Las autoridades del sector hidrocarburos consideran la posibilidad de aprobar una norma temporal para que las pulperías de barrios y subagencias, que tengan las condiciones logísticas, puedan coadyuvar con la venta y distribución de gas licuado de petróleo (GLP) para equilibrar la demanda regional.
El jefe regional de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Andrés Lamas, señaló que para tal cometido es preciso ejecutar una norma legal y que ya se está trabajando para este objetivo. Es más, adelantó que en el transcurso de esta semana se sentirán los cambios en la distribución de GLP.
El presidente de la Federación Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve), Omar Ribera, pidió a YPFB y a la ANH que consideren la posibilidad de autorizar la venta de GLP en las pulperías de los barrios a fin de que los vecinos no tengan que trajinar distancias largas y pagar por el transporte.
Ejecutivos de YPFB reconocieron que el problema radica en la distribución y anunciaron que a partir del 28 de julio, fecha del inicio de la producción de la planta de Río Grande, se normalizará la provisión.
Fin de semana
Las condiciones climáticas adversas no frenaron la distribución de GLP. Ayer, en medio de la intensa lluvia y el frío, se distribuyeron 20.000 garrafas y esta vez el control social corrió por cuenta de la Fedjuve, que asignó un vecino por cada camión para que lleguen a los barrios.
Según el informe técnico de la ANH, el sábado se distribuyeron 20.000 garrafas y el domingo, otro tanto. De las nueve agencias que hay en la ciudad, salieron a repartir 85 camiones. El titular de la Fedjuve pidió a los presidentes de las OTB que se acerquen a las agencias y pidan la asignación de un camión repartidor para que el energético llegue a todos los barrios
En la jornada
Distribución mañanera
Desde las 7:30 salieron los camiones el domingo, en plena lluvia. La gente fue sorprendida.
Riguroso control social
El directorio de la Fedjuve acompañó el recorrido de los motorizados a los barrios.
Esta vez, sin militares
Contrariamente a otros días, ayer no salieron los efectivos del orden a vigilar.
Alegría y conformidad
“Es un milagro”, dijo una señora en el barrio La Morita, que salió corriendo con su garrafa.
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