El gas boliviano, en su mejor momento, representaba ampliamente el 70% del consumo brasileño, pero hoy la participación disminuyó al 31% debido a las otras fuentes de suministro que tiene el principal mercado de Bolivia.
Así lo revela un último análisis denominado Brasil, el GNL y el gas boliviano, publicado en la edición número 99 de septiembre-octubre de la revista Petróleo y Gas que publica la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE).
Brasil, en la actualidad, consume alrededor de 110 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) de gas natural, de los cuales importa 25 MMmcd de Gas Natural Licuado (GNL), 30 MMmcd desde Bolivia y el resto provee la producción local.
Según la proyección de una consultora brasileña, el gigante de Sudamérica llegará a consumir 150 MMmcd en 2019 y casi 300 MMmcd de gas natural en 2030. Dentro de cuatro años vence el contrato de compraventa suscrito con Bolivia.
Este crecimiento del mercado del gas puede permitir a Bolivia que siga como un proveedor importante, aunque "probablemente en otras condiciones a los actuales términos de precios”, subraya el análisis.
Sin embargo, Marco Tavares, presidente del Consejo Administrativo de Gas Energy Brasil, señala que "nos preocupa Bolivia más allá de 2019. Es una incertidumbre como productora de gas y como participante de ese crecimiento del mercado de Brasil”.
El ejecutivo explicó que en medio de la crisis económica y política, el mercado de energía de Brasil sigue realizando inversiones.
"La nueva ley del gas dispone hasta el final de esta década que todos los gasoductos de Brasil tendrán libre acceso. Las empresas pueden utilizar estos activos accediendo a un concurso público”, remarcó el experto.
En la canasta de necesidades de Brasil, el gas boliviano tiene una participación menor, si se la analiza con respecto a su importancia cuando comenzó la exportación, a finales de los años 90.
En aquel entonces, sostiene el análisis, el país vecino apostó con todo por el desarrollo del gas boliviano, tanto que financió el desarrollo de los megacampos, la construcción de los gasoductos (Gasbol, Gasyrg) y la infraestructura necesaria para su distribución en su territorio.
"En su mejor momento, el gas boliviano significaba ampliamente el 70% del consumo brasileño; hoy es del 31%”, precisa.
El GNL y la producción local registraron un crecimiento sostenido. En cuatro años el consumo de Brasil pasó de 70 MMmcd a pico de la más de 110 MMmcd.
El inicio de la negociación
El 10 de diciembre el Gobierno aseguró que el mercado brasileño está interesado en firmar un contrato de compraventa de gas natural de entre 20 y 30 años y anticipó que el precio será mejor del que actualmente se tiene con Argentina.
Este último pagó durante este año entre 8,3 y 5,3 dólares el millón de BTU (unidad térmica británica), según datos oficiales.
La pasada semana una comisión viajó a Brasilia, el próximo encuentro será el 27 de enero en Río de Janeiro, donde se evaluarán las propuestas de ambos países.
Según el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, en la primera reunión Brasil mostró su interés para continuar abasteciéndose con gas boliviano después de 2019, señala una nota de prensa. Se espera mantener o subir precios.
El analista Hugo del Granado explica que el consumo diario de Brasil es de casi 110 MMmcd.
El 51% es producido localmente y el 49% es importado y por muchos años aún requerirá comprar más, por su crecimiento.
"Sin embargo la importancia del gas boliviano en su matriz ha bajado del 50% en 2009 a 28% en 2014; la diferencia ha sido cubierta con la importación de GLN”, precisó.
En su criterio, para que Bolivia pueda elevar el volumen exportado y recuperar el mercado perdido frente al GNL debe trabajar en la ampliación del gasoducto y ser competitivo en el precio.
Un buen factor de negociación hubiera sido que se ofrezca mayores volúmenes de gas, pero esto es difícil por el abandono exploratorio de los últimos 10 años, que ha ocasionado el estancamiento de las reservas probadas.
"Es muy posible que tenga que aceptarse el cambio de referencia en la fórmula del cálculo de precios y tendrá que pensarse en una fórmula con referencias mixta de fuels y a precios de GNL”, observó.
Precios y negociaciones con Brasil
Valor En el análisis publicado en la revista Petróleo y Gas se menciona que el GNL en Río de Janeiro, según datos del Grupo de Economía de la Energía de Brasil, con fuente en la Federal Energy Regulatory Commision and Waterborne Energy, pasó de $us 15,1 en junio de 2013 a $us 7 por billón de BTU a mediados de 2015.
Expansión El mercado de GNL crece a 7% por año desde el año 2000. Hay 38 plantas de licuefacción en 21 países.
Discusión El experto Hugo del Granado observa errores en las primeras reuniones para negociar el nuevo contrato. Por ejemplo, no hacerlo con el Ministro, sino con el Secretario Ejecutivo del Ministerio de Energía. Las tratativas tienen que darse con Petrobras, al igual que la firma del contrato, no con autoridades políticas.
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