El investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) Carlos Arze asegura que, con la excepción de la planta de urea y amoniaco, los proyectos que impulsa el Gobierno no llegan a sustituir la manufactura y por tanto no se los puede considerar de industrialización.
"En el país aún no hay producción de maquinaria. La verdadera industrialización es contar con fábricas que elaboren máquinas, es sustituir la manufactura, eso significa industrialización”, precisó. Este proceso pasa por transformar la materia prima en bienes de capital o en productos de consumo directo.
En su criterio, las plantas de separación de líquidos, que tienen una fuerte inversión, no ingresan en esta categoría porque sólo impulsan un proceso básico de separación de hidrocarburos. Sí se puede hablar de un proceso industrial con la planta de urea, aunque se desconocen los estudios de mercado y el impacto económico que tendrá.
En la minería, sólo se producirá carbonato de litio y la fabricación de baterías es maquila, pues se importa la tecnología, añadió. Las termoeléctricas sólo transforman energía primaria.
Con respecto a las fábricas de cemento y las plantas de miel, palmito, leche y otras, Arze considera que si bien responden a una categoría industrial y de manufactura, son muy pequeñas. Su producción estará destinada al consumo local y no competirá con las industrias nacionales, por ejemplo de lácteos, como lo reconoció el Gobierno.
Para el investigador del CEDLA, los emprendimientos que según el Gobierno son industriales tampoco tienen un gran impacto en la generación de empleo, debido a que son intensivos en capital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario