lunes, 14 de diciembre de 2015

El contrato de venta de gas al Brasil fenece el 2019.

Pese a un marcado optimismo del Gobierno, según expertos, la actual coyuntura de precios bajos del petróleo que cada día va en descenso, es uno de los mayores puntos en contra que afectará de manera significativa en los próximos cuatro años de negociación para arribar a la firma de un nuevo contrato de venta de gas al Brasil, cuyo compromiso de 20 años de duración se cierra el 2019.

Según Hugo del Granado, experto en el tema, esos precios bajos están a todo nivel, como en el caso del gas natural líquido (GLN) que se transporta por "metaneros" (buques)se encuentra en $us 6,45 el millón de BTU (Unidades Térmicas Británicas) en Oceanía. Ese bajón se aprecia en otra referencia que es el Henry Hub cuyo precio está apenas $us 2,20 el millón de BTU y una tercera referencia usada en el contrato vigente de Bolivia con el Brasil es el barril del crudo WTI (West Texas Intermediate en ingles) cuyo precio cayó a $us 36,18 en el reporte al día viernes pasado.

"El problema es con qué referencia vamos a negociar, el WTI, el Henry Hub o el LNG. Lo más saludable sería que se busque un mix de diferentes combustibles para tener un parámetro oficial", argumentó.

A ello se suman variables inherente a precios, volúmenes, logística, parámetros de referencia, calidad, entre otras consideraciones que serán parte de una agenda en los tres años venideros hasta arribar al 2019. En ese ámbito, Álvaro Ríos, Consultor de Gas Energy, destacó que ya se inicie con la negociación de manera oportuna; pero en la misma medida predijo que tomará al menos tres años intensos de negociación.
"Va a ser una negociación complicada, larga y compleja. Es oportuno que el contrato comience a debatirse a la cabeza de las comisiones técnicas de YPFB y Petrobras del Brasil, para llegar a junio 2019 con un resultado definitivo, cuya fecha se cierra el actual compromiso vigente", remarcó.

Las variables en cuestión. Ríos describe que la negociación necesariamente deberá implicar un debate técnico, de mucha sinergia entre ambos países, bajo un adecuado cronograma y sobre todo debe dejar de lado el "ámbito político".

Entre las variables que toda negociación de un contrato vincula para el debate tienen que ver con la fijación de los periodos de renovación de los contratos, la fórmula de precios, los volúmenes mínimo y máximos a definir, las tarifas de transporte que deben establecerse con un gasoducto que ya se encuentra depreciado, el fijar establecer precios referenciales en función a los parámetros como el petróleo, son entre otros son los aspectos técnicos a ser tratado entre ambos países.

"Cada una de ellas deben ser debatidas y consensuadas entre ambas partes. Lo importante de todo esto es que Brasil necesita de gas por lo menos por los próximos diez años y Bolivia también requiere de esos recursos por venta de gas. Por lo tanto hay un complemento y una sinergia que permitirán arribar a buen entendimiento", argumentó Ríos.

Por su parte, Del Granado, reiteró que las condiciones a diferencia del contrato de 1999 serán muy duras, a menos de que Brasil necesita del gas boliviano. "Hay que dotarse de los mejores negociadores, por lo que la parte boliviana debe dotarse de buenos profesionales de experiencia", apuntó.

Parámetros de referencia. El otro atenuante, es que el negocio del gas al convertirse en "commoditie", se ha hecho global, por lo que su negociación representa complejo, dado que no sustituye al Fuel Oil, como establece el contrato de 1999.

Según el boletín bimensual de la Revista Petróleo & Gas, argumente que en el inicio del contrato de 1999 entre Brasil y Bolivia, se fijó el combustible al que iba a sustituir el gas natural en el mercado brasileño: el contaminante fuel oil, pero no solo uno, sino una canasta de tres mercados internacionales. Luego en 2006 ingresó otro componente, el diesel oil, para la fórmula de precios de venta a Argentina. También en este caso se mantuvieron los tres fuel oil.

"Ahora esa situación no podría darse, dado que en Brasil hay mucha presión para que los precios bajen y no solo eso, piden que se tome el parámetro de Henry Hub, como vemos es un precio muy bajo. Por eso va ha depender de una gran capacidad negociadora", enfatizó Del Granado.

Fórmulas y decisiones audaces. El experto en hidrocarburos, Bernardo Prado, ante todo el país debe tener clara la certificación de reservas para que ambas partes sepan con qué se cuenta a qué se atiene para consolidar un contrato. Luego se debe establecer las condiciones del contrato en cuanto a la modalidad, y un tercer paso se refiere a la fórmula del contrato. "Si estamos hablando de diez o 20 años se debe tener garantizado las reservas de gas, además de la fórmula que permitirá en base a qué factores se va establecer el precio. Hay no sabemos si vamos a seguir en función al precio del petróleo", puntualizó.

Entre las decisiones audaces, Prado sugiere de manera contundente, que Bolivia debe dejar de pensar exportar el gas en su fase de materia prima al Brasil, incorporando otras apuestas vinculadas a inversiones para constituirse en socias de plantas termoeléctricas del Brasil, cuya operación se realiza con el gas boliviano como en el caso de Cuiabá, en manos privada.

En ese ámbito, enfatizó que la negociación transversalmente de ir enfocado a sentar sinergia con empresas privadas brasileñas del sector energético. "La mejor manera que tiene Bolivia en este momento de recibir un mejor precio por el gas que exporta al Brasil, independientemente del precio del petróleo, consiste en que ENDE se haga del paquete accionario, por ejemplo, de la termoeléctrica en Cuiabá. Ahí tendríamos un valor agregado, porque estaríamos generando energía eléctrica al Brasil con el gas boliviano. Sería una manera de internacionalizar una empresa", precisó.

Panorama
'El gobierno alienta hacia una exitosa negociación'



1 Apertura. Luego de la reunión del gobierno boliviano con sus pares brasileños en Brasilia, el Ministro de Energía e Hidrocarburos de Bolivia, Luis Alberto Sánchez, sostuvo que lo importante es que hay interés del vecino país con renovar y ampliar el contrato de venta de gas, cuya negociación recién empieza a concretarse.

2 Brasil. Hasta donde pudo conocer El Día, Petrobras propuso ser socio de Bolivia en la Planta petroquímica de Tres Lagunas. Por otro lado, Bolivia hizo una oferta para la venta de Gas Licuado de Petróleo (GLP) y Gas Natural Licuado (GNL).

3Propuesta. Si bien los expertos sugieren abrir nuevas estrategias de negociación basadas en que Bolivia a través de YPFB y ENDE puedan ser parte del paquete accionario de las termoeléctricas en Brasil en procura de generar mayor valor agregado por venta de gas; esta postura aún no ha sido exteriorizada y menos descartada por el gobierno.

4 Diversificar venta. Lo que sí exteriorizó el ministro del área, Sánchez, es diversificar la venta de gas sin salir del perfil exportador de materia prima, pero sí ampliando la cartera de clientes. Esa apertura busca incorporar al sector privado, con lo que se prevé comercializar mayores volúmenes y otros carburantes a ese país, como el Gas Natural Licuado (GNL) y Gas Licuado de Petróleo (GLP). "Antes teníamos un mercado que era exclusivo de Petrobras, ahora se abrió un mercado para todo Brasil, eso es muy importante porque YPFB como ENDE pueden buscar nuevos clientes. Nuestra cartera de clientes se abrió en el mercado brasileño", dijo Sánchez.

5 Parámetros. Hasta donde pudo conocer El Día, Bolivia pretenderá mantener los parámetros actuales en termino de fórmulas que acrediten un precio razona para garantizar por otros 20 años de ingresos.

Balance
La exportación de gas fue casi el 50% del PIB



Ingresos. Si bien no se ha dado a conocer cuál es el volumen total de gas exportado entre 1999 y 2015 de gas al Brasil, otros reportes señala que la venta de gas, incluido Argentina, alcanzó un crecimiento notable. En 2006 las exportaciones alcanzaron un ingreso anual de $us 1.967 millones, en cambio en 2013 como fruto de los altos precios del petróleo que superó los $us 100 el barril, se logró un ingreso de $us 6.113 millones. La debacle fue este año, cuyos ingresos según el INE cayeron en $us 37%.

Promedio. Otro reporte de Gas y Energía publicado por la Cámara Boliviana de Hidrocarburos, señala que la venta de gas natural a los mercados brasileño y argentino, en promedio supera el 43 % del valor total de las exportaciones del país. Llegó a la mitad en 2013, mientras que en 2014 cubrió el 46%. En 2009 y 2010 la participación porcentual era menor al 40%, de acuerdo con los informes anuales del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Dos mercados. Brasil y Argentina son los mercados a los que el país exporta gas natural. El primero es una plaza que se abastece del energético boliviano desde el 1 de julio de 1999, el contrato de compraventa está suscrito entre YPFB y Petrobras, conocido como GSA (Gas Supply Agreement). Entre tanto, el otro comprador es un tradicional consumidor, aunque con distintos contratos se provee de gas desde 1972, el que está en vigencia es entre Enarsa y YPFB, acuerdo suscrito en octubre de 2006.

Punto de vista

Francesco Zaratti
Físico y experto energético



"Se debe incursionar con gas en negocios energéticos"

El nuevo contrato a ser negociado entre Brasil y Bolivia, de partir de compromiso firme, interrumpible, tipo "Deliver or pay”. Eso es fundamental para que Bolivia pueda planificar sus ingresos futuros.

En segundo lugar, se requiere realismo en el tema del precio y de las reservas. Debemos llegar al 2019 con reservas certificadas (no solo anunciadas por el Ministro del ramo) suficientes para garantizar un contrato de 20 o treinta años en firme. En cuanto al precio, si bien sigue teniendo como referente el “costo de oportunidad” de los combustibles que el gas bolivianos ayudó a reemplazar en Brasil, hoy hay que ser conscientes que el costo de oportunidad es con referencia a la competencia internacional del gas, que es el LNG.

En suma, la fórmula que seguramente buscará Brasil será la que arroje un precio inferior al LNG que Brasil puede importar del mercado de ultramar.

Lo débil de nuestros negociadores es el retraso de las negociaciones y la insuficiencia de reservas certificadas. La ventaja es la necesidad de gas de Brasil, especialmente en los Estados fronterizos y la existencia de un gasoducto que ya está amortizado, de modo que el costo del transporte es mínimo.

Una variable que YPFB debería manejar es la posibilidad de incursionar con gas en negocios energéticos del Brasil, por ejemplo adquiriendo o volviéndose socio mayoritario de termoeléctricas en los Estados limítrofes.

Eso abriría el camino a posibles intercambio de energía eléctrica, generada también en Bolivia a partir de las hidroeléctricas, que es uno de los sueños cabales del Gobierno en este momento.

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