lunes, 27 de junio de 2016

Declina San Alberto, campo que puso a Bolivia en mapa petrolero

El megacampo San Alberto, ubicado en Tarija, es considerado como el yacimiento que volvió a poner a Bolivia en el mapa de la industria petrolera en la década de los años 90. Ahora, su producción declina.

San Alberto fue el escenario del anuncio de la Nacionalización del Gobierno, en 2006. Su aporte en la producción del país significó el 31% pero en la actualidad sólo es del 13%; es decir que produce seis millones de metros cúbicos día (MMmcd).

Expertos en hidrocarburos coincidieron en calcular que la producción del megacampo San Alberto durará máximo seis años y que sufrirá un descenso gradual hasta 2022.

El investigador Raúl Velásquez, de la Fundación Jubileo, señaló que hace 10 años, en 2006, la producción en promedio era de 12 MMmcd de gas natural, volumen que representaba el 30% del total producido en Bolivia.

"Hoy no llega ni a la mitad, hecho que refleja la sobreexplotación a la que fue sometido. El panorama hacia delante es delicado si no se adoptan medidas urgentes. Resulta claro que los contratos de operación no incentivan la exploración como tampoco lo hace la Ley 767 de Incentivos. Hoy nos encontramos ante el hecho inédito de no poder cumplir con las máximas cantidades que pueden demandar nuestros principales mercados de exportación”, evaluó.

Ante el panorama, indicó que en el país no sólo se sobreexplotaron los megacampos sino que, en estos 10 años, YPFB no tuvo la capacidad de descubrir un campo importante a diferencia de la estatal antigua que sí logró explorar Sábalo y San Alberto.

Expuso que Bolivia está a puertas de renegociar el contrato con Brasil en un contexto muy distinto de la época de la década de los años 90. "Hoy ya no somos el único proveedor de gas en la región, está el mercado del LNG y otros precios de referencia, además del petróleo, y para rematar vamos sumamente atrasados en exploración”, precisó.

En criterio de Velásquez, es urgente elaborar una nueva ley de hidrocarburos, gestionar nuevos mercados, invertir en el sistema de transporte hacia el occidente, institucionalizar YPFB y debatir el régimen fiscal, el uso y destino de la renta petrolera.

La importancia

Para los expertos del sector Gustavo Navarro y Francesco Zaratti, no hay un nuevo megacampo que pueda reemplazar a la producción de San Alberto.

"San Alberto fue el comienzo del renacer en la industria petrolera de Bolivia, dio paso al ingreso de nuevas transnacionales como Petrobras, que a partir del año 1999 hasta hoy y pese a las modificaciones de la normativa vigente -migración a nuevos contratos, duro régimen impositivo- continúa apostando por el país ”, evaluó Navarro.

A base de datos técnicos sobre la relación reservas/factor de recuperación, vinculados a la acelerada intrusión de agua de formación, manifestó que se calcula una vida de explotación de cinco años para el megacampo.

Dijo que nuevos prospectos hay varios; pero megacampos, pocos y entre ellos Huacareta, que está bajo contrato con BG Bolivia - Shell y que está en una primera fase de adquisición sísmica. Se prevé la posible ubicación del primer pozo exploratorio dentro de dos años.

Advirtió que la consecuencia de la "incipiente” reposición y descubrimiento de nuevas reservas comenzará a observarse en un par de años y coincidirá con la intención de renovación del contrato con Brasil.

Zaratti mencionó que San Alberto fue el primer megacampo que empezó a abastecer al mercado de Brasil y el que garantizó el cumplimiento del contrato GSA que se suscribió entre YPFB y Petrobras.

"Para YPFB y Bolivia significó la frustración de no haberlo podido descubrir de manera certificada antes de la capitalización de YPFB. El campo tiene 17 años de explotación continua, bastante menos de lo que se esperaría de un megacampo bien operado”, consideró el analista.

Según Zaratti, las causas de la acelerada declinación responden a una sobreexplotación, tomando en cuenta que algunos de sus pozos resultaron "inundados” y que el gas perdió presión. La consecuencia es un menor volumen de gas extraído para la exportación y menor gasolina para el mercado interno.

En su criterio el tiempo de vida del campo dependerá de cómo se lo siga explotando y de las técnicas de recuperación que se apliquen. "Es posible reemplazar la producción de San Alberto produciendo más en Margarita o incorporando campos medianos como Incahuasi. Pero lo que está en duda es la sostenibilidad de esa producción, debido a que no está acompañada de grandes reservas nuevas”, advirtió.

En 1999, la firma De Golyer certificó una reserva de 5,3 TCF

Las reservas de gas natural fueron descubiertas en 1990, a una profundidad de 4.319 metros en la formación Huamampampa. La perforación del pozo exploratorio San Alberto X9 comenzó en 1988; sin embargo, hacía falta un segundo pozo exploratorio.

Años después, en 1998, se confirmó la existencia de reservas con el pozo SAL X-10 después de trabajos de sísmica e interpretación de datos. En 1999, la compañía especializada De Golyer & Mac Naughton certificó en 5,3 TCF (trillones de pies cúbicos) las reservas probadas de este campo, señala un reporte de la revista Petróleo&Gas de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía.

Según el análisis, pese a los bajos precios en el mercado externo en la década de los años 90, en el país se completaron las tareas y se descubrieron nuevas reservas. De esa manera se garantizaba el cumplimiento del contrato de exportación a Brasil.

Luego, en 2000, se construyó la planta separadora de licuables con el primer módulo para el tratamiento de 6,6 millones de metros cúbicos día (MMmcd) de gas. En 2001, con la segunda etapa se completaron los 13 MMmcd.

El desarrollo del campo abarcó la perforación de varios pozos. En la primera fase, los pozos San Alberto X10, X11 y X12; en tanto que en la segunda etapa, los pozos San Alberto X13, X14 y X15. En total se poseen ocho pozos productores.

Mediante Decreto Supremo 28701, del 1 de mayo de 2006, el Gobierno nacionalizó los hidrocarburos con el objetivo de priorizar el mercado interno e industrializar el gas para generar más recursos. El acto simbólico se realizó en el campo San Alberto.

La asociación para la administración del campo está conformada por Petrobras Bolivia SA 35%, YPFB Andina SA (subsidiaria de YPFB) 50% y Total E&P Bolivie Sucursal Bolivia 15%.

Los otros campos

Aporte El segundo megacampo en el país que data de los años 90 es el Bloque San Antonio o Sábalo, que se encuentra entre las serranías Aguaragüe y Caipipendi de la faja subandina sur, en Tarija. Su aporte máximo fue cerca de 20 millones de metros cúbicos día (MMmcd). Hasta abril pasado reportó una caída a 16 MMmcd. Es operado por Petrobras, YPFB Andina y Total.
Sostén El megacampo Margarita-Huacaya es considerado uno de los mayores productores del país; desde sus yacimientos se extrae gas y condensado, y en su planta diariamente se obtienen cerca de 19 MMmcd de gas natural. Tiene un contrato de operación con Repsol YPF (37,5%), BG Bolivia (37,5%) y PAE (25%).


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