El consumo de gas boliviano en el mercado de Brasil es menor. Hace diez años representaba cerca del 50% de la demanda total, pero actualmente es el 25% y dos expertos sugieren que Bolivia debe mejorar la capacidad logística y desarrollar su potencial hidrocarburífero.
Durante este año el vecino país demandó aproximadamente 130 millones de metros cúbicos día (MMmcd) de gas, volumen que varía por épocas. De este volumen, el país envía 31,6 MMmcd, que representa el 25%. Hace diez años llegaba al 50%, aunque el consumo era menor.
El resto se abastece con la importación del Gas Natural Licuado (GNL) y la producción local, que en su mayoría se destina a los industriales, sobre todo de Sao Paulo, y al sector comercial.
"La matriz energética hacia el Brasil ha ido bajando y actualmente estamos en alrededor del 25% de su consumo total de gas. Este porcentaje bajó desde el 50% en la medida que fue aumentando el consumo en el país vecino”, explicó el analista Hugo del Granado.
La participación del gas boliviano en la matriz energética brasileña bajó a causa del energético
de fuentes alternativas como el LNG y la producción local.
Paralelamente Bolivia no pudo aumentar los volúmenes de exportación porque no se preocupó en ampliar la capacidad del gasoducto por el que se envía el gas natural, pese a que en 2004 ya se tenía pedidos al respecto. Y también porque no encontró mayores reservas.
"El mercado brasileño puede absorber tanto gas como el que Bolivia le pueda vender porque es más barato que el LNG que importan y el Presal -gas local- que producen. El problema no es el mercado, sino la capacidad de atender esa demanda”, explicó.
El investigador de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, coincidió al señalar que la importancia del gas boliviano disminuyó porque al mercado ingresaron nuevos jugadores. Además, Brasil es una economía creciente que demanda anualmente un mayor volumen de gas.
Los contratos que no son fijos hacen que Brasil compre según su necesidad. Por tanto, el LNG se convirtió en un competidor más.
"Si bien bajó la participación, el gas boliviano aún es importante para Brasil. A futuro el panorama es complicado por el tipo de negociación que perfila Brasil, es decir, de manera directa con las empresas privadas”, sostuvo.
El experto recordó que en 2000 la demanda brasileña era de 40 MMmcd; luego subió a 100 MMmcd y en la actualidad bordea los 140 MMmcd.
La certificación
Seguridad En junio pasado, la Confederación Nacional de la Industria de Brasil y la Asociación Brasileña de Grandes Consumidores de Energía sugirieron al Ministerio de Minas y Energía que realice un estudio sobre las condiciones reales de las reservas de gas natural de Bolivia, con miras a una nueva negociación.
Potencial De acuerdo con los cálculos de las dos entidades, gran parte de la producción actual y futura de Bolivia se concentra en cinco campos principales. Con la inversión actual se espera que la producción de estos campos alcance su punto máximo en 2016 y 2017 y se mantenga estable hasta 2021; a partir de ese año, según los brasileños, comenzarán a disminuir los volúmenes de producción.
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