Durante décadas, una de las áreas más rentables del sector energético europeo fueron algunos depósitos subterráneos gigantes usados para almacenar miles de millones de dólares en gas natural. Los operadores almacenan el combustible allí durante el verano para venderlo en invierno, cuando los consumidores del continente necesitan calentar sus hogares a través de la calefacción. Esta vez, el negocio ya no está funcionando.
Con un superávit cada vez mayor de gas natural en el mundo, la brecha entre los precios de verano e invierno se ha reducido, haciendo que el negocio de almacenamiento sea menos lucrativo.
Así, RWE AG y SSE Plc redujeron el valor de depósitos de almacenamiento de gas en cerca de 200 millones de dólares cada uno en el primer trimestre. Otros operadores como Statoil ASA y Wingas GmbH dijeron que podrían dejar el sector si la baja continúa.
Esto podría convertirse en un problema, ya que con el almacenamiento no sólo se obtienen utilidades, sino también seguridad frente a alzas repentinas de demanda o restricciones inesperadas de suministro. "Es una tendencia preocupante”, dijo Marco Alvera, director general de Snam SpA, la compañía de infraestructura de gas más grande de Europa, en una entrevista en Londres.
"Para un país, tener capacidad de almacenamiento trae beneficios muy importantes”. En casi toda Europa, la economía subyacente del almacenamiento no ha cambiado en casi 60 años. Los depósitos (que incluyen cavernas de sal, yacimientos de gas ya agotados y acuíferos) también han servido como respaldo en tiempos de escasez.
Europa ha sufrido de escasez dos veces en la última década por temperaturas muy bajas debido a disputas entre Ucrania y Rusia, principal proveedor fuera de la Unión Europea. También ha habido una reducción permanente de producción del mayor yacimiento de gas europeo: Groningen en los Países Bajos, luego de que se lo vinculase con temblores.
"La situación ha llegado a un punto en el que, si a la gente no se le paga por garantizar seguridad de suministro, puede que no continúen haciéndolo para siempre”, dijo Klaus Schaefer, director general de Uniper SE, operador de sitios de almacenamiento en Alemania, Austria y Reino Unido, en una entrevista en Ámsterdam.
Más de un 3% del almacenamiento de gas de Europa ha sido suspendido desde 2010, el equivalente a 3.000 millones de metros cúbicos, a medida que la tendencia avanza, incluyendo dos depósitos en 2016, de acuerdo con Cedigaz, grupo de investigación del sector y el operador de almacenamiento Storengy SA.
Pérdidas en almacenamiento
Durante el primer trimestre, tres de las 10 operadoras de almacenamiento de gas más grandes en Europa: Snam’s Stogit, RWE y Abu Dhabi National Energy Co. registraron pérdidas específicamente atribuibles a almacenamiento o a la unidad que incluye dichas operaciones. Ejecutivos de operadoras como Wingas y Storengy expresaron su preocupación durante los últimos tres meses sobre las dificultades de estar al frente de un lugar de almacenamiento.
RWE registró en el primer trimestre una baja de 204 millones de euros (226 millones de dólares) relacionada con la actividad de almacenamiento, y el productor de energía más grande de Alemania llegó a una caída de un 59% en utilidades en el primer trimestre. La pérdida "se debió a los cambios de expectativas de precios”, dijo por teléfono Vera Buecker, vocera de la compañía con base en Essen, Alemania.
SSE, que opera dos sitios en el Reino Unido, dijo el 18 de mayo que ha tenido 151 millones de libras (200 millones de dólares) en cargos excepcionales atribuibles a almacenamiento en tres meses hasta marzo, lo que hizo caer las utilidades brutas ajustadas de 1.510 millones de libras. El año pasado, detuvieron el 33% de la actividad en sus instalaciones de gas en Hornsea.
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