La falta de recursos económicos y de personal con experiencia. Ésas son las dificultades que aún debe superar Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para operar con eficiencia. Así lo reconoce Santos Ramírez, presidente de la estatal petrolera.
Han transcurrido cuatro meses desde que el ex senador del oficialista MAS se hiciera cargo de la conducción de Yacimientos. Además, en mayo de este año, a través de una serie de decretos, el Estado se aseguró la compra de acciones para tener el control en las petroleras capitalizadas.
Esta acción, más la creación de nuevas empresas, ha dado lugar a una recomposición de la estructura de YPFB, hoy conformada por un directorio, dos vicepresidencias, una junta corporativa y ocho compañías para participar en cada uno de los eslabones de la cadena productiva hidrocarburífera.
“Hoy tenemos un nuevo escenario, hoy estamos en la mira de consolidar la YPFB corporativa, que tiene ya el control de la cadena de los hidrocarburos del país”, afirma Santos Ramírez.
Si bien la empresa ya ha sido reestructurada y cuenta con un conjunto de proyectos en cada área de la cadena (algunos en implementación y otros en evaluación), el presidente de la compañía reconoce que aún existen dos dificultades sobre las que se trabaja. La primera tiene que ver con los recursos económicos para la estatal. “La residual tenía una participación de 6% del Tesoro General de la Nación (TGN). Hoy, la YPFB que tiene una participación en toda la cadena de hidrocarburos no tiene participación del TGN”.
Según el Decreto 28901, de nacionalización de los hidrocarburos, el 50% de los ingresos generados en esa área corresponden “nominalmente” a la estatal (la otra mitad son regalías e impuestos). “Pero como YPFB no opera hoy, ese 50% está compartiéndose entre las operadoras que recuperan en costos recuperables”. Por ello, añade, Yacimientos recibe sólo los remanentes.
Santos Ramírez sostiene que para acceder a mayores recursos económicos, YPFB está obligada a entrar a la parte de exploración, perforación y producción. “En ese momento tendremos la participación en recursos económicos para fortalecer a la empresa”.
Anticipa que esa participación será una realidad con la llegada de los equipos de perforación para Yacimientos. El primero de ellos estará en el país esta semana.
Una segunda fuente de financiamiento identificada por la empresa son los proyectos que ya están encaminados. Ramírez menciona el de la planta de gas licuado de petróleo (GLP) en Río Grande, en la que se proyecta una producción de 360 toneladas métricas diarias del combustible y de 600 barriles de gasolina. “Sólo el 40% vamos a destinar al mercado interno y el excedente destinaremos al mercado externo. Hoy, en ese mercado, la tonelada de GLP está entre $us 1.200 a 1.300”.
La estatal también buscará financiarse a través de la emisión de bonos. En este aspecto, se contempla emprender proyectos amigables con el medio ambiente para emitir bonos de carbono.
Además de dinero, a YPFB le hace falta personal experimentado en el rubro. “(Tenemos) Gente joven, pero con falta de experiencia en gran parte de la cadena de hidrocarburos”, explica Ramírez y añade que para subsanar este problema se elaboró un plan de capacitación de los recursos humanos de la empresa, mismo que se emprenderá dentro y fuera del país. “Esperemos concluir este trabajo hasta fin de año y estar en condiciones para participar en toda la cadena de los hidrocarburos como estamos programando”.
A decir del ex secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Álvaro Ríos, es vital que YPFB se maneje con una visión corporativa, sin ceder a la presión social, para garantizar una gestión eficiente.
Proyectos de la estatal petrolera
Exploración • El primer paso para que YPFB participe en este eslabón de la cadena es el equipamiento. Santos Ramírez anuncia que en el transcurso de la semana llegará al país el primer equipo de perforación. El 2009 comienza esta actividad.
Refinación • Según el presidente de la estatal petrolera, se contemplan tres tipos de proyectos: el primero, para renovar la tecnología dañada y obsoleta en las refinerías; otro para ampliar la capacidad de las mismas y el último para instalar una tercera refinería en el país.
Transporte • Se emprende la construcción del poliducto Caracollo-Senkata para incrementar los envíos de combustible al occidente del país. Ramírez anuncia que mañana se inaugurarán las obras del Gasoducto Carrasco-Cochabamba (GCC).
Industrialización • Además de la construcción de la planta de Río Grande, cuyo contrato ya fue firmado, se revisan las propuestas de ingeniería básica para una separadora de líquidos en el Chaco y otra en Carrasco (trópico de Cochabamba).
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