La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) puso "a la orden" de YPF sus capacidades operacionales y legales después de que el Gobierno argentino ordenara la expropiación del 51 por ciento de las acciones en poder de Repsol, dijo hoy el ministro venezolano de Petróleo y Energía, Rafael Ramírez.
Al presentar el informe de gestión de PDVSA, Ramírez ratificó que Venezuela apoya "plenamente las decisiones soberanas" asumidas por la presidenta Cristina Fernández y defendió que los Gobiernos "están en el derecho de hacer un uso soberano de sus recursos naturales".
"Ayer mismo nos comunicamos con el ministro (argentino de Planificación) Julio de Vido (al frente de la intervención), nos pusimos a la orden con todas nuestras capacidades operacionales y políticas legales", sostuvo.
Indicó que Venezuela recorrió entre 2005 y 2007 ese proceso y consideró que en la actualidad el régimen fiscal y legal petrolero del país "se ha fortalecido", por lo que ahora va "a una etapa de crecimiento" en su producción de crudo.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, apoyó ayer la decisión de Argentina de expropiar la mayoría de las acciones de YPF controladas por Repsol, y rechazó las "amenazas o intentos de intimidación" contra esa nación, según un comunicado leído ayer por su canciller, Nicolás Maduro.
Fernández ordenó la intervención inmediata de la petrolera YPF y envió al Congreso un proyecto de ley para expropiar el 51 por ciento de las acciones de la compañía, participada en un 57,43 por ciento por la española Repsol.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, mostró hoy su "profundo malestar" por la decisión argentina de expropiar YPF "sin justificación alguna y sin razón económica" que lo explique, y aseguró que España defenderá con perseverancia los "intereses legítimos" de Repsol.
El petróleo fue nacionalizado en Venezuela en 1976, pero a partir de 2006 el Gobierno de Venezuela, en aplicación de la Ley de Hidrocarburos, las multinacionales que operaban en la rica Faja del Orinoco tuvieron que cambiar los convenios de explotación, suscritos en los 90, para convertirse en empresas mixtas, con mayoría accionarial del Estado venezolano.
La medida, que afectó principalmente a las estadounidenses ChevronTexaco, ExxonMobil, ConocoPhillips, las británicas British Petroleum y Veba Oil, la francesa Total y la noruega Statoil, fue calificada por Chávez de "verdadera nacionalización".
De las doce trasnacionales presentes, las estadounidenses Conoco-Phillips y ExxonMobil rechazaron las nuevas condiciones de asociación con la petrolera estatal, por lo que abandonaron la Faja y acudieron al arbitraje internacional. EFE
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