El Gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, se reunió ayer con ejecutivos de las petroleras Petrobras, Repsol, British Gas y la francesa Total para analizar los incentivos que les permitan subir la producción de hidrocarburos líquidos.
El vicepresidente del país, Álvaro García Linera, y el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, informaron en una rueda de prensa que la reunión se hizo en la ciudad de Santa Cruz (este), sede de las compañías.
García Linera explicó que las cuatro firmas extranjeras son socias de YPFB, que está preocupada porque Bolivia, si bien tiene gas natural, padece un déficit en la producción de los hidrocarburos líquidos, como en el caso del gasóleo que debe importar.
No obstante, también señaló que el Gobierno no planea tocar el precio de venta del petróleo en el mercado interno, sino que se analizan otras opciones para mejorar la producción.
El precio del barril de crudo está congelado en Bolivia desde hace varios años en 27 dólares, pese a que en el exterior cuesta más de cien dólares, reconoció García Linera.
El vicepresidente subrayó que ante esa “diferencia muy grande” se estudian pasos para que las petroleras privadas y la estatal YPFB se sientan más incentivadas a subir la producción de carburantes, pero sin que el consumidor final pague un mayor precio.
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