El Gobierno aseguró que las empresas petroleras Repsol YPF y British Gas (BG) no invierten en tres campos petroleros que pueden aumentar la producción de gas natural y crudo en Bolivia.
Los reservorios sin actividad son Huacaya, operado por Repsol YPF, y Palo Marcado e Ibibobo, de BG. Estos dos últimos se encuentran en proceso de retención (paralización). Así lo confirmaron ayer fuentes del Ejecutivo y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
El domingo, el presidente de la República, Evo Morales, amenazó por sexta vez en 11 meses con recuperar los campos petroleros en los que las empresas no inviertan e instruyó a sus ministros redactar un ultimátum contra estas compañías.
La Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH) aseguró, en un comunicado, que tanto como el Gobierno, las empresas están interesadas en invertir más y que cumplirán sus contratos firmados con el Estado, pero que si éste no está conforme puede recurrir a los mecanismos de resolución de controversias, entre los que están los juicios arbitrales.
“Los contratos de operación —señala la nota— son un acuerdo entre partes, en ese marco, ambas partes asumen deberes y obligaciones claramente establecidos en los mismos. Si una parte si siente perjudicada, el propio contrato define mecanismos de solución de controversia”.
Este diario consultó con Repsol YPF, donde explicaron que sus ejecutivos se encontraban en una reunión de directorio con YPFB.
En el caso de BG, estaba apagado el teléfono de la Unidad de Comunicación.
Las fuentes ratificaron que si las empresas no realizan actividades e invierten en esos reservorios, el Estado lo hará a través de Yacimientos.
Otros entrevistados aseguraron que también se estudia la posibilidad de asignarles mercados para que desarrollen los campos y empiecen a producir.
La situación del sector
Según el Ministerio de Hidrocarburos, Huacaya es un megacampo, con capacidad similar a Margarita, desde donde se envía gas natural a Argentina. Los estudios técnicos indican que una vez que empiece a producir ese reservorio, inicialmente aportará con 800 mil metros cúbicos diarios de gas natural y más de 900 barriles de condensado.
Huacaya se encuentra en el bloque Caipipendi, en la provincia Luis Calvo, al sur de Chuquisaca. Está al límite entre los municipios Huacaya y Muyupampa. Repsol invirtió 60 millones de dólares en una perforación de 4.800 metros aproximadamente. Sigue en exploración.
Expertos aseguraron que para perforar un pozo se requieren unos 30 millones de dólares.
De acuerdo con las fuentes, a la fecha Repsol no presentó un Plan de Desarrollo del Campos, documento que establece los plazos y recursos para la producción de hidrocarburos.
Por otro lado, los campos desarrollados de Palo Marcado e Ibibobo, ambos ubicados en el Bloque XX-Tarija, permanecen retenidos desde el año 2001. Los reportes oficiales señalan que el resto del bloque fue abandonado en 2003.
Según datos de Yacimientos, hasta enero de 2005 se calculó que Palo Marcado tenía reservas probabas y probables de 88,6 millones de pies cúbicos, e Ibibobo, de 17,1 millones.
El Gobierno está urgido de que se agilicen las inversiones para aumentar la oferta de gas natural y petróleo en Bolivia, pues la producción no permite cubrir la demanda con Argentina.
Según YPFB, en la actualidad envía 31,13 millones a Brasil; 6,59, para el mercado interno, y 2,04, a Argentina, cuando su compromiso con este último era de 7,7 millones este año.
El presidente de YPFB, Santos Ramírez, aclaró el fin de semana que una de las razones para que la oferta de energía sea inferior a la demanda es que entre 2000 y 2007 las petroleras no invirtieron (ver cuadro).
Las empresas admitieron en su momento que sólo inyectaron el capital suficiente para mantener sus operaciones debido a que el país vivió una época de incertidumbre política e inseguridad jurídica. Una de las razones fue la aprobación de la Ley de Hidrocarburos, en mayo de 2005.
Ramírez sostuvo el domingo que si las empresas no invierten, el Poder Ejecutivo les obligará a hacerlo.
La falta de gas le cuesta $us 3.000 millones a Argentina
La frustrada apuesta que hizo la administración kirchnerista a la provisión de gas boliviano, para atender el crecimiento de la demanda interna, promete dejar un marcado impacto en las cuentas fiscales. Así informó Clarín.
Los primeros cálculos privados que salieron a la luz indican que, por los incumplimientos de Bolivia en las entregas de gas, el Gobierno deberá afrontar hasta 2010 un costo adicional de 3.000 millones de dólares por el uso de combustibles alternativos.
Según los contratos de provisión de gas que suscribieron el ex presidente Néstor Kirchner y Evo Morales, a partir de este año Bolivia debía enviar a la Argentina 7,7 millones de metros cúbicos diarios (MMCD). Ese volumen debía incrementarse en 2009 hasta 16 MMCD, para llegar un año después a 27,7 MMDC, el nivel máximo de las compras pactadas hasta 2026.
Pero por los problemas internos y la falta de inversiones para incrementar la producción, la administración boliviana —que hoy está enviando un promedio inferior a los 3 MMCD— ya admitió que no podrá cumplir con las entregas comprometidas y que recién podrá hacerlo de forma plena a partir de 2014.
Tomando en cuenta que buena parte del gas del altiplano iba a usarse para alimentar las nuevas centrales térmicas que están por entrar en servicio, el especialista Francisco Mezadri calculó que el “sobrecosto” por reemplazar el combustible boliviano por gasoil llegará en tres años, como mínimo, a unos 3.000 millones de dólares. “Al no poder contar con el gas importado, el nuevo parque térmico de 3.500 mega wattios que se habilitará hasta 2010 deberá operar con gasoil, cuyo precio es dos veces y medio más caro”.
Surtidores de rutas se quedan sin diésel
La falta de diésel que la semana pasada se sintió en las ciudades de La Paz y El Alto también repercutió en las carreteras interprovinciales e interdepartamentales, donde los surtidores no tenían ni una gota del combustible.
Así lo confirmó la red ATB en un sondeo de opinión que llevó a cabo con los transportistas que viajaban en esas rutas.
Uno de ellos, que aseguró arribaba desde Apolo, provincia Franz Tamayo, a más de 100 kilómetros al norte de La Paz, relató que buscó el combustible en por lo menos cuatro estaciones de servicio en las poblaciones que están al paso, pero que en ninguna había. Frente a esa situación llegó hasta El Alto, donde tuvo que hacer fila.
A ello se sumaron las protestas de las amas de casa que reclamaron la provisión de falta de gas licuado de petróleo (GLP).
Los reservorios sin actividad son Huacaya, operado por Repsol YPF, y Palo Marcado e Ibibobo, de BG. Estos dos últimos se encuentran en proceso de retención (paralización). Así lo confirmaron ayer fuentes del Ejecutivo y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
El domingo, el presidente de la República, Evo Morales, amenazó por sexta vez en 11 meses con recuperar los campos petroleros en los que las empresas no inviertan e instruyó a sus ministros redactar un ultimátum contra estas compañías.
La Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH) aseguró, en un comunicado, que tanto como el Gobierno, las empresas están interesadas en invertir más y que cumplirán sus contratos firmados con el Estado, pero que si éste no está conforme puede recurrir a los mecanismos de resolución de controversias, entre los que están los juicios arbitrales.
“Los contratos de operación —señala la nota— son un acuerdo entre partes, en ese marco, ambas partes asumen deberes y obligaciones claramente establecidos en los mismos. Si una parte si siente perjudicada, el propio contrato define mecanismos de solución de controversia”.
Este diario consultó con Repsol YPF, donde explicaron que sus ejecutivos se encontraban en una reunión de directorio con YPFB.
En el caso de BG, estaba apagado el teléfono de la Unidad de Comunicación.
Las fuentes ratificaron que si las empresas no realizan actividades e invierten en esos reservorios, el Estado lo hará a través de Yacimientos.
Otros entrevistados aseguraron que también se estudia la posibilidad de asignarles mercados para que desarrollen los campos y empiecen a producir.
La situación del sector
Según el Ministerio de Hidrocarburos, Huacaya es un megacampo, con capacidad similar a Margarita, desde donde se envía gas natural a Argentina. Los estudios técnicos indican que una vez que empiece a producir ese reservorio, inicialmente aportará con 800 mil metros cúbicos diarios de gas natural y más de 900 barriles de condensado.
Huacaya se encuentra en el bloque Caipipendi, en la provincia Luis Calvo, al sur de Chuquisaca. Está al límite entre los municipios Huacaya y Muyupampa. Repsol invirtió 60 millones de dólares en una perforación de 4.800 metros aproximadamente. Sigue en exploración.
Expertos aseguraron que para perforar un pozo se requieren unos 30 millones de dólares.
De acuerdo con las fuentes, a la fecha Repsol no presentó un Plan de Desarrollo del Campos, documento que establece los plazos y recursos para la producción de hidrocarburos.
Por otro lado, los campos desarrollados de Palo Marcado e Ibibobo, ambos ubicados en el Bloque XX-Tarija, permanecen retenidos desde el año 2001. Los reportes oficiales señalan que el resto del bloque fue abandonado en 2003.
Según datos de Yacimientos, hasta enero de 2005 se calculó que Palo Marcado tenía reservas probabas y probables de 88,6 millones de pies cúbicos, e Ibibobo, de 17,1 millones.
El Gobierno está urgido de que se agilicen las inversiones para aumentar la oferta de gas natural y petróleo en Bolivia, pues la producción no permite cubrir la demanda con Argentina.
Según YPFB, en la actualidad envía 31,13 millones a Brasil; 6,59, para el mercado interno, y 2,04, a Argentina, cuando su compromiso con este último era de 7,7 millones este año.
El presidente de YPFB, Santos Ramírez, aclaró el fin de semana que una de las razones para que la oferta de energía sea inferior a la demanda es que entre 2000 y 2007 las petroleras no invirtieron (ver cuadro).
Las empresas admitieron en su momento que sólo inyectaron el capital suficiente para mantener sus operaciones debido a que el país vivió una época de incertidumbre política e inseguridad jurídica. Una de las razones fue la aprobación de la Ley de Hidrocarburos, en mayo de 2005.
Ramírez sostuvo el domingo que si las empresas no invierten, el Poder Ejecutivo les obligará a hacerlo.
La falta de gas le cuesta $us 3.000 millones a Argentina
La frustrada apuesta que hizo la administración kirchnerista a la provisión de gas boliviano, para atender el crecimiento de la demanda interna, promete dejar un marcado impacto en las cuentas fiscales. Así informó Clarín.
Los primeros cálculos privados que salieron a la luz indican que, por los incumplimientos de Bolivia en las entregas de gas, el Gobierno deberá afrontar hasta 2010 un costo adicional de 3.000 millones de dólares por el uso de combustibles alternativos.
Según los contratos de provisión de gas que suscribieron el ex presidente Néstor Kirchner y Evo Morales, a partir de este año Bolivia debía enviar a la Argentina 7,7 millones de metros cúbicos diarios (MMCD). Ese volumen debía incrementarse en 2009 hasta 16 MMCD, para llegar un año después a 27,7 MMDC, el nivel máximo de las compras pactadas hasta 2026.
Pero por los problemas internos y la falta de inversiones para incrementar la producción, la administración boliviana —que hoy está enviando un promedio inferior a los 3 MMCD— ya admitió que no podrá cumplir con las entregas comprometidas y que recién podrá hacerlo de forma plena a partir de 2014.
Tomando en cuenta que buena parte del gas del altiplano iba a usarse para alimentar las nuevas centrales térmicas que están por entrar en servicio, el especialista Francisco Mezadri calculó que el “sobrecosto” por reemplazar el combustible boliviano por gasoil llegará en tres años, como mínimo, a unos 3.000 millones de dólares. “Al no poder contar con el gas importado, el nuevo parque térmico de 3.500 mega wattios que se habilitará hasta 2010 deberá operar con gasoil, cuyo precio es dos veces y medio más caro”.
Surtidores de rutas se quedan sin diésel
La falta de diésel que la semana pasada se sintió en las ciudades de La Paz y El Alto también repercutió en las carreteras interprovinciales e interdepartamentales, donde los surtidores no tenían ni una gota del combustible.
Así lo confirmó la red ATB en un sondeo de opinión que llevó a cabo con los transportistas que viajaban en esas rutas.
Uno de ellos, que aseguró arribaba desde Apolo, provincia Franz Tamayo, a más de 100 kilómetros al norte de La Paz, relató que buscó el combustible en por lo menos cuatro estaciones de servicio en las poblaciones que están al paso, pero que en ninguna había. Frente a esa situación llegó hasta El Alto, donde tuvo que hacer fila.
A ello se sumaron las protestas de las amas de casa que reclamaron la provisión de falta de gas licuado de petróleo (GLP).
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