domingo, 1 de marzo de 2015

La mano invisible en el petróleo

Así como las causas de la caída brusca de los precios del petróleo a mediados del año pasado se siguen discutiendo, el aumento reciente del precio del BRENT de 45,25 dólares el barril, el mínimo alcanzado el 26 de enero de 2015, a 60,9 dólares el 26 de febrero, generó otra polémica, puesto que, según los especialistas, no había nada que alterara la oferta y demanda mundial de petróleo, pero sí la "percepción del mercado”.
Según Bloomberg, "nada en particular había pasado”, puesto que no hubo interrupciones de oferta en el Oriente Medio, ni embargo de petróleo a Rusia ni tampoco reducciones en la producción de petróleo de esquisto de EEUU, que siguió manteniendo su producción diaria de 9,2 millones de barriles por día (MMBPD).
Encontraríamos casi los mismos argumentos si miramos en retrospectiva a lo que pasó en 2014, con datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y la Administración de Información Energética de los EEUU (EIA, por sus siglas en inglés).
Así, según la OPEP, la demanda mundial creció en 0,95 MMPDB, equivalente a un incremento anual del 1,1%, mientras que la oferta mundial se elevó en 2,2 MMBPD, un 2,2%. Los datos de la EIA son similares, la demanda mundial aumentó en 0,9 MMBPD (1%), mientras que la oferta mundial en 1,6 MMBPD (1,8%).
Respecto a la culpa que se le echó a China por su desaceleración en la caída de los precios del petróleo, se observa que su demanda en 2014 aumentó en 0,6 MMBPD, equivalente a un 5,6% de incremento anual.
El otro responsable del desplome, la producción de EEUU de petróleo, evidentemente subió en casi un millón de barriles, que es el mismo monto del excedente de oferta mundial, lo que si bien influyó en la disminución de los precios, no explica el fuerte desplome del 56% entre junio y diciembre de 2014.
Para Ugarteche y Segovia (www.obela.org), dicha caída tiene como origen a la especulación de los agentes financieros, y que "la cronología entre el anuncio de la Fed sobre el final de la expansión cuantitativa (marzo a julio de 2014), la caída del petróleo (junio 2014) y la apreciación del dólar americano desde julio de 2014, es irrefutable”.
Hace mucho tiempo que algunos commodities, entre ellos el petróleo, se convirtieron en activos alternativos de inversión financiera a través del llamado mercado de futuros, donde se negocian contratos aunque no se hace el intercambio físico de los productos, puesto que se renuevan antes de su vencimiento, pues no se desea recibir el bien físico subyacente.
Así, existe una estrecha relación entre el incremento (o disminución) del precio de las materias primas y el incremento (o caída) de los flujos de inversión a los mercados de futuros. Además, al ser un activo alternativo, el rendimiento del mercado de futuros de petróleo tiene un comportamiento inverso o correlación negativa respecto al rendimiento de los activos en los mercados monetarios, bonos y bolsas.
Por tanto, cuando en 2014 los precios de las acciones alcanzaron un nivel récord, los especuladores cambiaron su cartera de inversión desprendiéndose de los contratos a futuro de petróleo, incluyendo de este modo la caída de sus precios.
Se estima que los inversores institucionales han crecido hasta constituir una parte importante del mercado de futuros del petróleo, alrededor del 31%, mientras que el 59% lo mantienen consumidores físicos de crudo, como refinerías, y el 10% especuladores tradicionales. Es decir, un poco más de la mitad está en manos de los que operan directa y físicamente con el petróleo, mientras que el resto en poder de los especuladores financieros.
A lo anterior se suma la apreciación del dólar a partir de julio de 2014, y si se observa el gráfico se encuentra que, mientras se encuentra el dólar ajustado por los precios (medido por un índice), cae el precio del petróleo de 98,2 dólares a 48,2 el barril.
Por tanto, el precio del petróleo no ha respondido a los fundamentos del mercado del petróleo, porque no hubo una contracción de la demanda ni un excesivo aumento de la oferta, sino que factores asociados a la especulación financiera y a un dólar fuerte han influido en el "sentimiento del mercado”. Aunque no creo que tenga en realidad sentimientos, porque es muy sensible a los grandes manipuladores del mercado petrolero y financiero, a la gran mano visible que está muy lejos del mercado de los libros de texto de la utopía del mercado de competencia perfecta.
* El autor es economista.

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