Aunque hay varias restricciones normativas que son visibles en las urbes, los vehículos ilegales (chutos) continúan circulando, especialmente en municipios rurales del país.
Los dueños de los motorizados se dan modos para abastecerse, pese a la vigencia del sistema de información y comercialización de combustibles (B-Sisa) que controla la carga de combustibles en los surtidores.
En una visita a los municipios de San Buenaventura, Rurrenabaque (fronteras entre La Paz y Beni), en Trinidad y Caranavi (La Paz) se observó el marcado tráfico de chutos. Incluso prestan el servicio de transporte público de pasajeros.
“No hemos podido regularizar los trámites de propiedad de los vehículos. Mi municipio tiene muy pocos documentados. Sé que en los surtidores les venden con un límite de hasta 20 litros”, reconoció el alcalde de San Buenaventura, Javier Delgado.
El reglamento de la aplicabilidad del B-Sisa, restringe la venta de combustible a motorizados en los surtidores, a los que no cuenten con la tarjeta RFID o placa de circulación.
En junio, el director ejecutivo de la ANH, Gary Medrano, aseguró que el B-SISA tiene una cobertura del 100% en los 560 surtidores, para el control de venta de combustibles.
EL DEBER buscó la opinión de la presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia(ANB), Marlene Ardaya, pero estaba delicada de salud. Sin embargo, en días anteriores, resaltó el acuerdo de uniformidad de la información con su par de Chile, para controlar el ingreso de indocumentados. Dijo también que hasta agosto, unos 150 vehículos ilegales fueron decomisados.
El combustible
Pero la situación es distinta en algunas zonas rurales, donde la circulación es normal.
La gerente de la Asociación de Surtidores (Asosur), Sussy Dorado, asegura que los surtidores funcionan con el sistema B-SISA y el control es estricto. Pero recordó que, desde 2005, el decreto 28511 permite la venta de diésel y gasolina en bidones y que sea menos de 120 litros, con autorización.
Justificación
El alcalde Delgado dijo que hoy en día, para los conductores no es negocio tener un auto documentado porque los caminos no asfaltados destruyen el motorizado en meses. Pero dijo que la situación se está regulando de a poco.
El alcalde de Trinidad, Mario Suárez, aseguró que en su municipio es escasa la cantidad de autos ‘bárbaros’ por lo que descartó que la situación sea grave en su región
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