El petróleo cerró ayer en su precio más alto en casi un año tras la caída de las reservas de Estados Unidos y por la persistente inquietud por la producción nigeriana.
En Nueva York el barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en julio subió por tercera sesión consecutiva al ganar al ganar 87 centavos y cerrar en 51,23 dólares; un precio sin precedentes desde julio pasado.
En tanto, en Londres el barril de Brent para entrega en agosto ganó 1,07 dólares a 52,51 y por tercera sesión consecutiva se mantuvo en sus valores más altos en lo que va del año. "La tendencia va a continuar, pero hacia la estabilización de precios en torno al promedio de $us 50 el barril, en un clima totalmente volátil", señaló Hugo Del Granado, analista energético.
Las razones. Según Del Granado, el mercado se mantuvo en alza por los conflictos políticos de Nigeria, los incendios de Canadá y la reducción de las reservas de Estados Unidos que por ahora, dejaron de producir el petróleo no convencional. "Hay un cúmulo de factores a nivel mundial. A pesar de que no se produce un incremento en el consumo, hay una tendencia a un equilibrio más estable entre producción y la demanda”, puntualizó.
Por su parte, Andy Lipow, de Lipow Oil Associates, señaló ayer que el mercado recibió el informe de Washington que dio cuenta de una baja en sus reservas de crudo. "Las refinerías aceleran su cadencia en Estados Unidos y eso hace caer los stocks" de crudo, explicó Lipow.
No hay comentarios:
Publicar un comentario