Mientras la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) afirma que radicaliza operativos de control y que decomisa cientos de vehículos chutos en La Paz, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz, la venta ilegal de gasolina y diésel se expande a nuevas zonas rurales del país. Si desde hace tres años la comercialización ilegal de carburantes se centra en Yapacaní, San Germán, Chapare y San Julián, ahora surgen nuevos puntos en otras rutas del país. La ruta internacional que vincula a Bolivia con Argentina, atrae a los revendedores de combustibles.
Un equipo periodístico recorrió la ruta Santa Cruz-Yacuiba (580 km) y constató la aparición de más de una treintena de negocios dedicados a esta actividad. El litro de ambos carburantes oscila entre Bs 5 y 6. Lo extraño del caso es que en toda la carretera hay surtidores que tienen gasolina, diésel y gas natural vehicular, por lo que no se justifica el surgimiento de estos puntos.
A solo 40 kilómetros de la capital cruceña, los primeros puntos se sitúan en la localidad de Basilio, luego en Zanja Honda y se distribuyen en Mora, donde inclusive se comercializa carburante al lado del Organismo Operativo de Tránsito.
A 50 metros antes de llegar al retén de Mora hay una media docena de puestos.
Una vez que se pasa el retén, hay quioscos camuflados de venta de cerveza, gaseosas, galletas e incluso restaurantes que expenden el carburante en Bs 5 y 6, todo a plena vista de las autoridades locales.
La ilegalidad avanza a Río Seco, donde hay seis negocios. Estos puntos comercializan tarjetas telefónicas de Entel, Tigo y Viva. Unos kilómetros más se llega a Abapó. Un restaurante donde venden pescado también se dedica a la actividad ilícita. En el área hay varias ‘taperas’ donde venden el carburante, todo a la vista de la población, de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), de los militares y de la Policía.
COA en Abapó
Si bien se destaca la presencia del Control Operativo Aduanero (COA) en el retén de Abapó, que fiscaliza todo ingreso de mercancía ilegal; sin embargo, la expansión del comercio ilegal de combustibles gana terreno y se impone a medida que avanzamos en el recorrido.
Una prueba de ello es la venta de gasolina y diésel en un punto Tigo, centro ubicado en una esquina de la carretera en Boyuibe. Posteriormente viene la localidad de Palma Grande, Los Sotos y Villa Montes en los que también se detectó algunos ‘focos’ ilegales.
En anteriores días, la presidenta de la Aduana, Marlene Ardaya, señaló que desde los primeros momentos en que se anunció acciones, inteligencia del COA y la Aduana operaron en Santa Cruz, como por ejemplo en Boyuibe y otras regiones de este departamento, donde se capturaron 12 vehículos, incluso algunos de lujo con placas clonadas. Sobre la venta ilegal de gasolina no se emitió comentarios. Empero, algunas fuentes de esa institución fiscalizadora aclararon que el tema es de exclusiva competencia de la ANH y de los militares.
¿Compromiso?
La titular de la Aduana asegura que existe un compromiso del Ministerio de Gobierno, de la Policía y de Diprove para actuar de forma conjunta; no obstante, evita hablar del número de oficiales en la lucha. Respecto a las FFAA y la ANH no hizo comentarios.
Chutos
La ANH y la ANB informaron que mediante el sistema informático Bolivia de Sistemas de Autoidentificación (B-Sisa) se identificaron 33.697 chutos que circulan en el país. Los autos ilegales incautados pasan las 80 unidades. Sobre la venta ilegal de gasolina no se pudo contactar al director Gary Medrano.
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