El Gobierno puso ayer a funcionar en su plenitud la planta de gas natural licuado (GNL) de Río Grande. La planta surtirá del energético a 600 mil personas y la posibilidad de exportar sus excedentes a los mercados de Brasil, Perú y Paraguay.
Morales destacó en un discurso que este proyecto se hizo realidad gracias "a la lucha del pueblo" y recordó que en 2003 había un proyecto privado para la construcción de una planta de GNL en un puerto de Chile para exportar el gas boliviano a Estados Unidos, pero fue abortado porque una revuelta social se opuso al mismo.
El proyecto beneficiará en el mercado interno a unas 600 mil personas, con 144 mil conexiones de gas natural en unos 27 municipios, que recibirán el combustible por redes que serán nutridas por el sistema de GNL.
Este servicio beneficiará a habitantes de poblaciones intermedias y ciudades capitales de La Paz, Oruro, Potosí, Beni, Santa Cruz y Pando.
Se trata de la primera planta de su tipo en Bolivia que funcionará con el sistema de "gasoducto virtual", que comprende una flota de cisternas criogénicas, regasificadores móviles y unas estaciones satélite de regasificación.
CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN
La planta produce 210 toneladas de GNL al día y cuenta con una capacidad de almacenamiento de 3.000 metros cúbicos, con lo que puede suministrar gas natural a 140 mil hogares de las 27 poblaciones repartidas por el país, que de otra forma no se beneficiarán del gas natural por estar lejos de los gasoductos.
El presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Achá, detalló que el Estado invirtió $us 205 millones en esa planta y $us 240 millones en las redes de gas de los 27 municipios conectados al sistema de GNL.
Según Achá, se esperan ingresos hasta el 2020 por más de $us 120 millones y hasta el 2025 por 300 millones de dólares.
Añadió que YPFB tiene planes para llevar el servicio a otros 33 municipios, la mitad de ellos en los siguientes meses.
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