domingo, 7 de septiembre de 2014

Álvaro Ríos Roca | Perú: el nuevo cordón umbilical del gas

Recientemente en Perú ocurrió un hecho relevante en materia energética. Se trata de la adjudicación para la concesión del Gasoducto Sur Peruano (GSP), que impactará en muchos aspectos, no solo al país del pisco, sino en la región en el largo plazo. Expliquemos por qué.

El Gasoducto Sur Peruano tiene cerca de 1.100 Km de largo, diámetros de 32”y 24”, y considera algunas derivaciones en todo su trayecto. En su recorrido y área de influencia abastecerá el energético a las ciudades de Apurimac, Puno, Arequipa, Cusco, Moquegua y Tacna. La cabecera de este gasoducto es el punto de conexión en la planta Malvinas en Cuzco y la otra punta esta en Ilo, en el sur peruano, cerca de la frontera con Chile.

El ducto tiene una capacidad de transporte (sin compresión adicional) de aproximadamente 1.500 MMPCD y por el momento se sabe que existe demanda solicitada entre 500 y 700 MMPCD.

Entrará en operación a fines de 2108 o inicios de 2019.

Muchos argumentan que no existen ni todas las reservas ni toda la demanda para llenar el ducto concesionado. Por supuesto que no se llenará inmediatamente, pero podemos asegurar que dentro de los cinco años después de su puesta en marcha, estará contratado y pidiendo demanda adicional.

Se requiere exploración
Para que el gas natural esté disponible, el reto es que se puedan perforar varias de las cerca de 30 estructuras detectadas en los lotes 88, 56, 57, 76 y 58 y que están bajo contratos de exploración y explotación.

El reto fundamental es que los permisos de consulta previa y licencias ambientales se resuelvan mucho más ágilmente y los lotes no entren en fuerza mayor y la exploración no se detenga. Hay que recordar que la zona tiene un potencial de 50 TPC.

En el lado de la demanda, fuera de atender usos domésticos, comerciales, vehicular, industriales y eléctricos en toda la zona de influencia del gasoducto, se debe estructurar e incentivar para que se anclen proyectos petroquímicos y, por qué no, exportación de energía eléctrica al sediento mercado del norte de Chile y GNL para exportación al mundo.

En particular, resaltamos la estrategia de mecanismo de ingresos garantizados que se ha utilizado para llevar adelante la concesión. Bajo un esquema eminentemente privado, este proyecto no se hubiera consolidado o hubiera tomado mucho más tiempo en hacerlo.

Este mecanismo garantiza de varias fuentes (subsidios cruzados) los flujos económicos al concesionario bajo regulación de costos por el regulador, si el volumen de demanda no se cumple.
De esta manera, el Estado no tuvo que destinar cerca de $us 3.500 millones para construir el proyecto y puede invertir estos recursos en otros sectores, como salud y educación.
Entrando en los impactos, toda la zona de influencia del gasoducto recibirá un energético mucho más cómodo y más económico que los combustibles alternativos. También se debe destacar que las inversiones a realizarse en el ducto y los proyectos generarán empleo productivo en una zona muy deprimida de Perú.

Hemos observado que empresarios de países vecinos y de otras partes del planeta, están estudiando instalar fabricas y plantas productivas de toda índole en el sur de Perú, aprovechando energía limpia y competitiva y mirando mercados de exportación, principalmente allá donde Perú tiene TLC. Existen beneficios adicionales como los ahorros en divisas por los derivados del petróleo que se dejaran de importar y las regalías y tributos que se percibirán por la explotación del gas natural y los valiosos líquidos asociados.

Beneficios regionales
Pero los beneficios no solo son para Perú. Si miramos a largo plazo, podemos ver que Ilo es un puerto donde Bolivia puede llegar a instalar facilidades de producción para su gas en el futuro mirando mercados de Asia el Pacífico, complementando sus exportaciones y proyectos de industrialización que ya tiene y está ejecutando y que miran hacia el Atlántico. Las facilidades portuarias y muchas otras sinergias estarán ya desarrolladas.
Finalmente, hay que destacar que este gasoducto se suma a los muchos otros gasoductos (algunos vacios lastimosamente por falta de exploración) y que en el futuro podrán servir para la malla de gasoductos para la integración gasífera de los países del Cono Sur. Aplaudimos este nuevo cordón umbilical en la región que une reservas con mercados

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