El barril de petróleo se negoció un día más a precios históricos en Nueva York y Londres, mercados donde ayer se superaron los 135 dólares. De continuar esta escalada, los pronósticos de que el precio del crudo rebasará los 140 dólares e incluso puede llegar a 150 dólares este año podrían quedar obsoletos.
Los operadores tomaron ayer un respiro después de la carrera alcista de los últimos días y el barril de crudo de Texas cerró a 130,81 dólares y el de Brent quedó a 130,51 dólares, por debajo de los valores récord del miércoles.
Sin embargo, en los inicios de la jornada, los precios llegaron de nuevo a niveles históricos, 135,09 dólares en Nueva York y a 135,14 dólares en Londres, entre renovados temores a que la producción mundial en años venideros no pueda atender la demanda.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) está evaluando los yacimientos petrolíferos más importantes del mundo y podría revisar a la baja sus previsiones sobre los suministros de crudo para las próximas dos décadas, según The Wall Street Journal.
Esa desalentadora perspectiva, que se conocerá en detalle en noviembre, se une a la dura realidad que ya viven las empresas y los consumidores en numerosos países, en los que la carestía de la energía provoca fuertes alzas de precios en los alimentos y merma el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Precios de carburantes
En Estados Unidos, el galón de gasolina tuvo ayer a un precio histórico de 3,83 dólares, casi tres centavos más que lo registrado el miércoles y 32 centavos por encima del valor de hace un mes, según datos de la asociación automovilista AAA. El galón de diésel se comercializó a un precio récord de 4,59 dólares, casi cuatro centavos más que el miércoles y 39 centavos que en el mes anterior.
Más de un 70 por ciento del valor del galón de gasolina es consecuencia del precio que pagan las refinerías por el crudo y en el caso del diésel supera el 60 por ciento, según datos de la Agencia de Información de Energía, la división estadística del Departamento de Energía de Estados Unidos.
Los operadores tomaron ayer un respiro después de la carrera alcista de los últimos días y el barril de crudo de Texas cerró a 130,81 dólares y el de Brent quedó a 130,51 dólares, por debajo de los valores récord del miércoles.
Sin embargo, en los inicios de la jornada, los precios llegaron de nuevo a niveles históricos, 135,09 dólares en Nueva York y a 135,14 dólares en Londres, entre renovados temores a que la producción mundial en años venideros no pueda atender la demanda.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) está evaluando los yacimientos petrolíferos más importantes del mundo y podría revisar a la baja sus previsiones sobre los suministros de crudo para las próximas dos décadas, según The Wall Street Journal.
Esa desalentadora perspectiva, que se conocerá en detalle en noviembre, se une a la dura realidad que ya viven las empresas y los consumidores en numerosos países, en los que la carestía de la energía provoca fuertes alzas de precios en los alimentos y merma el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Precios de carburantes
En Estados Unidos, el galón de gasolina tuvo ayer a un precio histórico de 3,83 dólares, casi tres centavos más que lo registrado el miércoles y 32 centavos por encima del valor de hace un mes, según datos de la asociación automovilista AAA. El galón de diésel se comercializó a un precio récord de 4,59 dólares, casi cuatro centavos más que el miércoles y 39 centavos que en el mes anterior.
Más de un 70 por ciento del valor del galón de gasolina es consecuencia del precio que pagan las refinerías por el crudo y en el caso del diésel supera el 60 por ciento, según datos de la Agencia de Información de Energía, la división estadística del Departamento de Energía de Estados Unidos.
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