viernes, 7 de abril de 2017

YPFB reporta ‘afectación mínima’ al medio ambiente por derrame de petróleo



La rotura de un oleoducto en Chuquisaca causó una “afectación mínima” en el medio ambiente tras las labores encaradas como el levantamiento del suelo afectado y el acopio en geo membrana. Se derramó al menos 10 barriles, de los que 5.5 barriles fueron recuperados con medidas como paños absorbentes, reportó la estatal YPFB.

El área aproximada de daño es de 90 metros cuadrados. “Se realizaron trabajos de recuperación del terreno afectado, retirándolo desde el lugar hasta la fosa impermeabilizada para acopio de material contaminado en la Batería 4”, menciona un informe de Repsol, que es la operadora del ducto

La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) consideró lo ocurrido el 1 de abril como un incidente menor de derrame, sin consecuencias a personas y con una mínima afectación al medio ambiente. El ducto no es de uso continuo, por lo que lo derramado fue el remanente de un envío del 23 de marzo.

El derrame de petróleo se cuantifica en aproximadamente 10 barriles, de los que se recuperó 2.5 barriles con paños absorbentes. De igual forma se trasladó tres barriles de petróleo recuperados en turril y tanque portátil hacia la pileta API ubicada en Batería 3. Tras este incidente no se observó impacto a terceros ni sembradíos, se informó.

El gobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu, informó el jueves que la rotura de un ducto en la zona de Rosario del Ingre afectó al menos a tres comunidades.

"Correspondería a la empresa de Repsol, que sería la responsable de solucionar los daños al medio ambiente, al agua. (En este momento) están haciendo una inspección y nos comunicaron que podrían ser tres comunidades las afectadas. Si hay daños se tiene que reponer y si se tiene que dar una sanción a la empresa se la dará”, indicó Urquizu.

La petrolera estatal reportó que se realizó recorridos por el área y hacia el riachuelo cañón abajo para verificar manchas o películas de petróleo, sin encontrar evidencias de afectación. Entre tanto, Repsol definió no usar el ducto hasta la evaluación definitiva de alcance de los efectos provocados al ducto por este fenómeno climático extraordinario.

Las intensas lluvias y deslizamientos de tierra que azotan el chaco chuquisaqueño provocaron un daño al oleoducto que va desde el Campo Monteagudo a la Estación Cerrillos a 3.5 kilómetros del Pozo MGD-24.

“Cuando ocurrió el incidente no se estaba bombeando petróleo. El petróleo derramado por la rotura, es petróleo que queda en la línea (oleoducto). El derrame afectó el suelo y no a ninguna quebrada”, añade el informe de deslizamiento de terreno por fuertes lluvias.

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