El ingreso de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) a la conversión de vehículos que funcionan con gasolina o diesel a gas natural vehicular (GNV) perjudica al crecimiento del sector, afecta al capital de trabajo y pone en riesgo cientos de fuentes de empleo, indica un informe publicado ayer por la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH).
La participación del Estado, en la conversión a GNV, debería producirse en condiciones equitativas de competitividad con los emprendimientos realizados por el sector privado, sostiene el documento petrolero privado.
El 2 de julio, el Gobierno emitió un decreto supremo para crear dos fondos que serán administrados por YPFB y que financiarán la conversión, recalificación y reposición de cilindros.
En este propósito, las que aportarán con los recursos serán las estaciones de servicio de GNV, que deben pagar 0,20 bolivianos por metro cúbico de gas, de una parte de su rentabilidad.
La participación del Estado, en la conversión a GNV, debería producirse en condiciones equitativas de competitividad con los emprendimientos realizados por el sector privado, sostiene el documento petrolero privado.
El 2 de julio, el Gobierno emitió un decreto supremo para crear dos fondos que serán administrados por YPFB y que financiarán la conversión, recalificación y reposición de cilindros.
En este propósito, las que aportarán con los recursos serán las estaciones de servicio de GNV, que deben pagar 0,20 bolivianos por metro cúbico de gas, de una parte de su rentabilidad.
La Cámara de Hidrocarburos subraya que la participación del Estado dentro del proceso de conversión “debiera hacerse sin afectar las iniciativas alcanzadas con mucho esfuerzo hasta ahora”.
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