Brasil no cree que Bolivia sea un proveedor confiable de gas luego de 2023 porque las inversiones en exploración están paralizadas, opinó Marco Tavares, presidente del Consejo Administrativo de Gas Energy, empresa especializada en petroquímica
“Los clientes de Brasil, las instituciones, la gente duda de que Bolivia puede mantener la exportación después de 2023; viendo las estadísticas de su producción y sus reservas, hay dudas de que pueda continuar su exportación si se suma el contrato de Argentina con el de Brasil y la necesidad de mercado interno e industrialización”, precisó.
Según el experto, el potencial que tiene Argentina de desarrollar reservas de gas no convencional (shale gas) y el aumento de la producción de gas en Brasil cambian el panorama del mercado para el gas boliviano. “Si Bolivia no aumenta sus reservas probadas de gas natural y las mantiene en los 10 a 13 trillones de pies cúbicos conocidos en la actualidad, no tiene capacidad de cubrir todo eso (sus mercados) por más de 20 años”, dijo.
Para eso debe aumentar inversiones en exploración y mantener equilibrio en la distribución de la renta petrolera.
“La exploración en Bolivia está parada porque desde hace años las empresas sólo están haciendo una inversión mínima, ya que el porcentaje de distribución de la renta por el gas es del 15% de los ingresos, mientras que en otros países es de sólo el 10%; eso desmotiva a las empresas”, subrayó Tavares.
El experto presentó su estudio en el V Congreso de Gas y Energía, organizado por la Cámara Boliviana de Hidrocarburos. Fue elaborado por Gas Energy, que revela cómo Brasil está incrementando su producción interna de gas y petróleo, además de compras de gas natural licuado (GNL) desde este año. La demanda de Bolivia se mantiene constante y no sube de los 20 a 25 millones de metros cúbicos (observar la gráfica).
El especialista en energía senior del Banco Mundial, David Reinstein, sin embargo, asegura que el desarrollo del cono sur pasa por la provisión de gas desde Bolivia. Además, a medida que se supere la crisis financiera, el mundo necesitará más energía.
Para el año 2040 se calcula que la demanda de energía aumentará en un 30%, la cual deberá ser atendida no sólo por el gas natural, sino también por el shale gas (gas no convencional), un recurso existente en ingentes cantidades en Argentina.
Según el Plan de Exploración de YPFB 2011-2020, se proyecta invertir en esta actividad 1.800 millones de dólares, de los cuales 45% será aporte estatal.
Como parte de la estrategia se establecieron 118 áreas para la búsqueda de gas natural condensado y petróleo puro, en un nuevo ciclo exploratorio que se renueva desde 1936.
En la actualidad, según la estatal petrolera, se realizan tareas de búsqueda de hidrocarburos en 27 áreas en el país.
El ex ministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos comentó que para hacer frente a un panorama de menor demanda en Brasil y la competencia del shale gas, a Bolivia no le queda otra opción que buscar nuevos mercados, en lugar de perderlos como ocurrió con Chile.
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