La Superintendencia de Hidrocarburos aseguró que intervino la Compañía Logística de Hidrocarburos de Bolivia (CLHB) porque el 30 de abril, un día antes de la nacionalización de la empresa, sus ejecutivos habían retirado 800.000 dólares del flujo de caja y la dejaron con 15.000 para dar continuidad a las operaciones.
El superintendente sectorial, Guillermo Aruquipa, cuestionó esa situación, pues sólo para pagar la planilla de sueldos se requieren 300.000 dólares.
“Se desmanteló la empresa y se la dejó sin flujo de caja. Por eso se decidió intervenirla por el plazo de 90 días”.
Aruquipa develó ese hecho el viernes de la semana pasada, durante el acto de posesión del economista Saúl Ávalos (MAS), ex presidente de la Comisión de Autonomías de la Constituyente, como interventor de CLHB.
El Superintendente denunció además que el 30 de abril los dueños de la firma germano-peruana interrumpieron por tres horas el servicio de bombeo de hidrocarburos, con lo que se puso en riesgo el suministro del mercado interno.
CLHB opera en 19 plantas de almacenamiento de Bolivia y en 1.447 kilómetros de ductos.
Este diario trató de comunicarse con el gerente general de la firma, Mauricio Prudencio, quien hasta la semana pasada era el portavoz, pero en su oficina informaron que ya no trabaja ahí.
Además se buscó un contacto con la Embajada de Perú, pero no fue posible.
El 1 de mayo, el Estado nacionalizó CLHB y prometió pagarle 20 millones de dólares por todas sus acciones.
Tres días después, YPFB informó que la empresa retiró dinero para pagar por adelantado los beneficios de sus ejecutivos.
El superintendente sectorial, Guillermo Aruquipa, cuestionó esa situación, pues sólo para pagar la planilla de sueldos se requieren 300.000 dólares.
“Se desmanteló la empresa y se la dejó sin flujo de caja. Por eso se decidió intervenirla por el plazo de 90 días”.
Aruquipa develó ese hecho el viernes de la semana pasada, durante el acto de posesión del economista Saúl Ávalos (MAS), ex presidente de la Comisión de Autonomías de la Constituyente, como interventor de CLHB.
El Superintendente denunció además que el 30 de abril los dueños de la firma germano-peruana interrumpieron por tres horas el servicio de bombeo de hidrocarburos, con lo que se puso en riesgo el suministro del mercado interno.
CLHB opera en 19 plantas de almacenamiento de Bolivia y en 1.447 kilómetros de ductos.
Este diario trató de comunicarse con el gerente general de la firma, Mauricio Prudencio, quien hasta la semana pasada era el portavoz, pero en su oficina informaron que ya no trabaja ahí.
Además se buscó un contacto con la Embajada de Perú, pero no fue posible.
El 1 de mayo, el Estado nacionalizó CLHB y prometió pagarle 20 millones de dólares por todas sus acciones.
Tres días después, YPFB informó que la empresa retiró dinero para pagar por adelantado los beneficios de sus ejecutivos.
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