viernes, 23 de marzo de 2012

Gas domiciliario eleva la calidad de vida, pero el acceso es difícil

El acceso a gas domiciliario, como parte del cambio de la matriz energética en el país, mejora la calidad de vida de las familias, pero antes de contar con el servicio los vecinos deben atravesar una serie de dificultades que van desde los trámites largos y burocráticos hasta la instalación misma.

“Desde que tenemos gas es mucho más cómodo todo, ya no tengo que estar preocupada por comprar garrafas y aunque en la casa usamos horno igual el costo es bajo”, dice Cristina de Siñani, vecina de la calle Guerrilleros Lanza, en la zona de Miraflores, quien tiene acceso a gas domiciliario hace unos cinco años.

Edwin Moya, residente de la zona de Ciudad Satélite, en El Alto, cuenta con el servicio hace casi siete años e informa que paga, en el banco, 8,50 bolivianos al mes por el suministro.

Sin embargo, cuenta que “los camiones repartidores de garrafas (de Gas Licuado de Petróleo, GLP) todavía pasan por aquí, porque hay inquilinos o nuevas construcciones que no tienen gas domiciliario”.

Y es que para tener gas las casas colindantes o al menos cercanas deben hacer una solicitud en conjunto a la Gerencia Nacional de Redes de Gas y Ductos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

“Si hay un número mayor a 100 personas, entonces aceptan hacer la instalación”, explica Edith, una vecina de la zona norteña Agua de la Vida, de La Paz, donde cuentan con el servicio desde junio de 2011.

Agrega que desde la solicitud formal a YPFB hasta la instalación pasó cerca de un año. “Nos dijeron que no había empresas para hacer la instalación porque en La Paz sólo hay diez que tienen el permiso de YPFB”, dice.

Como en casi todos los casos, son las juntas vecinales las que formulan el pedido y hay varias zonas donde los vecinos denuncian cobros ilegales y excesivos de esas organizaciones, pese a que las autoridades afirman que la instalación es gratuita.

“Nosotros cancelamos más de lo que deberíamos y hasta ahora no nos devuelven”, reclama Cristina de Siñani.

En barrios de la localidad de Viacha, se quejan de lo mismo y añaden que, luego de haber superado la etapa burocrática, la entrega de los medidores y la posterior instalación presentan complicaciones. Entre ellas, el hecho de que los medidores sólo son entregados con la firma de los dueños de los inmuebles.

Doña Felipa, de la zona Villa Sara, afirma que por su avanzada edad “ya no podía cargar la garrafa; ahora ya no corremos detrás del (camión) gasero”.

Pero sufrió complicaciones cuando entregaron los insumos en su barrio, pues su esposo estaba convaleciente y no pudo recoger el medidor ni firmar la recepción; la vecina tuvo que obtener un poder notarial para acceder a esos equipos.

No llegan las facturas por el servicio
El Alto Varios vecinos que tienen gas domiciliario hace meses están preocupados porque aún no les llegó la factura y temen que el pago se haga cada vez más elevado.


Instalación Critican que hay pocas empresas certificadas para realizar las instalaciones, lo que causa que la demanda de conexiones supere a la cantidad de técnicos habilitados para ello.


Medidores En El Alto, también lamentan que muchas veces la demora en las instalaciones se deba a que la importación de medidores es lenta.


Garantías Los vecinos no saben a ciencia cierta cuál es la calidad que deben tener las tuberías, los medidores y la instalación para no correr el peligro de filtraciones o fugas, pero confían en que las supervisiones de YPFB den garantía.



En 2012 se proyectan 80.000 conexiones
Este año, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) prevé invertir 111 millones de dólares en instalar 80.000 conexiones de gas domiciliario en seis departamentos del país.

En 2006 se llegó a realizar 6.017 conexiones y el año pasado, 67.416 (ver gráfica).

El 7,22% de las inversiones en toda la cadena de hidrocarburos de 2012 a 2016, que ascienden a 10.107 millones de dólares, será destinado a las instalaciones de gas domiciliario, según el Plan de Inversiones 2012-2016 de YPFB.

El documentos indica que en 2011 el Tesoro General del Estado (TGE) aportó para redes de gas 50 millones de dólares y que en 2012 dará 10 millones de dólares.

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