El gas licuado de petróleo (GLP) en botellones de 10 kilos de procedencia boliviana aún se vende con normalidad en la población peruana que está al otro lado del puente del el Desaguadero, ubicada a 86 kilómetros de La Paz, y es utilizado por la casi la totalidad de las vendedoras de alimentos elaborados que allí se apostan.
Así lo comprobó Página Siete el viernes 2 de septiembre, día de feria en región fronteriza del Desaguadero, donde la actividad comercial empieza a tempranas horas con el cruce de mercadería en carretas empujadas por bicicletas lo que más se ve son los bidones de plásticos y la papa peruana usada para las papas fritas.
Si bien los puestos de venta son pocos, el gas boliviano se vende con normalidad por los comerciantes peruanos que no hablan de sus proveedores ni de cómo llega el producto a su territorio. En tanto, los desayunos y otros platos de comida son preparados por las vendedoras peruanas que usan el GLP boliviano.
Uno de los comerciantes peruanos, dijo a Página Siete que “no es mucha la diferencia del costo”, cada garrafa que lleva en la llave de paso el papel de seguridad de Yacimientos Petrolíferos Fiscales cuesta 31 soles (unos 78 bolivianos) y el gas peruano está a 32 soles, este último producto no hay para vender en la zona, por lo menos no lo tienen en exposición.
El contrabando de productos subvencionados en el territorio boliviano, como el azúcar, arroz y GLP, fue combatido a fines del pasado año con el incremento de su costo, que en su momento logró disminuir la salida de esos productos del país vía Desaguadero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario