.
Fue Secretario Ejecutivo de Olade entre 2006 y 2007, y ministro de Hidrocarburos entre 2003 y 2004. Se graduó como ingeniero químico de la Universidad de Texas A&M (1983) y realizó estudios de posgrado
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