En su última reunión en noviembre, la OPEP, el cártel de los productores de petróleo decidió en contra de un recorte en producción para apoyar el precio del crudo, mandándolo a una caída libre.
Arabia Saudita, el miembro más poderoso de la OPEP, insistió que esto no era una "guerra contra el esquisto”, pero su ministro de Petróleo, Ali al-Naimi, utilizó un discurso en Berlín este mes para reforzar que no era el papel del Medio Oriente "subsidiar a los productores con costos más caros”.
Dudas en el esquisto
Las compañías norteamericanas de esquisto están entre esos productores de alto costo, y la evidencia en ellas del impacto de la caída de casi un 60% en el precio del crudo de EEUU desde el verano pasado está aumentando ahora: utilidades a la baja, recortes en trabajo e inversiones y equipo sin trabajar. Un puñado de productores de petróleo de esquisto se ha ido a la quiebra, mientras que otros sufren con deudas muy grandes.
El número de torres de perforación de petróleo en EEUU ha caído 46% desde su pico en octubre pasado, y esto comienza a afectar la producción. La Administración de Información de Energía (EIA) de EEUU dijo hace unas semanas que en dos de tres de las regiones principales del esquisto -el Bakken de Dakota del Norte y el Eagle Ford del sur de Texas- se esperaba que la producción de petróleo cayera marginalmente el próximo mes. Sólo en la Cuenca Pérmica, al oeste de Texas, sigue al alza.
Pero hasta ahora, la producción en EEUU parece estar nivelándose más que colapsando. Si el crudo allí se mantiene en su nivel actual de alrededor de 45 dólares por barril, parece probable que la producción empiece a caer más tarde este año. Sin embargo, la consultora Wood Mackenzie predice que la producción de petróleo en EEUU crecerá este año y el siguiente, si hay un rebote en el precio cercano a 60 dólares por barril.
La habilidad de la industria para seguir creciendo con precios más bajos que en los años recientes dependerá de qué tanto pueda reducir sus costos. Adam Sieminski, director de la EIA, dice: "Hemos visto que el petróleo de esquisto funciona muy bien a 100 dólares por barril. Ahora vamos a ver si pasa lo mismo en el rango de los 50 a 75 dólares”.
Esperanzas en las compañías
Los informes de las ganancias y proyecciones en las semanas recientes por parte de las compañías de exploración y producción estadounidenses -pequeñas a medianas independientes que lideraron la revolución del esquisto- mostraron que mientras todas recortan su actividad fuertemente, ninguna espera una caída correspondiente en la producción.
EOG Resources, por ejemplo, planea un recorte a los gastos de capital del 40% este año, pero espera sólo una caída del 3% en la producción. Hess corta sus gastos por 14%, pero espera que la producción crezca cerca de un 12%.
Lograr los objetivos proyectados por los productores de petróleo de esquisto de EEUU para este año, representaría uno de los más significativos desempeños en productividad jamás alcanzados por cualquier industria. Hay un precedente para una mejora dramática de este tipo. Después de 2008, los precios del gas natural en EEUU colapsaron, y algunos analistas predijeron que los productores de shale gas desaparecerían. El número de torres de perforación para gas cayó de 1.606 en el verano de 2008 a sólo 268 a mediados de este marzo.
Sin embargo, la producción de gas en EEUU continuó en aumento. Aún más, son a veces las mismas compañías que se enfrentaron a la caída en los precios del gas las que se enfrentan ahora al mismo fenómeno en el mercado del petróleo. Y tienen que mostrar que pueden realizar la misma hazaña dos veces.
Los recortes en costos y las mejoras en productividad que los productores de petróleo de esquisto esperan vienen en tres categorías. Primero, hay ahorros al poner presión a los proveedores de torres de perforación, fractura hidráulica y otros servicios. Las compañías en general dicen que esperan reducciones de 20% a 30% este año.
Segundo, las compañías obtienen beneficios al focalizar gastos en sus activos más productivos. "Dejas tus torres menos productivas y tus equipos de trabajo menos productivos, y desplazas las plataformas petroleras que tienes a tus áreas clave”, explica Randall Collum, de Genscape, una compañía de investigación de energía.
Mejor productividad
Finalmente, hay mejoras en productividad debidas a técnicas mejoradas. Las compañías ahora son capaces de perforar más pozos con menos torres, usando métodos como el pad drilling (plataforma de perforación). Esto minimiza el tiempo muerto entre pozos, pues las torres se desmantelan, transportan y reensamblan al perforar varios pozos de un solo lugar.
Los datos de EIA muestran mejoras notables en productividad, con la producción por torre creciendo en el año pasado por 24% en Eagle Ford, 29% en Bakken y 30% en la Cuenca Pérmica. En octubre pasado, el precio del petróleo necesario para mantener un umbral de rentabilidad fue estimado por IHS -un grupo de investigación- en 57 dólares por barril. La caída en los costos significa que este año el número será significativamente más bajo.
Si los precios del crudo empiezan a subir otra vez, muchos analistas y ejecutivos creen que los productores estadounidenses de petróleo de esquisto podrán aumentar su actividad de nuevo y retomar su crecimiento de producción, aun con el precio del barril debajo de 75 dólares.
Aunque el petróleo de esquisto en EEUU es un producto más costoso de producir que el petróleo de algunos de los grandes campos en el Medio Oriente, puede bien resultar ser más resistente de lo que quisieran Arabia Saudita y otros miembros de la OPEP.
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Si los precios del crudo empiezan a subir otra vez, los productores estadounidenses de petróleo de esquisto podrán aumentar su actividad de nuevo y retomar su crecimiento de producción.
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