El petróleo bajó ayer tras anunciarse malos indicadores asiáticos y que Arabia Saudí, el mayor productor mundial, compensará con un ajuste fiscal su menor renta petrolera, pero sin tomar medidas de apoyo al mercado.
El barril de light sweet crude (WTI, de referencia en Bolivia), para febrero, perdió 1,29 dólares a 36,81 y dejó por el camino buena parte de lo que ganó la semana pasada.
En Londres el barril de Brent, también para febrero, bajó 1,27 dólares a 36,62 y por cuarta sesión consecutiva se cotizó casi igual al WTI.
Los precios de ambos tipos de crudo comenzaron a acercarse luego de que Estados Unidos levantó el 18 de diciembre su prohibición de exportar crudo, observó la firma ClipperData.
El Gobierno de Arabia Saudita, el mayor productor mundial, presentó un austero presupuesto con eliminación de subsidios y aumentos de 50% en el precio de la gasolina.
Para Kilduff, Riad mostró que prefiere cubrir su agujero fiscal con mayores gravámenes a su población antes que aumentar los precios del crudo. "Arabia Saudita se prepara para (un marasmo del mercado) a largo plazo”, precisó.
La oferta, además, no encuentra cómo disminuir. Irán, ya libre de sanciones económicas por su programa nuclear, "ha recordado que hará de las exportaciones de petróleo su prioridad en 2016”, dijo Tim Evans, de Citi.
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