La corporación YPFB y las subsidiarias mueven el tablero de las inversiones en el país y buscan consolidar los megaproyectos del sector.
La instructiva del nuevo presidente de la casa matriz, Guillermo Achá, es contundente. Se deben cumplir todas las inversiones en exploración y las de industrialización para consolidar a Bolivia como centro energético de la región.
Lo que preocupa es que los actuales campos en producción de gas comienzan a ingresar en declinación comercial.
Los años 2017 y 2019 son considerados clave para los volúmenes de gas boliviano.
No por nada la principal subsidiaria de la corporación, YPFB Andina, ya trazó su horizonte para la gestión 2015 que se caracterizará por un agresivo impulso a la exploración y explotación de hidrocarburos.
En materia de inversiones, se tiene programado ejecutar un presupuesto de $us 228,6 millones, de los cuales $us 128,9 millones serán para proyectos en áreas operadas y 99,6 millones a inversiones en San Alberto y San Antonio (inversión a la participación de YPFB Andina, 50%), según informó la firma.
En las áreas San Alberto y San Antonio, se prevé ejecutar inversiones orientadas a atenuar la declinación natural del campo San Alberto y extender el plateau (alcanzar al máximo) de producción de San Antonio.
Entre los principales proyectos mencionan el sistema de compresión y perforación del pozo SAL-18 en el campo San Alberto, y los proyectos de perforación del pozo SBL-6 y optimización del sistema de inyección en el campo San Antonio.
También destaca el agresivo plan de exploración en las áreas exploratorias Carohuaicho 8B, 8C y Oriental.
De igual manera, se destacan el proyecto de sísmica 2D (Sararenda) y la perforación de 6 pozos exploratorios y de avanzada en las áreas Río Grande, La Peña, Los Sauces, Yapacaní y Boquerón.
YPFB Chaco y las otras firmas
El ejecutivo de YPFB Chaco, Carlos Sánchez, sin mencionar cifras de inversión, precisó que este año tienen un portafolio nutrido en exploración. Adelantó que los montos serán superiores a la de 2014 y la apuesta se centra en las regiones de Santa Cruz, Chuquisaca y parte de Cochabamba.
YPFB Transporte, a través de su principal ejecutivo, Christian Inchauste, indicó que el monto de inversión ronda los $us 135 millones siendo su proyecto principal el gasoducto de 24 pulgadas Incahuasi-Cochabamba.
Las inversiones serán superiores un 50% en comparación al 2014.
La gerenta general de GTB, Katya Diederich, informó de que invertirán $us 14 millones en la continuidad de las operaciones.
Por su lado, Fernando Salazar, ejecutivo de YPFB Petroandina, dijo que la apuesta grande es Lliquimuni. La inversión es de $us 54 millones.
Ley de Incentivos
El ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, anunció que en las próximas semanas se presentará, en coordinación con YPFB, un proyecto de ley de incentivos a la exploración, que no incorpora el diferimiento del pago de regalías ni del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) a las gobernaciones y alcaldías.
Según el ministro, la meta es aumentar las reservas de gas natural en 7 trillones de pies cúbicos (TCF) hasta 2020.
Al 31 de diciembre de 2013, las reservas probadas de gas natural de Bolivia se cifraron en 10,45 TCF y las canteras probadas de petróleo condensado en 211,45 millones de barriles.
En criterio del analista Álvaro Ríos, YPFB Andina y YPFB Chaco deberían asociarse al capital privado internacional que está presente en el país, de manera de diversificar el riesgo y detonar mayor exploración.
Asegura que los programas que presentan las dos empresas no son suficientes para encarar la tarea exploratoria requerida.
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