Perú y Argentina elevaron el costo de gas licuado de petróleo (GLP) y Bolivia alista varios decretos para endurecer las medidas de control y salida del combustible de contrabando.
El GLP es un hidrocarburo de alto rendimiento que se obtiene de butano, propano o una mezcla de ambos. Se lo utiliza sobre todo para cocinar.
La garrafa de diez kilos se cotiza en 22,50 bolivianos en Bolivia. El valor es subsidiado por el Estado para no dañar a la población. Esto debido a que mientras el precio del petróleo casi llega a 130 dólares el barril en el mercado internacional, en el país permanece congelado en 27 dólares desde 2004.
En cambio, el GLP está al alza en otros países de la región. Según medios vecinos, en Argentina la garrafa de diez kilos cuesta un equivalente a 86 bolivianos y en Perú supera los 120.
El superintendente de Hidrocarburos, Guillermo Aruquipa, aseguró que los altos costos del energético en los otros países lo hacen atractivo para el contrabando, motivo por el cual la reguladora inició un plan integral que toma en cuenta varios aspectos, entre ellos una alianza con las poblaciones fronterizas y drásticas sanciones contra el contrabando.
Explicó que ha pactado con 15 municipios, de 25 a los que quiere llegar en La Paz, para que las autoridades locales y las organizaciones sociales eviten la salida de GLP a otros países. Entre las alcaldías con las que ya se tienen acuerdos están Desaguadero, Guaqui y Huatajata. Luego se procurarán alianzas con otros departamentos del país.
Aruquipa anticipó que se preparan medidas “más drásticas” para sancionar el contrabando. No quiso revelar ninguna. Antes estaba previsto el decomiso de las garrafas y su posterior reinserción en el mercado y el procesamiento de personas por el delito de agio y especulación.
La semana pasada, el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, aseguró que la Aduana Nacional se aplazó en los controles fronterizos.
Ayer, en esa entidad aseguraron que trabajaban en un plan conjunto para garantizar mayor resguardo policial y militar.
La situación regional
Según el Diario Popular de Buenos Aires, la garrafa de diez kilos se comercializa 60 por ciento por encima del precio máximo fijado por el Gobierno, de acuerdo con una denuncia de la asociación Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco).
El botellón, que tiene un precio oficial máximo de 21,88 pesos (unos 51 bolivianos), se vende a 37 pesos (86 bolivianos), “un 60 por ciento más caro”. En Argentina, 4,5 millones de personas —en general de escasos recursos— dependen del GLP.
En el Diario de Rosario, el senador nacional Rubén Gustiniani señala que la situación es más crítica y que el GLP subió en más del 300 por ciento.
El diario El Comercio de Perú informó que las empresas envasadoras, como Peruana de Combustibles (Pecsa), Zeta Gas y Petro América, abastecidas por la mayorista Pluspetrol, elevaron el precio del balón de GLP.
Súper dice que el gas volverá a barrios
La Superintendencia de Hidrocarburos aseguró ayer que el gas licuado de petróleo (GLP) será distribuido nuevamente en los barrios, incluso los más alejados de La Paz y El Alto.
El responsable de ese despacho, Guillermo Aruquipa, informó ayer a este diario que durante la época en que él se dedicó a negociar junto con otras autoridades del Gobierno la compra de las acciones de las empresas capitalizadas, los camiones distribuidores se concentraron en vender garrafas solamente en puntos fijos y aseguró que esa situación cambiará a partir de hoy.
Señaló que instruyó la venta de GLP en todas las zonas, con el fin de que las amas de casa no gasten dinero extra en llegar a los puntos de venta y para evitar que entre los ciudadanos se mezclen los especuladores del carburante.
Aruquipa aseguró que la producción de GLP es de 1.150 toneladas por día y que la demanda es de 980 toneladas.
El GLP es un hidrocarburo de alto rendimiento que se obtiene de butano, propano o una mezcla de ambos. Se lo utiliza sobre todo para cocinar.
La garrafa de diez kilos se cotiza en 22,50 bolivianos en Bolivia. El valor es subsidiado por el Estado para no dañar a la población. Esto debido a que mientras el precio del petróleo casi llega a 130 dólares el barril en el mercado internacional, en el país permanece congelado en 27 dólares desde 2004.
En cambio, el GLP está al alza en otros países de la región. Según medios vecinos, en Argentina la garrafa de diez kilos cuesta un equivalente a 86 bolivianos y en Perú supera los 120.
El superintendente de Hidrocarburos, Guillermo Aruquipa, aseguró que los altos costos del energético en los otros países lo hacen atractivo para el contrabando, motivo por el cual la reguladora inició un plan integral que toma en cuenta varios aspectos, entre ellos una alianza con las poblaciones fronterizas y drásticas sanciones contra el contrabando.
Explicó que ha pactado con 15 municipios, de 25 a los que quiere llegar en La Paz, para que las autoridades locales y las organizaciones sociales eviten la salida de GLP a otros países. Entre las alcaldías con las que ya se tienen acuerdos están Desaguadero, Guaqui y Huatajata. Luego se procurarán alianzas con otros departamentos del país.
Aruquipa anticipó que se preparan medidas “más drásticas” para sancionar el contrabando. No quiso revelar ninguna. Antes estaba previsto el decomiso de las garrafas y su posterior reinserción en el mercado y el procesamiento de personas por el delito de agio y especulación.
La semana pasada, el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, aseguró que la Aduana Nacional se aplazó en los controles fronterizos.
Ayer, en esa entidad aseguraron que trabajaban en un plan conjunto para garantizar mayor resguardo policial y militar.
La situación regional
Según el Diario Popular de Buenos Aires, la garrafa de diez kilos se comercializa 60 por ciento por encima del precio máximo fijado por el Gobierno, de acuerdo con una denuncia de la asociación Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco).
El botellón, que tiene un precio oficial máximo de 21,88 pesos (unos 51 bolivianos), se vende a 37 pesos (86 bolivianos), “un 60 por ciento más caro”. En Argentina, 4,5 millones de personas —en general de escasos recursos— dependen del GLP.
En el Diario de Rosario, el senador nacional Rubén Gustiniani señala que la situación es más crítica y que el GLP subió en más del 300 por ciento.
El diario El Comercio de Perú informó que las empresas envasadoras, como Peruana de Combustibles (Pecsa), Zeta Gas y Petro América, abastecidas por la mayorista Pluspetrol, elevaron el precio del balón de GLP.
Súper dice que el gas volverá a barrios
La Superintendencia de Hidrocarburos aseguró ayer que el gas licuado de petróleo (GLP) será distribuido nuevamente en los barrios, incluso los más alejados de La Paz y El Alto.
El responsable de ese despacho, Guillermo Aruquipa, informó ayer a este diario que durante la época en que él se dedicó a negociar junto con otras autoridades del Gobierno la compra de las acciones de las empresas capitalizadas, los camiones distribuidores se concentraron en vender garrafas solamente en puntos fijos y aseguró que esa situación cambiará a partir de hoy.
Señaló que instruyó la venta de GLP en todas las zonas, con el fin de que las amas de casa no gasten dinero extra en llegar a los puntos de venta y para evitar que entre los ciudadanos se mezclen los especuladores del carburante.
Aruquipa aseguró que la producción de GLP es de 1.150 toneladas por día y que la demanda es de 980 toneladas.
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